Así comienza este relato que forma parte del libro Bajo la luz de mi plaza
Desde la cafetería de la esquina daba la sensación que habían aterrizado unas naves espaciales y se disponían a conquistar la ciudad. Las escalinatas representaban una plataforma de intercomunicación entre humanos y seres llegados de otra galaxia. Los entes que se encontraban en la pasarela de acceso, entre una y otra seta podían ser alienígenas en tanto que los operarios de mono azul que estaban subidos en una plataforma ajustando los tornillos de una farola, representarían la generación zeta de la era cuántica, correspondiente al año que viene.
J.R. Infante
Los describes muy bien Arruillo, realmente es muy original.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias, Conchi, por la visita y el comentario. Fuerte abrazo
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