Una ventana abierta a la imaginación
Veía noticias de Rusia, cuando se produjo el estallido de los cristales de mi casa, ya está aquí —pensé. Y no era eso. Es que había pasado por la calle el discoche de mi vecino.
¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?
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¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?