CUENTOS
Autor
que me llega por recomendación de A. Nadal y desde luego es de esas veces en
que se acierta de pleno. Una colección de cuentos que no dejan indiferente a
nadie que los lea, puesto que desde “La gallina” hasta “El hijo” son toda una
muestra de cómo era la vida en esa parte del mundo tan difícil como era la
provincia de Misiones (Argentina) a comienzo del siglo XX. Según sus biógrafos,
los relatos de Quiroga son su vida misma, porque lo que hace es reflejar todo
lo que le ha ido pasando en su cincuenta años de existencia. Dado que se trata
de una parte del Globo en la que he estado, me puedo hacer una idea muy exacta
de cómo sería la vida por allí, y a la hora de leer me suenan mucho los
términos que utiliza el autor. No obstante en un análisis más frío, me parece
que abusa sobremanera de los sucesos trágicos y así no hay ni un solo relato
que no acabe con la vida de alguno de sus personajes, ya sea homínido o animal,
e incluso alguno que parece que va a acabar de una manera más dulce, en las
tres últimas líneas le da un giro y acaba como todos los demás, de forma
trágica. Claro que leyendo su forma de vivir, no podía ser de otra manera, su
forma de escribir. Relatos cortos que dicen mucho, como mandan los cánones de
los buenos narradores de historias impactantes.
Una
muy buena lectura.
LOS
DESTERRADOS Y OTROS TEXTOS
Es
una edición del profesor de filosofía por la Universidad de Buenos
Aires, Jorge Lafforgue, que hace una introducción al libro de cerca de cien
páginas, o sea, todo un tratado sobre el autor, que harán las delicias de quien
desee información sobre uno de los escritores más trascendentales del siglo XX
en lo que al relato se refiere. Comienza el libro con El almohadón de pluma,
escalofriante relato que nos hará
ponernos en al ambiente ideal para entender la obra de Quiroga y termina en
esta primera parte con El hijo, cuyo título originario era El padre, cuando se
publicó en La Nación
en el año 1928. Muestra de la tremenda crudeza de la vida en la selva, lugar de
sobra conocido por el autor. La segunda parte Los desterrados, la divide en El
ambiente y Los tipos y que comienza de esta manera: “Cuando Anaconda, en
complicidad con los elementos nativos del trópico, meditó y planeó la
reconquista del río, acababa de cumplir treinta años”. Casi nada. La riqueza de
vocabulario, los giros del lenguaje, la Naturaleza en todo su esplendor, hacen de la
prosa de este escritor una amalgama seductora para los lectores ávidos de
buenos textos. Luego llegan los tipos, y ellos son: Juan Brown, el doctor Else
y el químico Rivet. Una delicia, ya digo. En la tercera parte, esta edición,
nos ofrece la oportunidad de adentrarnos con más conocimiento de causa en la
obra de Quiroga, a través de una serie de relatos donde los animales tienen un
protagonismo de primera línea: Yyaguai, la gama ciega, Historia de dos
cachorros de coatí, la abeja haragana, El yaciyateré, La hormiga león, El
tigre, y así hasta La tragedia de los ananás.
En
una cuarta parte nos encontramos con una serie de artículos publicados por el
autor en diferentes medios: la
Nación, Clarín, Caras y Caretas, y entre los que se
encuentran El manual del perfecto cuentista y el Decálogo del perfecto
cuentista, que viniendo de quién vienen, habrá que tener muy en cuenta.
CUENTOS
DE AMOR, de Locura y de Muerte.
Una
muestra más del arte sin igual de este escritor, con el que tanto disfruto.
Encontré esta edición en uno de esos mercadillos que me gusta visitar, en esta
ocasión en Santiago de Compostela, ni más ni menos. Me ha encantado. Un libro
de bolsillo con una serie de relatos, unos más conocidos que otros, pero
siempre con el sello reconocible de Quiroga. Me fascinan estas historias dónde
se alternan los diálogos con la narración y uno no sabe qué es mejor, el autor
se desenvuelve tan bien en ambos casos que no queda otro remedio que rendirse a
su pluma. Se dice en el libro que "Su estilo es sencillo y su prosa,
amplia y sobria, aplica su arte realista al estudio de la conducta humana y
zoológica con una objetiva exactitud en sus descripciones". No me queda
sino ratificar estar palabras y recomendar este libro como ejemplo de lo que
debe ser una prosa motivadora para todo lector que guste de la Literatura.

Hola Arruillo, desconozco las obras de este autor pero tomo nota. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Conchi, por pasar y dejar tu comentario. No dejes de leerlo, Un abrazo
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