279 ¡Qué poquito nos queda para el invierno, Gon!, y que lo
digas Alba, ya tengo ganas de tomarme unos días de vacaciones, no te lo decía
por eso, más bien iba por el aspecto meteorológico ¿te vas de vacaciones?,
¡hombre!, igual que tú ¿qué me dices de Gredos?, no es igual, pero de Gredos te
puedo contar que me encantan esos paisajes otoñales, el descubrimiento del
castro El Raso y cómo no el circo ¡que maravilla!, eso y luego me criticas a mí,
no me cambies el paso Gon, también me acordé de ti, ¿en qué?, en el paso de la
trashumancia, a ti que tanto te gusta eso de los caminos, ¡vale, vale!, no me
pongas los dientes más largos ¿qué tal Trini y Ananda?, pues muy bien: ahí
siguen sin perdernos la pista e incluso Ananda se volvió filosofa el otro día y
nos dio un repaso con eso del “necronegocio” como dice ella, lástima que no las
viera, te pierdas las mejores ¿dónde estabas cuando vinieron?, ¿qué dónde
estaba?, tú que crees, dónde iba a estar, ¡aclárate ya, Gon!, con D. José,
Alba, con D. José, ¿haciendo qué?, echándole una mano en la nueva casa, es que
este hombre no para, Palabra sobre palabra ¡ahí es nada!, y lo malo, Alba, es
que el negocio crece día a día y nos está desbordando, a lo mejor el jefe
contrata a alguien más, ¿tú crees?, si el negocio va tan bien, mejor hablamos
de Moby Dick, ¿por qué?, porque he terminado su lectura, Gon, y se me ocurre
una gran pregunta, ¿qué es?, ¿cómo se las apaña Ismael para contar la historia
si se lo traga el mar?, yo no lo se, Alba, pues si lo averiguas, me lo cuentas…
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lunes, 19 de diciembre de 2011
lunes, 12 de diciembre de 2011
Vamos de ruta (3)
278 Lo dicho, Gon, lo de los textos largos-cortos daría que
hablar, ya veo, pero no me queda más remedio que seguir con mi ruta, lo se yo y
D. José, así que ¡adelante!...
VAMOS DE RUTA (3)
En medio de una frondosa vegetación donde destacan las
cornicabras pegadas a la orilla del sendero y los troncos agrietados por el
paso del tiempo de centenarios alcornoques, las palabras de Emeterio C., Elías
y Prudencio se dispersan y buscan acomodo como si nadie más les echase cuenta.
Alejandro seguía absorto en un mundo contemplativo de magníficas imágenes
visuales y la Traviata
endulzándole los oídos. Su fe consistía en que llegado el momento de quitarse
los tapones, sus acompañantes hubiesen terminado de plantearse dudas sobre ese
asunto del que no valía la pena hablar; que llegase el momento cuando tuviese
que llegar; no va a tener solución por muchas vueltas que le den, así que para
que tanto filosofar. Contemplemos y disfrutemos de lo que ahora mismo tenemos
delante, que además es para lo que hemos salido de casa, lo otro déjalo ahí y
no lo toques que es peligroso despertar a la fiera. Unos hippies se las han
ingeniado para vivir en una tienda india en medio de una pradera, buscando
apartarse de la vida bullanguera y ruidosa de la ciudad. Cerca de ella un
bosquete de quercus les proporciona cobijo para los tórridos días de verano.
—P: Decía Eme que a él le había impresionado la muerte de un
chaval Down en sus años escolares, pero yo tengo clavado en mi mente la imagen
de un motorista, que se dejó los sesos en la calle delante de mis ojos. No os
podéis hacer una idea lo que impresiona ver dispersa por el suelo cualquier
parte de nuestra anatomía.
—E: Si, pero ya os decía al principio que las causas
accidentales no las contemplaban en el debate, porque claro podemos entrar
también en cualquiera de las guerras que tenemos hoy día y las escenas son
espeluznantes. Pero esa no es la forma normal de concebir la muerte, eso son
causas mayores que están por encima de tu propia voluntad.
