139 Agradecemos a Fernando su inagotable paciencia para con nuestro quehacer, pero hoy anda Gon con alguna prisa porque está ansioso de colgar unos versos, ¡Gracias Fernando!
Anoche mientras sobrevolabas
tu Atlántico
tenía mi mente puesta
en el siete de julio.
No me tembló el pulso,
no se me agrietó la voz,
en algún desconocido archivo temporal
fue alojada esa imagen sonora
que yo llevo pegada en la frente
con un post-it amarillo
infinitesimal.
Blancos azulejos, dieciséis por dieciséis,
amoldaron el testimonio hasta
que el insigne operario entró
con la pertinaz machota.
Yo estaba pensando en Eros,
tu mente cabalgaba junto a Philos,
hemos cambiado de siglo
y no consigo despegarme
esa franja horaria que
nos separa.
¡Ay de los quince años!
-tinta derramada otrora-
aún bulle,
aún galopa brioso el corcel blanco,
rescoldo a la espera de viento,
manantial que busca el río.
Yo también cruzo la mar
...El mar está para eso, ¿no?...
ResponderEliminar...Para cruzarlo o para acordarnos de quien lo cruza...
...Un abrazo atlántico...
Gracias, las que os adornan a vosotros.
ResponderEliminarLa prisa, me imagino que por publicar, porque esas palabras no tienen nada de eso... pero si mucho de vivencias personales, me parece.
Por cierto, la voz de Dulce, es de diez.
Un abrazo.
El mar...que me aleja tanto del beso que quiero dar hace casi tres años...
ResponderEliminarMe llegò hondo justamente "Anoche"...