271 Por fin llegaron las lluvias, Gon, y por fin pude
disfrutar de una jornada campestre como dios manda, Alba, para que veas que
todo llega, tienes razón Alba, lo que no se es si esta lluvia le vendrá bien a
la sequía de clientes que tenemos en las otras casas, ¡qué quieres que te diga,
Gon!, los líos se pagan y la gente se cansa de llamar a la puerta y no poder
entrar, menos mal que por aquí estamos tranquilos ¿no te parece?, ya lo creo
Alba, pero no cantes victoria que estando D. José de por medio nunca se sabe
¿terminaste de leer Lolita?, lo terminé Gon y aún me sobrecoge su recuerdo,
Nabokov no se cortó un pelo en su relato, tienes razón Alba, ¿puedo preguntarte
una cosa personal Gon?, sí claro, ¿por qué me estás dando tantas veces la razón
esta mañana?, ¡me cago…cuidado que eres!, ¡Ja,ja,ja…no me he podido reprimir,
lo siento compañero!, ahora en serio: ¿es cierto lo que se dice que el jefe te
ha encargado la lectura de una novela en la pantalla?, es cierto, ¡jolines Gon!
¿y como lo llevas?, pues mira, si quieres que te diga la verdad, ¡si quiero!,
¡¡otra vez!!, ¡No, Gon, lo siento!, no quiero cortarte, no te lo tomes así, de
verdad, dime como es eso de seguir una novela a través de la pantalla del
ordenador, ¡déjate de cachondeo, Alba!, estás hoy como el tiempo, lo cierto es
que era bastante escéptico al respecto pero una vez iniciada la lectura, lo veo
cómodo, es en pdf y te permite desplazarte, buscar páginas, frases, en fin
Alba, lo propio en estos casos, la semana que viene ya entraremos en su análisis
¿te parece?, tienes..¡joé!, vaya mañana que llevo, ¡de acuerdo Alba, en eso
quedamos!, pues vaya usted con dios amigo, vaya usted con dios.
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lunes, 24 de octubre de 2011
viernes, 21 de octubre de 2011
Al principio fue Platón
269 Con permiso de D. José y el beneplácito de Gon, tengo el
gusto de dedicaros, queridas Ananda y Stella, el siguiente poema, ¡que lo
disfrutéis!…
Al principio fue Platón.
Sembré de libros mi pupitre
-nació la poesía-
y el mar de tus cabellos
me convirtió en Neptuno.
Tus ojos, mis labios, tu mirar,
mis suspiros, tu palabra, mi entusiasmo,
tu ausencia, mi figura, tu corazón,
mi primavera.
Llegaron los de lengua ligera:
muslos prietos que al tocarlos
te endurecen la vida. Labios
sonrosados, cuerpos gráciles
de miel tras escaparates de lujo.
Amigos;
se conjugan verbos. Se rompen barajas
la afilada tijera amontona
metros de film.
Me abraso la blanca carne
y no puedo alcanzar el ascua.
Un día queda el reloj
sin arena. Se transparentan
sus cristales.
Una nube llueve besos
y enfermo de por vida.
Los dedos se multiplican,
encuentro el nexo de unión
y amo—respiro sin diferencias.
Alguien, a mis espaldas,
repuso los granos de arena
¿amor? Si ¿Y los besos?
¿Y mis ansias de fundirme
contigo?.
¡Ay mis versos becquerianos!
¿Qué hago ahora tan solo?
El monte se volvió pared
y me da vértigo, si escalo.
Calor. Dicen que somos muchos, que la vida se alarga y que nos multiplicamos. ¿Es eso digno de tener en cuenta para justificar la guerra?. Como duelen, las aún consecuencias del hongo nuclear. Hay un perro que cada noche me acompaña mientras medito y una codorniz que emite par pa lá. Y en el subsuelo de este barrio—Las Golondrinas-, ningún obrero encontraría una rima inconclusa. Pasear, de ida o de vuelta ¿qué mas da?, pero siempre pasear.
lunes, 17 de octubre de 2011
Lecturas y escrituras
268 Aquí estamos de nuevo, Gon, como todos los lunes Alba,
somos más fiables que el Ave y por lo que veo el jefe ha dado un pasito para
atrás, ¿a qué te refieres Gon?, que otra vez estamos donde estábamos, con
nuestro portal como dios manda, ¡ah, si!, es que eso del laberinto era un lío,
menos mal que Ananda y Trini se lo han tomado con resignación, y por cierto,
Alba, parece que les ha gustado tu poema, y yo que me alegro, más vale que sea
así Gon, porque con la otra casa no sé que va a pasar, ¿te refieres a Megustaes…?,
ni me lo nombres, me da sarpullido ese portalito, yo no se a que está esperando
D. José para sacar a la gente de allí, espérate no vaya a tener que ir yo a
sofocar el fuego, no lo creo Gon, mejor que hablemos de otra cosa ¿cómo te va
con “Alondra y Termita”, me está gustando, desconocía a su autora, Anne
Phillips, y lo cierto es que me tiene enganchado, yo también estoy disfrutando
con Lolita, otro gran libro, sin duda, Alba, lo que pasa es que es más conocido
por el cine y esa cosas, lo uno no quita lo otro ¿qué te parece el arranque de
la tertulia?, tenemos ganas, Alba, que es lo importante, otra cosa es lo que
podamos conseguir, ya sabes como funciona esto, es cuestión de mucha voluntad,
y de piedra de toque para tus relatos, ya lo creo Alba, de hecho ya he dejado
uno para su análisis, y para que el jefe no se enfade, hablando del ruin de
Roma, ¡ofú, las nueve y veinte! ¡hasta luego Gon!
