La parada obligatoria de hoy va de...
CUENTOS COMPLETOS.- Juan Carlos Onetti
No es fácil enfrentarse a Onetti por primera vez con esta colección de cuentos completos, porque su escritura profunda, indagadora con multitud de incógnitas por resolver, puede resultar farragosa. Se repiten los personajes – y eso ayuda -, pero a pesar de todo hasta que no se adentra el lector en su forma de escribir, no acaba de percibir como es este escritor que dicen no se puede encuadrar dentro del realismo mágico, aunque sus tipos pertenecen a esa Sudamérica profunda llena de personas abandonadas a su suerte. Como es lógico algunos relatos son más fáciles de digerir que otros, pero he llegado a tener que volver a leer el alguno, una vez finalizado, y eso a estas alturas de tantos libros a mis espaldas, no es buena señal. No cabe duda que estamos ante un autor original y de prestigio, lo que no quita para que a uno le cueste asimilar su escritura. Barroquismo que queda compensado con la utilización de un lugar común (Santa María) para que al menos no haya dudas sobre el lugar donde se desarrollan los hechos. Los finales de casi todos los relatos también tienen la característica de quedar a libre interpretación de quien los lee, ¿será por aquello de al buen entendedor...? En fin.
TRES CUENTOS.- Truman Capote
Con sabor a Navidad nos adentramos en el mundo literario de Capote y de sus primeros años de vida. Una relación difícil con su padre, al vivir lejos de él unas paradojas que nos hace ver Capote de una manera muy sencilla. Es de suponer que los relatos deben estar inspirados en aquellos años sin llegar a ser considerados autobiográficos. Las descripciones son auténticos manjares a saborear como esa tarta que hace su amiga en “Un recuerdo navideño”. Tal vez lo interesante sea la lectura de los tres cuentos, ya que por si solos pueden perder fuerza narrativa o al menos la estructura clásica de inicio, nudo y desenlace.
CUENTOS COMPLETOS.- Truman Capote
Se recogen en este libro unan buena colección de cuentos, todos ellos muy válidos, para conocer al autor, puesto que se hallan relatos tanto desconocidos como otros de fama mundial. Destaca su magnífica forma de describir todos los ambientes en los que se mueven sus personajes y aunque pueden resultar a veces complicado seguir el hilo argumental por la dificultad de los nombres, queda compensado con la delicia de la narración. Los diálogos entran tan bien que todo parece natural, como su estuviésemos en una habitación, en ese tren, o en cualquier otro sitio donde Capote nos quiera trasladar. Me quedo con títulos tan sorprendentes como: “Un árbol de noche” “Una guitarra de diamantes” “Una casa de flores” o “En la antesala del paraíso”. Sin duda una buena colección que conviene releer cuando nos encontremos en horas bajas de creación literaria.