miércoles, 16 de abril de 2025

Hayedos

 


HAYEDOS

El haya (Fagus sylvatica) vive preferentemente en climas templados y  lluviosos. Los bosques de esta especie en la Península Ibérica representan las poblaciones más suroccidentales a nivel Europeo, distribuyéndose principalmente por las montañas del norte Peninsular entre los 50 y 1.900 m de altitud.
Más del 32 % de los hayedos se encuentran en Navarra, mientras que en Madrid la presencia es residual en cuanto a superficie. Sin embargo, los hayedos madrileños son singulares al tratarse de algunos de los más meridionales de Europa.
Los hayedos del Sistema Central y Puertos de Tortosa y Beceite son los más suroccidentales de su distribución europea. Este descenso latitudinal se compensa con un ascenso altitudinal.
Aunque casi el 40 % de los hayedos en España son monoespecíficos, las especies arbóreas que con mayor frecuencia acompañan al haya son frondosas (87 %). Destaca el género Quercus, que aparece como segunda especie en más de 130.000 ha
La Selva de Irati, en Navarra
El segundo hayedo más extenso y mejor conservado de Europa, solo tras la Selva Negra alemana. Este bosque ofrece paisajes espectaculares y fabulosas rutas de senderismo.

UN TESORO DEL PIRINEO

Mucho se ha escrito sobre la Selva de Irati y su indiscutible belleza. Y es normal, ya que se trata uno de los hayedos-abetales más grandes y mejor conservados de Europa.
Un extenso bosque que, aunque se haya explotado forestalmente desde el S.XV, se conserva en plena forma gracias al respeto que le ha mostrado la ciudadanía de estos valles.
Hayas, robles, abetos, abedules, sauces, helechos y musgos, entre otros, sirven de morada para ciervos, corzos, jabalíes y multitud de habitantes más, que aportan a este entorno una gran riqueza medioambiental.
Ah, y que no se nos olviden los vecinos más pequeños, que la Selva de Irati es una Zona de Especial Protección de Avifauna y eso se nota, con pájaros carpinteros —para quienes la Selva de Irati es uno de sus últimos reductos—, pitos negros y picos dorsiblancos. Y también grandes rapaces como el quebrantahuesos, el halcón peregrino o el águila real.
Una gran familia en una gran morada.
Esta magnífica conservación y biodiversidad se debe también a las tres zonas protegidas de la Selva de Irati: las reservas naturales de Mendilatz y de Tristuibartea y la reserva integral de Lizardoia, que contribuyen a la buena salud del bosque.

2 comentarios:

  1. Me gutaría pasear por tanta belleza Arrillo.

    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. Pues ahí los tenemos a nuestra disposición.
      Un abrazo J.R. Infante

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