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viernes, 21 de mayo de 2010
Charlando con D. José
184 D. José, me da la sensación de que lo han visto en la playa, Alba no me diga que me están espiando ¿debo buscarme protección?, como no sea la solar ¿de qué se va a proteger usted, alma de dios?, como dice usted…, lo que digo es que según me cuenta Nora, le ha visto con su nieta paseando por la arena, ¡joder! ¡oh, perdón!, es que no está tranquilo uno si siquiera en traje de baño, debe ser por lo del barco varado en la orilla que tanta expectación ha levantado, ¡ya!, ¿pero esa señora no tiene mejor cosa que hacer que estar pendiente de mis paseos?, además ¿dónde vive ella?, aguas allá D. José, ¡América! Alba se está usted quedando conmigo, no lo crea jefe ¡tiene una vista!, bueno, bueno, dejemos eso ¿qué hay de ese relato que no acaba nunca?, pues no sé usted sabe que es cosa de Gon y esta semana con El Rocío, ¡otra vez está esa criatura de fiesta, es que no para!, la inspiración hay que buscarla en la calle D. José, ¡y un cuerno, en mis tiempos…!, no se altere usted jefe, nos pasamos delante de la pantallita casi todo el día, qué menos que de vez en cuando, de vez en cuando vale, Alba, pero es que esa criatura pasa del Carnaval a la Semana Santa , de la Semana Santa a la Feria , de la Feria al Rocío…¡pare, pare usted jefe! ¿qué van a pensar de nosotros?, me da igual lo que piensen los demás, Alba, lo que yo pienso es que cómo se le haya ocurrido alargar el relato por no estar aquí, se le va a caer el pelo, no es eso jefe, es que lo está madurando, ¡ya! ¿en el Rocío?, no volvamos a tras jefe, ¿qué me dice del notición de la Tertulia ?, no me vaya a decir que se lo debemos a Gon, no es eso jefe, ya sabemos que gracias a usted podremos contar con la presencia de ese excelente narrador próximamente, cosa de la que nos alegramos todos, incluido mi compañero y amigo, así es Alba, esperemos que Vaz de Soto nos avise pronto, antes que los rigores veraniegos hagan estragos, ¿se enteró usted que la amiga Carmen nos ha llevado a Facebook?, ¿para qué?, para promocionarnos, dice ella, ya veremos, ya veremos, ¿ha felicitado usted a Izaskun, jefe?, pues claro que lo he hecho Alba, ¿usted cree que yo me paso todo el día en la playa?, ¡que va, que va D. José!, ya sé que a pesar de los requerimiento de su nieta, el trabajo es el trabajo, así es Alba y ¡ya está bien de tanto parloteo, al trabajo!, lo que usted diga, jefe, lo que usted diga.
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Alba, acercate un poquito por favor que quiero decirte algo al oído …dejame unos minutitos con D. José, porque la verdad que éste tío que tiene un humor!…Gracias
ResponderEliminarD. José, Sabrá usted que de las mujeres sabemos ocultar las pupilas húmedas cuando un hombre, en el ámbito que fuere, nos habla con el tono de voz con pesadez fría…entonces le pido, por favor: ¿podría usted dirigirse de una manera más amable hacia la Sra. Alba?
Mire, yo vivo del otro lado del charco, pero sería capaz de cruzarlo para cebarle unos mates con medialunas o con tostadas con dulce de leche, lo usted prefiera, así me cuenta sobre la preciosa Nerea y del buen trato que está teniendo con Alba… ¿Acepta?
Alba, Alba…vení…me contás luego qué sucede, sí? Shhhh…este es un secretín entre ambas ;0)
Ah! Un beso para usted, D. José!