lunes, 30 de septiembre de 2013

Sólo busco tu presencia


  361 Hoy te voy a presentar, querido compañero, un poema que espero que te guste, lo leeré con atención, Alba,  y espero que también les guste a Trini, Araminta, María José y María
las cuales –dicho sea de paso, Alba- tienen distintos criterios con respecto al otoño, como tiene que ser, Gon, pero no me enredes, ahí va el poema:





Sólo busco tu presencia
cuando desafío al destino,
girando el panel indicador, barreneando.
Si tus besos son ausencia,
tus caricias vocablo que aspira
                   al diccionario oficial,
quédeme el Sol que alumbra
para hacer sombra con tu cuerpo.
Quise aspirar aroma de jara
manchándome con tus manos,
contar la arena de la playa
mientras te veía danzar con
las ninfas un vals tornasolado,
pisar con tus pies descalzos
el verde, la butaca, el aire.
              Tendré
que subir al oráculo la bendición divina
de la vida laboral.
Hirundo, tú que atraviesas
con facilidad los mares,
aprovecha esta corriente de amor
y trínale posada en su hombro
este trasiego de morfemas,
ella puede que adorne la mejilla
con alguna perla fugaz,
pero oirá encantada el mensaje
y hasta alisará tus alas.

6 comentarios:

  1. Maravilloso.

    Ojalá esa presencia deseada no nos sea nunca esquiva.
    Te felicito por el poema

    Abrazos

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  2. Presencia alada como un ángel. Hermoso. Un abrazo.

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  3. Un poema con tu personalidad.
    Bello, entregado, rotundo.

    Abrazos

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  4. Amigo Arruillo, la portada del libro es muy sugerente. He puesto el link de la editorial en mi blog para darle difusión. Un abrazo.

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  5. Casi me pierdo éste precioso poema, menos mal que nunca es tarde si la dicha es buena.

    Me encantó tu frase: Si tus besos son ausencia, tus caricias vocablo que aspira al diccionario oficial.

    Un beso.

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¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?