domingo, 31 de enero de 2021

Puertas entornadas

 


Por esa puerta tan solemne tuve el privilegio de entrar, en el marco de la Feria del libro de Sevilla, con el libro de relatos Una parada obligatoria bajo mi brazo, y contarles a unas cuantas personas que aquel día tuvieron el gusto de acompañarme, como había nacido la criatura. Pasado el tiempo, y en especial ahora, añoramos esos breves encuentros entre autor-lector, porque al fin y al cabo sin esa complicidad no sería posible la escritura. Fue una parada, si, pero nunca pude imaginar que fuese a durar tanto. Están otros medios, otra manera de comunicarse, pero nunca podrán suplir el cara a cara, el contacto directo de unos y otros, la forma de estar, de moverse, de respirar, de la que tanto nos valemos a la hora de conformar el amplio elenco de personajes que terminarán configurando un libro. Me valgo de mis paradas, en distintos ámbitos, para terminar de darle forma a ese ente que merodea por mi cabeza, así que ardo en deseos de que llegue pronto el momento de volver a cruzar esas puertas que me lleven al acercamiento con los demás.

J.R. Infante

4 comentarios:

  1. Hola Arruillo, ojalá esa puerta se abra pronto, la necesitas tu y también nosotros.

    Abrazos.

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  2. Que así sea, Conchi. Muchas gracias por la visita. Un abrazo

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  4. Esperemos que sea antes de lo que pinta.

    Abrazo, amigo.

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¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?