domingo, 22 de octubre de 2023

Eucaliptos de El Colmenar

 

Árboles y arboledas singulares de Andalucía

Singularidad

Los Eucaliptos de la Casa de El Colmenar sobresalen tanto por su altura como por su rareza. Este género procede en su mayoría de Australia y las especies más frecuentemente cultivadas aquí son E. globulus y E. camaldulensis. Sin embargo resulta algo extraño encontrarse en la geografía andaluza con la especie E. citriodora.

Sus troncos son totalmente lisos, de un color gris púrpura y la corteza es prácticamente inexistente. Los fustes comienzan a ramificarse a partir de los 6 metros y las copas son de aspecto lineal y poco frondosas. Uno de ellos alcanza los 38 metros de altura y es de un porte muy esbelto y estilizado. Los aceites esenciales que desprenden los individuos de esta especie poseen un fuerte olor a limón.

Caracterización

Es una alineación de cuatro eucaliptos de la especie Eucalyptus citriodora que se sitúan frente a la Casa Forestal de El Colmenar.

Los rodean pinos piñoneros (Pinus pinea) principalmente pero también encinas (Quercus ilex subsp. ballota) y alcornoques (Quercus suber) aunque con menor presencia que los anteriores. Entre los eucaliptos existe una morera (Morus nigra)

y algunos naranjos (Citrus spp.).

 

LOCALIZACIÓN

Paraje: Casa de El Colmenar

Término municipal: Aznalcázar

Espacio Natural Protegido: No

PROPIEDAD

Pública

ESPECIES INTEGRANTES

Eucalyptus citriodora

EXTENSIÓN

0,3 ha

viernes, 13 de octubre de 2023

Calíope

 

Así comienza el relato, que con el título de "Calìope" puede encontrarse en el libro Bajo la luz de mi plaza /Otoño-Invierno

El callejón de los pobres está limitado por los ventanales blindados de dos entidades bancarias de reconocido prestigio. En él suelen sestear algunos indigentes, sentados en los bancos de forja; ocupan tan sólo la tercera parte, ya que la separación entre los asientos hace imposible la postura decubito supino, salvo para casos excepcionales de mendigos faquires, que son los menos.   El frescor que proporcionan las acacias y la visión del agua en la fuente colindante sirven de reposo ideal. Tiene el pequeño inconveniente de que cuando llega el autobús de línea, éste forma una pared disuasoria para que la estancia en el lugar no se prolongue demasiado. Con el motor en marcha, el tubo de escape expele tal cantidad de humo procedente de energías limpias, eso sí, que es mejor fumarse una caja de cigarrillos antes que permanecer allí más de dos horas. Cuando el conductor decide que es el momento de marcharse, los oídos experimentan un alivio como si de repente una ola marina hubiese llegado al filo de la acera.

Dos mujeres con bolsas colgadas en los brazos, al modo de percheros humanos, deciden darles un descanso a los sufridos pies y se sientan. Una de ellas extrae de su bolso un pequeño álbum de fotos y se lo muestra a la otra.

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viernes, 6 de octubre de 2023

Calzada de ida y vuelta


 

Calzada de ida y vuelta,

viaje a ninguna parte,

aceite de la vida

en tu pelo de viernes por la noche.

Gira sin pausa la esfera de cristales

como la Tierra,

con tus horas adheridas

al elixir que rumia el suelo.

El disc-jockey voltea el aire,

las palabras pierden monemas

hasta llegar a su destino.

Ahí se concentra el mundo,

fenecen las cuatro estaciones

sitiadas por la penumbra,

impregnadas de abrótano hembra.

Basta un mensaje en chino,

visado una o cien veces

para que el lugar se transforme

en un canto coral

sin honor a Beethoven.

Luego del hombre viene el hombre,

porque está escrito,

porque somos los elegidos

para perpetuar la especie.

Ahí te encuentras

sin domingos de comunión,                                                  

más guardando todas las fiestas

en la agenda de tu bloc,

notable alto cum laude

en el tuneo de automóviles.

Canto a la luna de Rusalka

y rezo por ti.