jueves, 30 de junio de 2016

Yo leo ¿tu lees?



ALBA QUIETA y otros poemas.- Manuel Altolaguirre //Calambur / Edición de lujo.
Relacionado con JR Jiménez y Vicente Aleixandre. Por lo visto son poemas que había mandado a JR y que no encontraron respuesta y han estado perdidos mucho tiempo. En una página están los manuscritos y en otra en formato imprenta. Octosílabo, heptasílabos y endecasílabos, o sea, forma de versificación de 1928, que es cuando fueron escritos. Muchos poemas de amor, mucho lirismo y otra temática propia de los poetas que encuentran en los versos su manera de manifestarse. Como todo libro de poesía que merezca la pena, hay que tenerlo a mano para cuando apetezca leer poesía.

 EL INFIERNO Y LA BRISA.- José María Vaz de Soto // Algaida//
Relectura de este libro que lo leí hace muchos años. Como suele ser habitual el paso del tiempo hace que se descubran aspectos que antes no se habían detectado. El fondo no cambia mucho respecto a la primera percepción, pero luego entramos en los detalles y ahí la cosa cambia. Mis ojos lectores no son los de antes, porque ahora me fijo en aspectos que calibro desde la óptica del escritor. Presenta, por tanto, José María una estructura avanzada para la época en que lo escribió. No es un relato lineal de una novela al uso, ya que va dando saltos temporales al tiempo que introduce elementos que la hacen atractiva, como son esas redacciones de los alumnos dando su opinión de cómo se sienten en el colegio. La contraportada del libro nos habla de una proyección del contexto sociopolítico y generacional de la España de la época.
Me convence la estructura donde los alumnos de una u otra manera (cartas, escritos, dictados, diálogos) van expresándose y demostrando cómo era de cruel la vida como internados.

  DIÁLOGOS DEL ANOCHECER.- José María Vaz de Soto //Renacimiento//
Comienza el libro con el guión largo de los diálogos. Prueba de lo que es toda la obra en la que apenas interviene el narrador. Cuatro amigos, (dos de los cuales tienen un final trágico), son los protagonistas de la historia. A través de sus charlas se va entrando en lo que ha sido y es en la actualidad sus vidas. Tres hombres y una mujer de la que de alguna manera estuvieron enamorados los tres. Sabas, de Burgos, y Fabián, de Tamujoso. Se repiten las mismas premisas de otros libros del autor: la infancia feliz en el pueblo, los problemas del internado escolar y la llegada de la madurez, con formación académica suficiente para poder discutir de lo divino y de lo humano. La vida y la muerte, en definitiva. De fácil lectura puesto que tampoco tiene demasiadas páginas. Es el primero de la tetralogía de sus obras dialogadas.

  MANUAL PARA MUJERES DE LA LIMPIEZA.- Lucía Berlin //Alfagura//
Lavandería Ángel: Un estilo fluido con dosis de humor que retrata muy bien la vida de personas solitarias.
Doctor H.A. Moyhnihan: El abuelo dentista consigue que su nieta, ayudante, le extraiga piezas bucales para colocarle una dentadura nueva que él había preparado. La misma temática que el anterior, mucho alcohol y letreros en mayúsculas. Muy cómica y dantesca la escena de la extracción de muelas.
Punto de vista: Parece un experimento. Da una serie de explicaciones sobre el relato que parecen justificación. Al final en dos líneas cambia de persona y es ella misma la protagonista del cuento.
Dolor fantasma: Una manera muy dulce de contar la vida en una residencia de ancianos, a través de la hija que visita al padre. Estilo preciso, que deja ver la dureza de esas situaciones.
Dentelladas de tigre: Muy bien escrito. En la frontera mexicana una chica joven es inducida a abortar por su prima, pero al final no lo hace a pesar de tener otro hijo y ser abandonada por el marido. Tremendo el relato del intento de aborto.
Amigos: Relata la paradoja de la joven que cuida a los ancianos y ellos creen que le ayudan porque está sola.
Bonetes azules: Una historia de amor entre gente madura. Da la sensación de que va a pasar algo desagradable en cualquier momento y luego resulta que todo es agradable.

