viernes, 24 de enero de 2020

Sierra Mágina III



Lunes, 8 de Diciembre de 1997
Día de recogida en Bedmar desde dónde emprendemos la marcha hacia Belmez de la Moraleda. Allí conocemos la casa donde se produce el fenómeno conocido como las "caras de Belmez", y que no es otro que unas extrañas sombras que se producen en el suelo, y en unas lápidas colocadas en la pared, que tienen la singularidad de cambiar de forma, además de presentar ese aspecto en forma de cara. El fenómeno está en estudio y ninguno de nosotros conoce resultados. El pueblo situado en la falda de la montaña tiene como desagradable un impresionante vertedero descontrolado que inunda una de las carreteras de acceso.
De allí nos dirigimos hasta Solera, un pueblecito que dada su orientación conservaba aún los efectos de la nevada de la semana anterior, y aunque en las estribaciones se aconsejaba utilizar las cadenas, subimos sin ellas porque el día presentaba un inmejorable aspecto. La carretera y el pueblo en si nos hicieron disfrutar de los últimos instantes de gloria en Sierra Mágina por el encanto de la nieve: los tejados, las calles, los olivos, los campos cercanos...todo estaba como en una postal y nosotros allí en lo alto de un torreón divisando el horizonte, fotografiándonos para la posteridad y librando una batalla campal en forma de bolas de nieve como no habíamos tenido oportunidad de realizar en ningún momento anterior.
El resto de la jornada discurrió con mucha carretera, mucha agua y alguna que otra parada para reponer fuerzas. Una vez más tuvimos ocasión en este "puente" de convivir en buena armonía y de rellenar una página más de la ya dilatada trayectoria de este club de viajeros que algún día puede que haga historia, desde que comenzó a caminar por el inolvidable Picacho de Alcalá de los Gazules.

martes, 21 de enero de 2020

Cinco años de Una parada



En este comienzo de 2020 se cumplen cinco años desde que salió a la luz el libro de relatos Una parada obligatoria. No es que haya viajado por medio mundo, no son esas sus perspectivas, pero bueno, algún que otro viajecito si que se ha dado. A nivel de presentaciones el libro estuvo en 2015 en La Casa de las Sirenas de Sevilla, donde tuvo lugar su puesta de largo. A partir de ahí voló, y en 2016, en la Feria del Libro de Sevilla, conoció la Sala Apeadero; lugar con encanto donde los haya. En el año 2017 visitó la tierra de los gurumelos: Paymogo, y amparado por su feria se dió a conocer de la mano del sin par Manuel Peña (Lástima que no hay un video de aquella memorable presentación). En ese mismo año visitó la primera de las bibliotecas por las que ha desfilado: En Valencina de la Concepción, los integrantes del club de lectura tuvieron a bien dedicarle una de sus sesiones. Momento emotivo, sin duda. Luego vino la segunda de las bibliotetas: Cantillana. Y allí la alcaldesa, Angelines García hizo los honores y presidió la mesa. Otro momento para enmarcar. Era junio de 2018. Una nueva visita a Cantillana tuvo lugar para conocer a la gente del Club de lectura, ya en 2019: las sensaciones fueron exquisitas. Y para terminar la visita hecha a La Puebla de Montalbán, también en 2019,  es de las que no se pueden olvidar por la buena acogida que hubo y la sintonía tan agradable con Almudena, con Eulogio y con el resto de las personas que nos acompañaron.
Hasta el día de hoy ese es el recorrido de este libro. Espero y deseo que no pare ahí, porque el contacto con las personas interesadas en el mundo de la literatura es lo más gratificante que se puede sacar de cuanto rodea al deambular de los que nos dedicamos a esto de la escritura.
 

martes, 14 de enero de 2020

Fresno del Molino del Corcho


                                               Imagen tomada de la red

Singularidad
La altura y el perímetro de tronco son los dos elementos por los que se distingue este árbol. El fuste posee una anchura nada desdeñable, llegando a superar los 3 metros de perímetro a 1,30 del suelo, mientras en la base casi llega a los 6. La copa es lineal y se alza hasta los 24,5 metros destacando por encima de otros fresnos y chopos.
A los pies del fresno hay colocados dos ruedas de molino que recuerdan la actividad r ealizada antaño en las ruinas adyacentes.
Entorno
El Fresno del Molino del Corcho se encuentra en un paraje estética y florísticamente inmejorable, la ribera del río Rivera del Huéznar, junto a las ruinas de un antiguo molino de aceite. La vegetación que lo acompaña está compuesta por otros ejemplares de fresno, chopo (Populus nigra) y alisos (Alnus glutinosa) que se desarrollan en el mismo cauce del río. El matorral que se observa lo componen principalmente zarzas (Rubus ulmifolius) y durillos (Viburnum tinus)
LOCALIZACIÓN
Paraje: Molino del Corcho
Término municipal: Cazalla de la Sierra
Espacio Natural Protegido: Parque Natural Sierra Norte de Sevilla
PROPIEDAD
Pública
CARACTERÍSTICAS MORFOLÓGICAS
Altura total: 24,50 m
Altura del fuste:1,90 m
Perímetro (a 1,30 m): 3,25 m
Perímetro en la base:5,70 m
Diámetro de copa:dirección N-S: 17,50 m
dirección E-W: 22,00 m
Proyección de la copa:302,38 m
 

jueves, 9 de enero de 2020

Despuntaba





Despuntaba el canto del mirlo
mientras yo me hallaba preso
de tus sonrosados labios,
era la brisa marina,
viajera tierra adentro,
la que aliviaba el sopor
de una noche de torso desnudo
y tú seguías ahí, enmudecida,
apretando tu mano contra la mía.
Charles Chaplin miraba
por el ojo de la cerradura.
De repente un martillo
sonido de latón concentrado
en una esfera
me deja tragando moscas
y oliendo a pelo de gato.
¿Dónde estoy?
¿Soy aquel o éste?
¿Tengo que pisar tierra firme
o continuar navegando
por recónditos océanos?
¿Por qué a las sieteimedia
he de contar sobres descafeinados
hoy que ejerzo de Peter Pam
y no de Capitán Garfio?
Con mi mano, la apretada,
palpo el borde de mis labios
sabor a corcho
luces y sombras se pelean
por el dominio de la estancia.