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viernes, 28 de mayo de 2010
Cuatro gotas (y 4)
martes, 25 de mayo de 2010
El escritor
viernes, 21 de mayo de 2010
Charlando con D. José
martes, 18 de mayo de 2010
Cuatro gotas (3)
jueves, 13 de mayo de 2010
El cinco por ciento
182 ¿Qué te parece la Feria del Libro Gon?, no estoy asistiendo como me gustaría, pero es que no se puede estar en todos lados, te comprendo, pues yo te puedo decir que he estado presente en dos charlas sobre Miguel Hernández, ¿y qué?, pues que siempre se aprende cuando están contándote cosas gente que ha estudiado a fondo al autor, lástima que no haya podido venir Fernando, así es Gon, esperemos que la próxima vez que se deje caer por aquí, podamos tomarnos un cafetito juntos, ¿y Nora?, hombre Gon, a ella le cae un poquito más lejos ¿no crees?, me refiero a que le expliques lo de la casa de Megustaescribir, que parece que no lo tiene claro, ¡ah, ya!, tendría que explicárselo más bien D. José, pero como no hay quien lo coja últimamente, ¡vale, vale Alba!, pero dile lo que pasa, pues lo que pasa es muy sencillo, que por allí no van las cosas bien y el jefe cualquier día cierra el negocio, así de claro, ¿te has enterado Nora?, así de claro, es que cuando Alba explica algo, lo explica, no te pases Gon, a ver qué le dices tú de tu Sargento Bueno, en primer lugar que no es “mi sargento”, porque aquí se trabaja para todo el mundo y en segundo lugar, y sirva de paso también para tranquilizar a Izaskun, llegará la tercera parte para poder seguir las peripecias de ese funcionario ejemplar, ¿de quién has dicho?, de ese funcionario..., ¡ni me lo nombres Gon! No me nombres esa palabra, ¿qué te pasa?, que me entra urticaria, ¿y si te nombro el 5%?, puede que deje de hablarte, entonces mejor será que no sigamos por ese camino, ¿te vas a la playa?, yo no, pero creo que si lo hará D. José, entonces seguro que está Nerea por medio, seguro Gon, seguro.
martes, 11 de mayo de 2010
Feria del Libro
181 Otra vez se nos presenta un día negro Gon, ¿será la nube del volcán?, no exageres Alba, estamos en primavera y por tanto igual sale un día de playa que uno de lluvia, como tenemos hoy, eso espero Gon, que sea cosa natural, pero en fin vamos a dejarlo ahí, te cuento otra cosa: me he llevado una sorpresa muy agradable cuando me he encontrado a Fernando por Megustaescribir, no me digas, así es Gon, lo sé porque me lo ha contado Reference, no porque yo lo haya visto, ¡ah! pues ya veremos lo que da de sí su presencia porque ya sabes que D. José no tiene mucha fe en aquella casa, ya lo sé Gon, la fachada no lo es todo, le falta alma y eso bien que lo sabemos, pero depende de él, pues que él decida Alba, ya lo que pasa es que Reference lo pone difícil porque nos dice cosas tan bonitas, que comprendo que la decisión sea difícil, de acuerdo Alba, pero me reitero, que decida él, nosotros a lo nuestro, a la escritura, a los libros, a la tertulia, al cine, al aprendizaje, tienes razón Gon, a lo nuestros ¿cómo va
jueves, 6 de mayo de 2010
Cuatro gotas (2)
180 ¿Tenemos ya la segunda parte de "Cuatro gotas"?, así es Alba, pues vamos a colgarlo que tenemos al personal impaciente, ¡no será tanto!, ya veremos…
CUATRO GOTAS (2)
.../...Viene de Cuatro gotas (1)
No hacía mucho la situación era bien distinta, el tráfico rodado se había apoderado de toda la ciudad y la gente se desplazaba en coches particulares como la cosa más normal del mundo. Se aparcaba en doble fila, encima de las aceras, en los pasos de cebra y cualquier sitio, sin respetar a los peatones, cada vez había más concesionarios de vehículos y marcas de coches nuevos, se batían record de ventas como el que bate huevos para hacer una tortilla. La situación era humanamente insostenible. Ni el centro de la ciudad se respetaba, ni el casco histórico, ni los cinturones exteriores podían con la carga de vehículos. Entonces si que era una situación caótica y en extremo peligrosa. Los llamamientos de
—Mi sargento, que aquí hay uno que ha colocado el coche en mitad de la calle y dice que no lo mueve porque no le da la gana.
