miércoles, 7 de diciembre de 2022

Los gatos


 

Los gatos desenfundan

sus acerados sables

y trepan por la corteza del árbol.

Al piano la vecina

interpreta a Vivaldi.

Tú llegas a la estancia

desmoronada de horas

y corres a impregnar tu cara

de interesados ronroneos.

Cayeron a tropel los besos

en el Dowjons de las doce

y la barba propagó ortigas

cuando el sol se tornaba rojo.

Por la ventana irrumpe

un allegro impetuoso,

los gatos saltan a dúo

entre tus desnudos pies;

poco importa el peinado

ni el colorete de tus pómulos;

llegará otro mochuelo

a ocupar la vigilia del felino;

yo seré fiel a tu mirada

y al sendero que me conduce

a lo alto del ciruelo

donde anida el pinzón

y esquiva la zarpa del gato.

Allegro molto

que traspasa el doble acristalamiento

y combate los aguerridos tubos,

pareja eterna del asfalto.

Minúsculos pelos florecen

─esparcidos al aire─

entre surcos de lana

y lánguidos prados de terciopelo.

Torna el piano a su reposo,

nadie ovaciona

y la vecina

pliega su cuaderno de notas.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?