Corzos huidizos
Salto de la Mujer
puente de plata.
Por las Tres Fuentes
y el arroyo Marrú
saltó la liebre.
Cabezo Méndez
es la insigne atalaya
que abre Los Pagos.
EL PINSAPAR, UN TESORO BOTÁNICO
Encontré este reportaje en las redes y me pareció extraordinario para esta sección del blog. Autora del reportaje: María N. Ángel Rueda
En mayo de 1934, el matrimonio formado por los prestigiosos botánicos Pierre y Valia Allorge, procedente de París, recorrió parte de Andalucía dentro de sus numerosas expediciones por España y otros países de Europa para investigar su flora e inventariar nuevas especies. En su recorrido, dedicó una mención especial al pinsapar de la Sierra de Grazalema, "una de las más bellas excursiones que un botánico puede realizar".
un tipo de abeto singular que propició la declaración de la Sierra de Grazalema como Reserva de la Biosfera de la Unesco -primera en la Península Ibérica- y, posteriormente, como parque natural.
Descendiente de los abetos centroeuropeos que formaban grandes bosques en las épocas glaciares, en la actualidad solo se encuentran pinsapos en el Parque Natural Sierra de Grazalema -a caballo entre dos provincias, ya que comprende la sierra de Grazalema (Cádiz) y la serranía de Ronda (Málaga)-, en el Parque Natural Sierra de las Nieves y en Sierra Bermeja, ambos en la provincia malagueña. También existe un pequeño reducto al norte de Marruecos. El pinsapo es una de las nueve especies de abetos que viven en las montañas que circundan el Mediterráneo.
Panorámica del pinsapar en la Sierra de Grazalema.
En la Sierra de Grazalema, el pinsapar se extiende por una superficie de más de 400 hectáreas sobre la conocida como Sierra del Pinar. Adentrarse por el bosque de pinsapos es penetrar en un territorio dominado por la naturaleza, donde la profusa vegetación deja poco espacio a la luz solar. Los pinsapos se ubican generalmente en laderas norte, protegidos de la excesiva insolación y la pérdida de humedad. Esto da lugar a un bosque concentrado y umbrío, en el que los ejemplares compiten por la luz, lo que deja sin hojas sus ramas más bajas y supone una escasa presencia de matas y arbustos, que se reducen a muy pocas especies.
Los bosques de pinsapos estuvieron muy extendidos hace millones de años, cuando las condiciones climáticas eran muy diferentes a las actuales. Eso los convierte hoy en un vestigio de aquellos tiempos y en una joya botánica restringida a un área muy reducida. Su nacimiento y proliferación coincidió con el enfriamiento durante el periodo Terciario, era geológica que se inició hace unos 65 millones de años.
Cuando el clima empezó a suavizarse y las precipitaciones fueron disminuyendo progresivamente, dando entrada a la era postglaciar, la mayoría de los pinsapos desaparecieron. Si han conseguido sobrevivir y mantenerse en pocas áreas, como el Parque Natural Sierra de Grazalema, ha sido gracias a la orografía de la zona, que les ha proporcionado condiciones climáticas cercanas a las existentes en épocas muy anteriores.
Pero, ¿quién descubrió el pinsapo como una especie única del sur de España? Al botánico Edmond Boissier corresponde su presentación en sociedad en abril de 1837, cuando lo calificó como una especie nueva y original tras descubrirlo en Sierra Bermeja y, posteriormente, observarlo más de cerca en la Sierra de las Nieves. "He dado a esta nueva especie de conífera el nombre de 'Abies pinsapo'", escribió después.
Si la
existencia del pinsapar mereció el reconocimiento de la Sierra de Grazalema
como Reserva de la Biosfera en 1977 y parque natural en 1984, la distinción
permitió, a su vez, reforzar la protección y mejorar en el tiempo las
condiciones de esta masa forestal. "Desde que se reguló su protección, la
superficie de pinsapos se ha duplicado",
Las principales intervenciones en este espacio se centran actualmente en la
prevención de incendios, creación de áreas cortafuegos y otros trabajos
forestales para su protección. "Además de evitar los incendios, la
principal actuación pasa por dejar que la naturaleza siga su curso",
Aun así, señala, "la naturaleza es una lucha y hay otras plantas que
también luchan por su espacio, como el quejigo o roble andaluz, pero eso no ha
impedido que el pinsapo haya avanzado mucho y se encuentre en muy buen
estado de conservación".
El sendero comienza en el lugar conocido como Las Canteras o Los Areneros debido a las canteras que aquí se encuentran, a un par de kilómetros de Grazalema, en la carretera que sube al Puerto de las Palomas. Ganando altura, el camino alcanza el Puerto de las Cumbres, desde donde se puede contemplar la Serranía de Ronda y una gran extensión de la Zona de Reserva. Se divisa también el Torreón, el pico más alto de la provincia de Cádiz, y algunos pinsapos hasta llegar al propio pinsapar. Más adelante, los pinsapos ceden el protagonismo a los quejigos, para concluir el itinerario en una pista que se dirige a la población de Benamahoma.
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Fin de temporada
Llegó el verano y con él se acaban las distintas tertulias literarias en las que participo.
