282 ¿Te has fijado, Gon, en las cosas tan bonitas que dice Verónica?, ya lo creo, Alba, y encima se atreve a preguntarnos ¿qué es poesía?, cuando ella lo define de manera magistral “un estado del alma”, luego ya lo del eter y el estado emocional es otra cosa, ¿por qué Gon?, porque ahí tienen cabida otros géneros literarios, sin embargo para que el asunto derive en un poema hace falta ese estado del alma del que nos habla Anan…¡uy!, Verónica quiero decir, ¿otra cosa Gon, entendiste lo que nos preguntaba sobre la generación del 27?, no muy bien porque compañeros de Aleixandre de esa generación son más que conocidos, no creo que tenga dudas con eso, ni yo Alba, además ¿sabes una cosa?, dime, que se encargue D. José de hablar con ella, que está muy vago últimamente, hombre, Gon, tampoco es eso, ¡que si leche!, que haga algo además de meternos en líos a nosotros, ¿viste a Trini?, sólo un momento, comentó algo de Aleixandre ¿no?, si y de otras cosas, pero mejor lo dejamos que te veo como con prisas, es que hoy tengo un día muy ajetreado, lo siento por ti, porque la casa de las Palabras ya nos está demandando tarea, ¡ya, lo de siempre!, ¿oye Gon, y esta noche “Libertad”?, no me lo recuerdes Alba, que aún tengo que preparar los resúmenes y el jefe me trae sin vivir, pues que te vaya bien, eso espero, después de chuparme las seiscientas sesenta y seis páginas, como no me cunda es para cambiar de oficio, ¿y tu paseo por la rivera del Chanza?, ¡ah, eso es otra cosa!, pero lo siento, Alba, es que no me puedo entretener más, ¿y los carnavales?, ¡adios, adios!, ¡hala!, pues que te vaya bien, Gon.
Buenas.
ResponderEliminarClaro, hay géneros, pero incluso, en mi entender, para versar, por ejemplo sobre las sardinas del mar, hay que tener un estado de ánimo porque no es lo mismo hablar de lo felices que están a lo mal que lo pasan cuando estallan sus pulmones fuera del agua por el cambio de gravedad bla bla bla, pero siempre es interesante compartir y escuchar, sin alterarse y sin discutir cuando el otro no coincide.
Me refería a que a quiénes se estaba leyendo de la generación del 27.
Una gran olvidada de esta generación es Concha Méndez Cuesta, que por cierto, no he leído nada de ella y ahora que lo digo trataré de encontrar algo, tela marinera (por seguir en la mar y porque Alberti la nombró hasta dejarla seca)
Le dais por favor un beso a don José de mi parte y os dejo una cesta llena de ellos (ojo, que llevo los labios pinatos de rojo graná jajaja) y os los repartís a conciencia.
MUAKS
Las prisas son malas consejeras, Gon y veo que tienes mucha, tanta, que no atiendes adecuadamente a Alba:)
ResponderEliminarEste Don José os mete demasiada presión, pero no le digáis que lo he dicho yo:)
Ese paseo por la rivera de Chanza me parece necesario ya.
Abrazos a repartir