jueves, 23 de junio de 2016

In memoriam


Hoy se ha ido un amigo. Ha tomado el sendero en el que un día volveremos a encontrarnos. Se ha tronchado una de las tres patas del germen de Driades. Con él caminamos tanto, recorrimos tantas veredas que sería imposible su enumeración.
Recuerdo el momento, a mediados de los ochenta, en que escuché por primera vez su radiofónica voz, llamando a la Asociación Andalus, interesándose por participar en sus actividades. Viajero impenitente, llegó de la mano de su amada Loly y siempre permanecieron juntos allá por donde fuésemos. Tantos rincones de las tierras andaluzas, de media España, de la vecina Portugal e incluso París dónde compartimos unas vivencias que dan  para toda una eternidad. Eduardo siempre fue una persona en la que confiar, con la que se podía contar para cualquier proyecto que se emprendiese puesto que siempre estaba dispuesto a prestar una mano al amigo. Con su ayuda le dimos forma a esa asociación que aún hoy sigue en activo, a pesar de los años transcurridos, con su ayuda trabajamos en hacer un mundo más habitable para nosotros y para los que vienen detrás, con su ayuda conseguimos superar algunas dificultades de los que la vida nos tiene reservadas y con su ayuda esbozábamos una sonrisa restauradora porque su carácter así lo exigía. Sevilla, Matalascañas, Paymogo y Fuenteheridos fueron mudos testigos de nuestras reuniones, de nuestros encuentros con los demás amigos, bien sea en aras de consensuar acuerdos o de una mera charla distendida sobre asuntos muy dispares. Quedará un vacío, pero tu presencia estará siempre presente en cada una de las situaciones en las que tu figura era habitual. No hay olvido, no puede haberlo luego de tantos años de compartir tanto. Querido amigo, aquella copa que compartimos en los pinares de Oromana del pasado Diciembre no fue más que un brindis por todas las que seguiremos compartiendo estés donde estés. Va por ti, Eduardo.

viernes, 17 de junio de 2016

Corazón gigante

                                                            Imagen tomada de la red

Vi esta película en su versión original subtitulada sin saber con exactitud qué es lo que iba a ver. Fue un gran descubrimiento. El papelón que se curra Gunnar Jónsson —que no es un actor al uso— es genial. Desde el principio hasta el final de la película no deja de sorprender en cada escena. Hablan en finlandés. Es un film del año pasado, estrenada en España hace un mes, y ya digo, para no perdérselo.
Sinopsis: Fusi, introvertido cuarentón, aún vive con su sobreprotectora madre. Pasa sus días entre el trabajo en el aeropuerto, y sus juegos con maquetas recreando famosas batallas. El día de sus cumpleaños, su madre le regala un cupón para acudir a una escuela de baile. Allí conoce a Sjöfn, otra alma solitaria como él. El encuentro con esta mujer vitalista y con una niña de ocho años le obligan a dar el gran salto.
Youtube

jueves, 9 de junio de 2016

Alicia Peña en Letralia


La revista Letralia ha tenido a bien dar cabida en sus páginas a este relato perteneciente a la colección A pie de calle.
Que lo disfruten.

jueves, 2 de junio de 2016

En el último suspiro


La mujer extrajo del baúl el negro farol que habría de iluminar el gris de la lápida. Lo limpió, le dio barniz y escamondó el cristal para que brillase toda la noche. Introdujo una vela en su interior y cogió una cerilla para prender la mecha. La vela no iluminaba. Cambió la vela, consumió la caja de cerilla y probó suerte con un mechero. Se le agotaron las velas. Probó con una lamparilla de aceite, pero al cerrar la puerta de la farola, se apagó. Rebuscó y halló un artilugio chino, de luz permanente que simulaba una vela, pero no tenía pilas. Se acordó de una iluminaria cilíndrica que acumulaba luz y se hacía visible por la noche. Agarró el farol, se cubrió con la negra mantilla y cuando llegó al cementerio ya era de día.