—Pues muévalo usted, agente.
—Lo tiene bloqueado y como no venga la grúa.
—Agente ¿Cómo se llama usted?
—Severiano Pérez, mi sargento.
— ¿Qué número de placa tiene?
—Veinticinco mil diecisiete, mi sargento.
— ¡Aja! Ya lo tengo. Pues según su expediente, que estoy viendo en pantalla, hace tres meses le ocurrió un caso semejante en
— ¿En
—Pues no me entretenga que está la tarde muy movidita, agente Pérez. ¡A su trabajo!
—A la orden, mi sargento.
El sargento Bueno se las pintaba como nadie para conseguir que todo fuese una balsa de aceite en el diario discurrir de la gente de la ciudad. Lejos quedaron aquellos tiempos en que se pasaba todo el día trazando esquemas y dibujos de todos los accidentes que ocurrían en la ciudad relacionados con el tráfico. Ahora la gente parecía como más civilizada, se movía de un lugar a otro caminando como si lo hubiesen hecho toda la vida, con pequeñas bolsas de compras, entrando y saliendo de los tranvías con toda la normalidad del mundo. Otros se trasladaban en bicicleta haciendo sonar su timbre de vez en cuando para evitar incidentes, y los menos se empeñaban en seguir utilizando el vehículo privado para ir a todas partes, en lugar de dejarlo en las zonas habilitadas para el intercambiador modal o en la puerta de su casa que es donde mejor estaría. Surgían conflictos derivados del estado nervioso, por no saber que hacer con el coche y entonces es cuando tenían que intervenir los agentes de la policía municipal y en casos extraordinarios hasta el mismo sargento. “Pero peor estábamos antes – como le decía Benita a su esposo –“, que daba miedo salir a la calle y encontrarte con una zanja y otra y una calle cortada por obras de acometidas y otra por construcción, en la que el camión hormigonera no deja pasar ni al carrito de la compra. Ahora por lo menos no están los coches y aunque siguen las zanjas, se puede andar por ahí sin necesidad de dar rodeos para llegar hasta donde quieres.
.../...Continùa en Cuatro gotas (3)
lunes, 3 de mayo de 2010
Mesar
179 Gon ¿tú sabes que significa “mesar el cabello”?, contestándote sin trampas, te diré que es como pasar la mano por el pelo, dejando que los dedos hagan de peine, eso es lo que tú crees Gon, pues te invito a que teclees en google o mires en el diccionario, ya verás que sorpresa te llevarás, y no me vas a decir…, ¡no! Míralo en el diccionario, como quieras ¿qué tal tu día de playa Alba?, muy bien, como siempre ese rumor de las olas es que me trasporta, es más .Gon, no puedo pasear por la orilla del mar sin ponerme a entonar alguna canción, eso es la música de las sirenas, eso debe ser, lo cierto es que ya se ven las playas con bastante gente de tomar el Sol, me alegro por ti Alba, déjame que te pregunte ¿qué ha pasado con la Tertulia y Doña Concha?, pues que a lo que se ve no ha habido suerte y la buena señora vuelve con las alforjas vacías,¿qué le vamos a hacer? Otra vez será, nosotros seguiremos como cada miércoles al pie del cañón ¿es o no es Gon?, por supuesto que sí, lo último es caer en el desánimo, ya vemos que Fernando sigue ahí, a la espera de ver como evoluciona el Sargento Bueno, todo a su tiempo, ya queda menos para la segunda parte, tú verás Gon, con el vencejo tenemos un poco de lío, ¿por qué Alba?, porque no me aclaro si nos ha llegado de Carmen o se ha colado por el morro en nuestro cuarto, esperaremos acontecimientos, eso digo yo Gon, ¿y a Nora qué le decimos?, yo sigo viendo bien a D. José, casi ni se acuerda de reñirnos, así que nada, que siga irradiando luz de aquellas tierras lejanas, bueno Gon, a la tarea, que no es poca, a la tarea.