Esa cosa tan caprichosa como es el amor puede depararnos sorpresas inesperadas; lo busquemos o no siempre está ahí, al acecho, y puede ponerse delante de nosotros cuando menos nos lo esperemos. En el relato Una parada obligatoria ⸺que le da título a la colección completa⸺, dos personajes, Alejandra y Matías pasan por ese trance y se encuentran con el. Claro que lo que no sospechaban es que el regalo venía envuelto con doble capa de papel, con lo cual conviene llegar a la última de las paradas de ese tren, que viene siendo la vida, para que cada pasajero alcance el acomodo necesario y pueda ver el mundo tal y como es.
J.R. Infante