Olores

Olía tanto a puchero aquella casa, que un pobre paseaba cada día su pan por la ventana de la cocina, y el rico se afanaba sin desmayo en colocar ambientadores con olor a pino silvestre.

Sevilla tuvo que ser

Le debo tanto a Sevilla que me atrevo a lanzar todo un muestrario de posibilidades que ofrece esta ciudad, desde el prisma de quién ha plasmado a través de la fotografía algunos de los momentos vividos por sus calles y plazas.

Observación

Juan miraba los aviones y comparaba su vuelo al de las cotorras del parque: en la inmensidad del cielo no dejan de ser dos puntos que se mueven con las alas abiertas.

Una parada de nuevo en Cantillana

Una parada obligatoria de nuevo en Cantillana. En esta ocasión para participar con el club de lectura de la Casa de la Cultura. Será a las cinco de la tarde y allí tendremos ocasión de intercambiar opiniones en torno a este libro, dentro de su periplo por los distintos espacios donde esta siendo requerido. Espero encontrarme con gente entusiasta con la lectura, porque el fin y al cabo todos tenemos algo que aprender cada día. El lector de lo que propone el autor y este de el eco que sus lenguaje escrito pueda transmitir. Para mi es un orgullo volver por este pueblo, que tan buena acogida me dio en su momento, el día en que fue presentado el libro en la Biblioteca Municipal. Así que allí nos veremos.
 

II Encuentro de Poetas en la Casa de las Sirenas de Sevilla

Por segundo año consecutivo, el pasado viernes 22 de Noviembre nos reunimos un grupo de escritores en el CC Casa de las Sirenas de Sevilla, en torno a la poesía. Una vez más las antiguas caballerizas de lo que otrora fuera un palacete, sirvieron de altavoz para una tarde de concordia en la que: Pilar Alcalá, Diego Bardallo, Pepi Bobis, Antonia María Carrascal, J.R. Infante, Onofre Rojano, María José Collado, Juan Martínez, Manuel Senra, Laura Sánches, Concha Viches, Laura Villanueva y Mabel Zaves, acompañados a la guitarra por Pilar Andujar, dieran rienda suelta a su forma de versificar. Tarde grande, tarde inolvidable, que quedará bien guardada en el seno de cada una de las personas que allí nos dejamos ver.