La obra de Federico García Lorca no deja de estar presente
en cualquiera de las manifestaciones artísticas al alcance de nuestro intelecto.
La recién estrenada película Lanovia —inspirada en Bodas de sangre—, es todo un prodigio del bien hacer,
por su belleza plástica, por la gran interpretación de sus personajes y por la
música que envuelve al espectador. Salí convencido de la sala, a pesar de lo
reticente que soy con las adaptaciones de obras de los grandes autores.
Dos libros me han tenido ocupado en las últimas semanas:
Señorita de Juan Eslava Galán y Adioses y bienvenidas de Mario Benedetti. La
novela del jiennense está dentro de la línea que el escritor mantiene de contar
historias encuadradas en el marco histórico elegido. En esta ocasión se trata
de la posguerra española, dónde entremezcla a una muchacha sevillana con dos
oficiales de la aviación, uno de origen ruso y otro de origen alemán. Gustará
más o gustará menos, pero su profesionalidad es impecable.
El caso de Benedetti es distinto, ya que es la primera vez
que me encuentro con su poesía, y la verdad es que me ha dejado encandilado. “¿
por qué las guerras solamente estallan / si hay una religión que las bendice?”,
nos canta en su poema Universo, y uno se queda con las patitas colgando, casi
sin aliento.
¿Y porqué no hablar del tiempo? Resulta que estamos teniendo
unas temperaturas, aquí en nuestra península, más altas de lo normal —¿cambio
climático?—. Las fresas de Huelva has cuadruplicado su producción y ahora el
mercado no puede acaparar tanta fresa, por lo que los precios bajan más de la
cuenta. Suelo acordarme en estos casos de la hambruna que se sufre por tantos y
tantos sitios. Claro que la ley del mercado es inflexible: se seguirá tirando
alimentos.
Por último les refiero el placer que me produce encontrarme
con alguien que en la prensa diaria escribe sobre aves. Se trata de
César-Javier Palacios que en su artículo Del azul al negro nos cuenta que se ha
descubierto una nueva especie de ave en Canarias. Un pinzón de un intenso color
azul. Los sesudos científicos lo han desmarcado de otra especie que revolotea
por Tenerife. Y ahora viene lo peor: quedan pocos. Así que su futuro es más
bien negro —como nos dice el autor del artículo aparecido el viernes 15 de
Enero en 20minutos. Me acuerdo de nuestro pinzón, al que he visto juguetear
conmigo entre las ramas de las encinas mientras entonaba su inconfundible
canto, y me pregunto ¿porqué lo llaman vulgar, si es un placer para los
sentidos? Cosa de científicos.
Pos Data: Como aficionado a los Carnavales de Cádiz estoy
disfrutando de lo lindo gracias a los avances de Internet que permiten desde
preliminares engancharse al sano vicio del goce para el espectáculo. Así que
visto lo visto, el que no se consuela es porque no quiere. El jueves que viene,
más.
Me inclino por Mario Benedetti.
ResponderEliminarEs uno de los grandes.
Un gran abrazo
Lo tengo recién descubierto, Marisa, y lo cierto es que me ha parecido un gran hallazgo. Besos
ResponderEliminarLa peli no me llama. Será que Lorca es uno de mis autores y "Bodas de sangre" es una de sus obras que conozco en profundidad y por eso no me "fío".
ResponderEliminar"Señorita" no me llama. Benedetti siempre me llama (cuánta llamada!!!)
Cada día se descubre una especie nueva, parece mentira, estando a la vista en muchos casos.
Quedan pocos. Cada vez quedan menos especies :(
Sí, los científicos y sus cosas. Como tú, adoro a los animales y jamás me parecerán burdos ni vulgares sus cantos.
Disfruta los carnavales.
Abrazos!!!
Hola Vero: gracias por la visita. Como es normal hay de todo un poco en nuestro deambular mundano. Abrazos
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