IX ENCUENTRO INTERNACIONAL DE
POESÍA, ÚBEDA 2022
En la ciudad de Úbeda, una vez más, nos hemos reunido un buen elenco de
compañeros amantes de la poesía y allí hemos desgranado nuestros versos, en
lugares tan emblemáticos como el Palacio Luis de la Cueva, el Centro de Interpretación
del Olivar y Aceite, el Torreón Medieval del Portillo de Santo Cristo, así como
en unas cuantas plazas públicas como la Puerta de Santa Lucía, Plaza de
Carvajal y la Plaza Vázquez de Molina.
El mes de junio, en sus primeras jornadas nos ha acompañado con una temperatura
benigna, que ha hecho posible que departamos unos con otros, en un intercambio
humano más que interesante. La coordinación de Isabel Rezmo e Inma J. Ferrero,
una vez más, ha dado sus frutos. Y para rematar la faena, Ángel Marcelo se ha
encargado de sacar una antología bien cuidada y al gusto de todos.
Aquí dejo un par de poemas que leí con ocasión de este encuentro. En sucesivas
entradas le iré dando paso a la forma de hacer poesía de otros compañeros.
I
Hay un
murmullo de maletas
y un continuo trasiego
de gente por el muelle.
¿A dónde irán?
¿Cuál será su destino?
Yo se que el mío está
en el lugar que Vandelvira
quiso poner bien alto
el listón de la estética.
Estaré cerca, una vez más,
de esa pléyade de rapsodas
curtidores de versos.
De sus gráciles rostros,
de sus fervientes guiños,
de tan profusas ilusiones
que rebosan las callejuelas,
en competencia con la piedra.
No pudiera comenzar junio
de forma más suntuosa:
Sinagoga del agua
Rosaleda Don Pedro
Palacio Vázquez de Molina
Convento San Miguel
Calle Melancolía.
Y los versos que se propagan
como encarnados pétalos
por el aire de este orbe
que sabe cobijar al vate
como pocos habrá en el mundo.
Aquí llego, con mis brazos abiertos
y mi ánimo en disposición
de empaparme de poesía.
II
Crisol de
lenguas tan diversas
que tan solo la diestra mano
del poeta consigue aunar.
Caldo de cultivo apropiado
para que se contraigan
lazos de enamorados versos,
traspasando barreras idiomáticas.
Encuentro de culturas,
unidas por el verbo.
Así se acicala Úbeda
cuando amanece junio
bajo un sol llameante
o una lluvia tan límpida,
que nos empapa de emociones;
bien sea en la gravedad del recinto,
en el frescor de una plaza,
en el pudoroso salón,
o en la algarabía del bar…
Se escancia poesía
allá por dónde se camine.
Nunca dejes de iluminarnos
diosa de la maternidad.
Los aquí presentes, consagrados o no,
necesitamos de tu rectitud
para que siga habiendo siempre
un Juno en nuestras vidas.
Ha tenido que ser interesante. No paras, José. Y no conocía esta vena tuya más "formal". Me ha gustado.
ResponderEliminarJRIfante responde: Gracias Luisma por tu visita. Ya ves hay que hacer un poquito de todo dentro de este mundillo. Un abrazo
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