Una ventana abierta a la imaginación
Aquel hombre fue declarado ciudadano del siglo: había conseguido inventar una lata de refrescos que se adhería a la mano una vez abierta, y no se liberaba hasta encontrarse dentro de un contenedor.
Un buen adelanto, sí señor, por cierto, a mí me gustan las latas.Que estés pasando un feliz verano.Un abrazo.
Gracias, María, lo mismo te deseo. Ojalá algún día tenga solución el asunto de las latas fuera del lugar adecuado.Un abrazo
¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?
Un buen adelanto, sí señor, por cierto, a mí me gustan las latas.
ResponderEliminarQue estés pasando un feliz verano.
Un abrazo.
Gracias, María, lo mismo te deseo. Ojalá algún día tenga solución el asunto de las latas fuera del lugar adecuado.
ResponderEliminarUn abrazo