317 ¿Qué se cuentan Trini y Vero?, me hablaban del asunto del viaje, Alba, ¡ah, si!, pues qué quieres que te diga, yo también creo que lo importante es viajar, ya sea para dentro o para fuera, muy bien ¿ahora te toca a ti, no?, a punto estoy de colgar mi aportación, toca leer, así es, Gon, no te digo más…
SE BIEN QUE HAY UNA FRONTERA
Sé bien que hay una frontera,
un cristal de bordes redondeados,
una raya,
un lugar donde Eros está proscrito,
una isleta junto al semáforo
donde Michel nos persigue,
a ti te vende pañuelos,
a mí palomas de alas rojizas.
Tierra inhóspita que ahora cabalgo.
Quiero que mi verbo esté
en la servilleta volátil,
en la hoja rosa del parte
o en el filo de tu almohada.
Es una franja
tan estrecha
tan ancha
como beber cerveza sin o con.
Verdes naranjas que tornarán
su piel en atardeceres de verano,
que ofrecerán almíbar a los dioses,
inspiración al poeta,
cuando estemos junto al puesto
veremos sólo naranjas, tal vez su precio.
Aquí ante blanco papel emborronado
me siento acero
con empuñadura de plata
y te sueño perfume de jazmín
que llama a mi ventana.
Precisamente iba a pedir a gritos una poesía y anda, toma!!!
ResponderEliminarAsí que he disfrutado, poeta, qué gozada eso de la servilleta volátil, la línea fina que se difumina y trae a la forma el éter donde el verso se crea.
Besos
Un leve olor a jazmines me llega desde tu ventana...
ResponderEliminarSerá que hoy tu casa luce toda la enormidad de la belleza de este poema que nos regalas.
Sí, está la tarde para leer poesía, sin duda. Sobre todo de este calibre.
Te felicito
Abrazos
Hoy tus versos huelen a la fragancia de las flores, a esencia de versos, al arte de un bello poema que, al leerlo, acaricia los sentidos, amigo Arruillo, me ha encantado estar en tu blog ha sido un deleite para los sentidos.
ResponderEliminarUn beso.
Es un gozo para el alma leer tu poema,amigo.Me quedo en el dulce país que has creado en mi mente y en mi corazón que de pronto,salta encantado.
ResponderEliminarUn saludín
Carmen