Por una parte esta la más añeja: la de la Casa de las
Sirenas de Sevilla, que ya tiene nombre propio luego de muchos años sin
tenerlo: Tertulia Literaria Onofre Rojano, en honor a nuestro ilustre poeta,
que forma parte de ella casi desde el principio. Casi veinte años debatiendo
sobre los pormenores de la literatura, que no es poco. Esta temporada nos hemos
centrado en el libro “La familia de Alvareda” de Fernan Caballero, dada su
relación con Dos Hermanas y el interés de uno de los componentes de la tertulia
con ese pueblo de Sevilla. Dos personajes ilustres nos visitaron: por un lado
Miguel Fernández Villegas, que nos estuvo poniendo al día de las cualidades de
la música clásica y Joaquín Egea López, que en su afán por conservar la esencia
arquitectónica de Sevilla no cesa en divulgar dichos valores. Como siempre se
producen altas y bajas en el número de participantes en la tertulia, pero eso
la hace más viva.
En el Club de Lectura “Alfeizar” de Camas hemos cumplido el objetivo de leer
una buena colección de libros, amén de afianzar los lazos de amistad de un
grupo de personas, ahora que vivimos tiempos tan inhumanos en latitudes
próximas. De esta manera leímos: Planeta de Susana Martín, La leyenda del
samurái y la mariposa azul de Pedro Caldas (que estuvo en el club), Mosturito
de Daniel Ruíz (también estuvo presente), Últimas tardes con Teresa de Juan
Marsé, Lo que esconde tu nombre de Clara Sánchez, El clan del oso cavernario de
Jean M. Auel, Nada de Carmen Laforet, El ángulo de la bruma de Fátima Martín,
La cinta roja de Carmen Posadas, La fiesta del chivo de Mario Vargas Llosa y
Mesa para dos de Amor Towles.
En cuanto a la tercera de las tertulias es a la que he asistido menos, por diversas circunstancias. Se trata de la que lleva el profesor José Carlos Carmona en la Casa del Libro. Pude estar presente en el debate o al menos leí el libro: Trópico de Capricornio de Henry Miller, Mesa para dos de Amor Towles y Sed de Amélie Nothomb.
Y hasta aquí llegó un Curso más en torno al mundo del libro. Ahora a esperar a que se calmen los rigores del verano para retomar la actividad literaria en forma de tertulia.
En el relato “La bolsa”, un hombre (Rogelio), una
mujer (Merche) y un perro (Bob), viven una aventura inesperada; ellos que eran
desahuciados de la sociedad, de repente le ven la punta a otro tipo de vida.
En “Retrato de primavera”, el asunto es distinto, ya que se trata de un relato
coral, aunque por encima de todos los personajes destacan: Anastasia (niña),
Tati (mujer), Felipe, Carmelo y Caraculo (hombres) y Moro (perro). Una historia
de personas y animales situados al margen.
“La inauguración” cuenta con dos personajes: Antonio Del Postigo (Secretario
del Alcalde) y Eduardo Bueno (Profesor de Secundaria), que son los que le dan
forma a una situación.
Y por último en el relato “El contenedor azul” se encuentran dos íntimos
amigos: Ramón García (detective jubilado) y Ángel De la Guarda, persona
inquieta que vive junto a su amigo una aventura inolvidable.
A veces hay que escribir muchas páginas que nadie leerá, antes de poder escribir una que lean los demás.
Carlos Ruíz Zafón
Medardo Muriel
22 de octubre de 2011 20:15h
Hola
Elisa ¿estás disponible?
…/…
Medardo Muriel
22/10/11 20:20h
Perdona
¿puedes conectarte?
…/..
Elisa Capa
22/10/11 21:00h
Hola
Medardo, en poco tiempo estaré contigo.
…/…
Elisa Capa
…/…
22/10/11 21:30h
Medardo
…/…
23/10/11 22:30h
Hola Elisa
…/…
¿Qué
tal, Medardo, a ver si por fin lo conseguimos. Me vas a disculpar, pero es que
tuve una tarde muy agitada ayer…
…/…
No
importa, gracias por atenderme.
…/…
Cuéntame
…/…
Quería
saber si puedo enviarte algunas muestras de mi trabajo.
…/…
Sí
claro, sólo que no sé cuánto tiempo
…/…
No me importa, ya sabes que
valoro tu criterio y…
…/…
Siendo así, mándamelo por
correo, haré lo que pueda
…/…
Bien, de acuerdo, oye… he
leído…
…/…
Sí, dime
…/…
He leído tu último libro y me
ha gustado.
…/…
“Aquellas noches de verano”
…/…
A ese me refiero, es que lo encuentro
tan lleno de belleza interior que me parece prosa poética.
…/…
Gracias, Medardo, eres muy amable
…/…
No es amabilidad, Elisa, es
que el libro lo merece.
…/…
Bien, bien
…/…
Estás preparando otro?
…/…
Mi vida como escritora es una
constante batalla contra el tiempo.
…/…
¿Ah, sí?
…/…
Las mujeres que escribimos,
tenemos que compaginar tantas facetas, que no se pueden casi ni contar.
…/…
¿A qué te refieres?
…/…
lo de esposas, amas de casa, madres…
…/…
¿Y los hombres?
…/…
Lo tenéis más fácil.
…/…
Pues yo cuido mi ganado, me
tengo que buscar la vida y soy padre
también
…/…
Tú eres una excepción a la
regla, Medardo.
…/…
¡Ah¡
…/…
Perdóname, pero tengo que
dejarte.
…/…
Como quieras, hasta pronto.
…/…
Te avisaré sobre tus escritos
…/…
Cuando tú quieras, no hay
prisa
…/…
Tengo que dejarte
…/…
De acuerdo, un beso
…/…
Adiós, Medardo, un beso