Esa cosa tan caprichosa como es el amor puede depararnos sorpresas inesperadas; lo busquemos o no siempre está ahí, al acecho, y puede ponerse delante de nosotros cuando menos nos lo esperemos. En el relato Una parada obligatoria ⸺que le da título a la colección completa⸺, dos personajes, Alejandra y Matías pasan por ese trance y se encuentran con el. Claro que lo que no sospechaban es que el regalo venía envuelto con doble capa de papel, con lo cual conviene llegar a la última de las paradas de ese tren, que viene siendo la vida, para que cada pasajero alcance el acomodo necesario y pueda ver el mundo tal y como es.
J.R. Infante
Una parada siempre viene bien, de vez en cuando.
ResponderEliminarFeliz Navidad y próspero año nuevo.
Besos.
Gracias, María, por la visita y feliz fin de año. Abrazos
ResponderEliminarUna parada obligatoria, qué buenos relatos :)
ResponderEliminarTodo lo mejor para el año que empezará en unos días. Ojalá el horizonte se empiece a despejar.
Besos, amigo.
Las paradas siempre son interesantes Aruillo. Te deseo muy feliz año nuevo lleno de mucho amor esperanza y buena salud.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Conchi. Un abrazo
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