128 Dice el jefe que hoy toca poesía, así que ahí les dejo el poema que justifica el título de la colección Reloj de Arena…
SI LAS ARENAS DEL RELOJ
Si las arenas del reloj
fuesen de distinto calibre
podría dar cobijo
-en mi tiempo -
a más besos de primavera.
Si el corazón que grabaste
fuese sobre fondo de roble
en lugar de espigado eucalipto
aún podríamos admirarlo.
Si la llave de mi carne
cayó en oscuro laberinto
¿a qué cerrajero de guardia
podremos pedir ayuda?.
He de taparme la boca.
No quiero seguir devorando
ansias de amar
sin sentido.
Aunque los labios no quemen.
Aunque los ojos no brillen,
Aunque la desnudez sea natural,
no puede ser espejismo. No cogí
las arenas del tórrido desierto
sino de una inmensa playa
-casi dormida-
que jugaba
con el dios Sol a construir
globos aerostáticos.
Y parece que fue ayer cuando unas pocas gentes con dinero veraneaban en San Sebastián. Cambiar de cutis está hoy por hoy al alcance de casi todos. ¿Habrá que esperar a la muerte de Fidel para desentrañar el misterio cubano? ?O nos quedaremos sin enterarnos?. Aquí junto al cementerio también se recuerda a Bécquer y su estremecedora leyenda, aunque conviviendo con la muerte parece que da hasta menos miedo. El sonido del silencio, cuesta descubrirlo, se vende tan caro que hay quien le asusta su presencia. Volvieron a caer bombas USA en la herida del Golfo. Cada día que pasa las Naciones Unidas tienen un grado menos de tranquilidad. Y el resto de los mortales también. Hoy es martes, habrá que echar la primitiva ¿qué remedio?
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