307 Metidos en harina, Gon, te voy a dejar un nuevo poema de la colección “Reloj de arena”, como gustes Alba, ya sabes que estuvieron por aquí Vero, Dolce Voce y María, lo se y además María nos trajo unas cuantas fotos más, cosa que es de agradecer, entonces vamos al poema, vamos…
PORQUE UN DÍA LLAMÓ
PORQUE UN DÍA LLAMÓ
Porque un día
llamó
el amor
a la puerta
entreabierta
del callejón sin nombre,
crecieron
ortigas en mi cenicero.
Era un amor
desconocido
mitad beso
mitad verbo algodonado.
Reclamaba como
propio
lluvias de
meteoritos
amapolas por la
sementera
y ardientes
brazos circunvalatorios.
Se preguntaba
este amor
por la
incomprensión nacida
en aquel
recóndito valle
de huracanes
sin bozal.
Pisapapeles
amarillento impiden
leer el
decreto,
surcos de barro
marcan mi
mejilla.
respiro a
borbotones, grito
y no me oigo
El amor late,
galopa,
en corcel de
negra crin,
deja su huella
en la playa.
Sube acompasada
la marea.
Ahora tengo
entre mis manos
labios resecos,
adormecidos,
a los que entreno
cada mañana
en el arte de
soportar
horas de tedio
en incorruptible
sillón
giratorio.
Remolinos de
verano
a los que
pretendo reconvertir
en suave brisa
nocturna.
Ole tu, poeta y grande.
ResponderEliminarPoema lleno de esperanza, de no dejarse vencer, de ir más allá del momento sombrío.
Abrazos :)
Me encanta leerte entre versos amigo Arruillo deberías hacer más entradas con poemas, porque volar desde los versos es fluir, dejarse llevar, volar en sueños, sentirse acariciado por la brisa, son regalos del alma... son belleza, y hoy tus letras son el arte de tu escritura.
ResponderEliminarFelicidades poeta.
Un beso.