lunes, 10 de octubre de 2011
Que no se pierda esa flor
267 Aunque siguen los problemas por Megustaescribir, que no
acaba de entrar el otoño y que no se ve la luz del túnel en la crisis nuestra
de cada día, Gon, yo traigo mi aportación lírica, como debe ser Alba, espero
que ninguna de nuestras amistades se pierda en el laberinto en el que nos ha
metido D. José…
QUE NO SE PIERDA ESA FLOR
Que
no se pierda esa flor,
que
no llegue nunca el estío.
Dios, como me tiembla el cuerpo
y se me enrojecen los ojos.
Me comería a besos su
piel,
y sorbería uno a uno sus
gráciles dientecillos.
Que
no se pierda esa flor,
que
no llegue nunca el estío.
Siete primaveras, Dios de los cielos,
siete GRITOS quiero dar
conteniéndome furioso.
¡Oh bella blancura! ¡Oh marchita amapola!
Conservarte quisiera, amor mío,
en cristalera eterizada.
Que
no se pierda esa flor,
que
no llegue nunca el estío.
Fui torpe quitapolvo
que ahogó en lágrimas
tu lechada prominencia.
Un apunte
un mínimo apunte fugaz
y en papel semiarrugado
trazaste virginales letras que
han obstruido mi garganta.
Que
no se pierda esa flor,
que
no llegue nunca el estío.
Díos, Díos y Díos,
no apartes jamás la gota
que hace posible el arcoiris.
Que el calor de esa almohada
permanezca siempre incólume
aunque nieven tormentas de años.
Que tu nombre sea el frescor
y yo la hoja
reseca que cada mañana
te mira.
Que
no se pierda esa flor.
que
no llegue nunca el estío.
¡Oh grandioso bigotudo,
rey con siglos a cuestas!.
El corazón tengo atravesado
por una ventusa margarita que
arrancó agua salada de mis
acristaladas pupilas.
Si tesoros hay en
el mundo, ninguno
ostenta la grandeza
de la mente filantrópica
de esa luz de primavera.
Que
no se pierda esa flor,
que
nunca llegue el estío.
lunes, 3 de octubre de 2011
Ya estamos tod@s
266 ¿Qué pasa por Megustaescribir, Gon?, no lo tengo muy
claro Alba, desde que me vine de allí vienen ocurriendo cosas raras hasta
desembocar en esta clausura total qué ya veremos en qué queda, la crisis que
puede con todo, debe ser eso Alba, aunque me da a mí que en este caso tiene más
que ver con los hados informáticos que con otra cosa, dices hados en lugar de
hadas porque en masculino parece que tienen más mala leche ¿no?, digo hados, y
déjate de segundas, por decir cualquier cosa, lo cierto es que a ver que va a
pasar ahora con todo el trabajo que teníamos por allí, ¡ah!, eso ya es cosa de
D. José, que dicho sea de paso ha tenido esta semana dos referencias muy claras
de nuestras ilustres visitantes, ¡no me digas!, abre las orejas Gon: tanto
Trini como Belkis le animan con sus problemillas otoñales y cargan las culpas a
los cambios de estación, en parte tienen razón Alba, a mí me gusta la caída de
las hojas y esas cosas, pero me deja un mal cuerpo ese calorcillo que no acaba
de irse, que te confías con la ropa ligera, con los aires acondicionados, el
del membrillo, eso dicen Alba, ¿te acuerdas de aquella película que retrataba
la construcción de un cuadro?, el sol del membrillo, creo que sí, que bonito
¿verdad?, qué bien resultaron aquellas imágenes del pintor sentado cada día a
la misma hora para conseguir lo que quería de forma evolutiva, así es el arte
Gon, oye otra cosa, Stella también estuvo por aquí, ¡no me digas, no la he
visto!, es que tuvo problemas de identificación, pero la veo muy mejorada, ¡ah,
bueno!, eso es lo importante que siga ahí, que no decaiga la nómina de poetas,
¿y de Ananda sabes algo?, un pajarito me ha dicho que está llamando a la
puerta, pero por lo visto no le va bien con el portero automático, ¡joder!,
¡Gon!, ¡uy, perdona Alba!, es que me da rabia tantos inconvenientes, encima que
somos pocos por lo menos que estemos bien avenidos, no es cosa nuestra, ¡jolines
qué tarde!, ¡Vámonos!