miércoles, 14 de septiembre de 2022

Leo a Horacio Quiroga


 

CUENTOS

Autor que me llega por recomendación de A. Nadal y desde luego es de esas veces en que se acierta de pleno. Una colección de cuentos que no dejan indiferente a nadie que los lea, puesto que desde “La gallina” hasta “El hijo” son toda una muestra de cómo era la vida en esa parte del mundo tan difícil como era la provincia de Misiones (Argentina) a comienzo del siglo XX. Según sus biógrafos, los relatos de Quiroga son su vida misma, porque lo que hace es reflejar todo lo que le ha ido pasando en su cincuenta años de existencia. Dado que se trata de una parte del Globo en la que he estado, me puedo hacer una idea muy exacta de cómo sería la vida por allí, y a la hora de leer me suenan mucho los términos que utiliza el autor. No obstante en un análisis más frío, me parece que abusa sobremanera de los sucesos trágicos y así no hay ni un solo relato que no acabe con la vida de alguno de sus personajes, ya sea homínido o animal, e incluso alguno que parece que va a acabar de una manera más dulce, en las tres últimas líneas le da un giro y acaba como todos los demás, de forma trágica. Claro que leyendo su forma de vivir, no podía ser de otra manera, su forma de escribir. Relatos cortos que dicen mucho, como mandan los cánones de los buenos narradores de historias impactantes.

Una muy buena lectura.

 LOS DESTERRADOS Y OTROS TEXTOS

Es una edición del profesor de filosofía por la Universidad de Buenos Aires, Jorge Lafforgue, que hace una introducción al libro de cerca de cien páginas, o sea, todo un tratado sobre el autor, que harán las delicias de quien desee información sobre uno de los escritores más trascendentales del siglo XX en lo que al relato se refiere. Comienza el libro con El almohadón de pluma, escalofriante  relato que nos hará ponernos en al ambiente ideal para entender la obra de Quiroga y termina en esta primera parte con El hijo, cuyo título originario era El padre, cuando se publicó en La Nación en el año 1928. Muestra de la tremenda crudeza de la vida en la selva, lugar de sobra conocido por el autor. La segunda parte Los desterrados, la divide en El ambiente y Los tipos y que comienza de esta manera: “Cuando Anaconda, en complicidad con los elementos nativos del trópico, meditó y planeó la reconquista del río, acababa de cumplir treinta años”. Casi nada. La riqueza de vocabulario, los giros del lenguaje, la Naturaleza en todo su esplendor, hacen de la prosa de este escritor una amalgama seductora para los lectores ávidos de buenos textos. Luego llegan los tipos, y ellos son: Juan Brown, el doctor Else y el químico Rivet. Una delicia, ya digo. En la tercera parte, esta edición, nos ofrece la oportunidad de adentrarnos con más conocimiento de causa en la obra de Quiroga, a través de una serie de relatos donde los animales tienen un protagonismo de primera línea: Yyaguai, la gama ciega, Historia de dos cachorros de coatí, la abeja haragana, El yaciyateré, La hormiga león, El tigre, y así hasta La tragedia de los ananás.

En una cuarta parte nos encontramos con una serie de artículos publicados por el autor en diferentes medios: la Nación, Clarín, Caras y Caretas, y entre los que se encuentran El manual del perfecto cuentista y el Decálogo del perfecto cuentista, que viniendo de quién vienen, habrá que tener muy en cuenta.

 CUENTOS DE AMOR, de Locura y de Muerte.

Una muestra más del arte sin igual de este escritor, con el que tanto disfruto. Encontré esta edición en uno de esos mercadillos que me gusta visitar, en esta ocasión en Santiago de Compostela, ni más ni menos. Me ha encantado. Un libro de bolsillo con una serie de relatos, unos más conocidos que otros, pero siempre con el sello reconocible de Quiroga. Me fascinan estas historias dónde se alternan los diálogos con la narración y uno no sabe qué es mejor, el autor se desenvuelve tan bien en ambos casos que no queda otro remedio que rendirse a su pluma. Se dice en el libro que "Su estilo es sencillo y su prosa, amplia y sobria, aplica su arte realista al estudio de la conducta humana y zoológica con una objetiva exactitud en sus descripciones". No me queda sino ratificar estar palabras y recomendar este libro como ejemplo de lo que debe ser una prosa motivadora para todo lector que guste de la Literatura.

 

2 comentarios:

  1. Hola Arruillo, desconozco las obras de este autor pero tomo nota. Gracias.

    Un abrazo.

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  2. Gracias, Conchi, por pasar y dejar tu comentario. No dejes de leerlo, Un abrazo

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