—P: De acuerdo, pero si te predisponen para que al final la
termines aplicando a tu propia existencia, y de alguna u otra forma te hagas
planteamientos y pienses si merece la pena tales y tales esfuerzos cuando el
día menos pensado ¡zas al hoyo!.
—EC: Ahora entramos en nuestra condición de pesimistas u
optimistas.
—P: ¿Por qué lo dices?
—EC: Hombre, porque nuestra vida no puede estar marcada por
este tipo de planteamientos. Hay que gozarla y vivirla de la forma más
agradable posible. No podemos estar dándole vueltas a que al final la vamos a
cascar. Eso ya lo sabemos, pero mientras tanto tenemos que buscarnos los medios
para estar lo más a gusto posible.
—E: Habla un optimista.
—P: Normal, y si le preguntas su opinión a un pesimista, lo
más probable es que prefiera hacer los mismo que Alejandro. Yo no lo planteaba
en esos términos. Lo que quería decir es que esas circunstancias – el
accidente, la guerra – te llevan a pensar en que aceptar que esto es así, que a
ti también te ha de llegar el momento, te dejan como si todo se hubiese
paralizado y tú te encontrarás fuera de sitio. Una rápida mirada a tu pasado y
lo ves todo tan cambiado que te sientes como un bicho raro.
—EC: No acabo de pillarte la idea. Mi impresión es de mucho
cague y aunque no llego al extremo del amigo Alejandro, la prueba es que aquí
estoy charlando con vosotros sobre el tema, no quisiera que me llegara nunca el
momento, o al menos que me llegara de forma consciente, mejor es que no me
enterase de nada, que siga viviendo de la forma que lo hago, más o menos sin
problemas pero sin necesidad tampoco de tener que hablar mucho de esto, y que
ese día pues...¡que se retrase!...Lo primero que se retrase ¡je,je!, pero como
soy consciente de que no se puede esquivar, que no me entere.
—E: Oye por cierto, ya que he sacado el tema yo ¿qué os
parece si hacemos una paradita, descansamos, nos comemos el bocata y luego
seguimos si tenéis ganas de seguir charlando?
—P: Por mí no hay inconveniente, además ya va haciendo
hambre.
—EC: Por mí tampoco y por Ale seguro que nos lo
agradece en el alma..../...Continúa en Vamos de ruta (y4)
lunes, 5 de diciembre de 2011
Semana de puentes
277 Me da la impresión, Gon, que el comentario de LNJ sobre los
textos largos y cortos, traerá cola, claro Alba, ten en cuenta que el asunto
está a la orden del día, ya veo, ya veo, por eso Ananda ha sacado la zambomba y
está alegrando la fiesta, es que ella es así, Gon, pero siendo poeta está mas
acostumbrada a texto corto, ¡ya!, ¿y Belkis?, ¡ah! pues yo le he escuchado
decir que no le cansan las palabras, así que ya está dicho todo, todo, todo,
no, Alba, Trini también nos ha dado su opinión, y me parece muy acertada Gon,
sabía yo que estarías con ella, pues claro, compañero: el texto sólo lo hace
largo o corto su calidad ¿estás de acuerdo o no?, en cierta medida, ¿cómo que
en cierta medida? ¿qué dices, Gon?, digo que estamos hablando de leer en la
pantalla de ordenador y eso siempre es discutible, por eso no tenemos que
pasarnos con nuestra charleta, Gon, ¿qué dices?, nada, nada…oye ¿qué simpática
Francesca?, la italiana que estuvo por aquí el otro día, hombre Gon, siempre es
de agradecer que alguien de fuera se digne leer lo que nosotros escribimos ¿no
te parece?, por mi encantado aunque no capisco bien el idioma siempre tenemos
el recurso Google, otro acierto más de los tiempos modernos, ya lo creo, Alba,
¿y qué me dices de P.R.?, poco te puedo decir, Gon, estuvo por aquí, nos dejó
su foto, pero poco más, ay, como es la gente Alba, tampoco le vayas a poner
muchas pegas, tienes razón Alba, por lo menos como estamos, y que lo digas ¿te
vas de puente?, hoy no, el viernes, ¡ah!, entonces ya hablaremos, de acuerdo
Gon, ya hablaremos.