jueves, 29 de septiembre de 2022

Cuestión de confianza


    Así comienza este relato, que se encuentra en el libro Bajo la luz de mi plaza

A la sombra del ficus descansan los hilvanadores de palabras. Ellos representan la última corriente que emerge dentro de la Casa de las Palabras. Han salido a desayunar y de paso a fumarse un cigarro en el lugar donde nadie los mira con cara extraña. Dos varones y dos hembras, de mediana edad, de los cuales tan sólo fuma una mínima parte.

­­⸺Si los editores aceptaran todo cuanto les llega, el lenguaje sería indescifrable, no habría diccionario que lo admitiera ⸺dice Pedro.

⸺Para eso estamos los negros, para pulir  ⸺dice Gregorio.

⸺Pero a los académicos les interesa que se les entienda, que el mensaje llegue a todos los ámbitos de la sociedad, no sólo a las altas esferas ⸺dice Ángeles.

⸺¡Compañeros no desvariemos!  ⸺corta Miriam⸺ no se que tiene ese puñetero edificio, que cuando salimos de él se nos suben los humos a la cabeza de una manera increíble. Somos capaces de coger a un transeúnte por el cuello y obligarle a recitar sin descanso las siete partidas. No somos más que trabajadores, no lo olvidéis.

.../...

 

2 comentarios:

¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?