Una ventana abierta a la imaginación
El automovilista presumía de los huecos libres para aparcar, pero los chinos ya habían inventado un inhibidor de frecuencias que cayó en manos de los gorrillas.
¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?
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¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?