viernes, 9 de junio de 2023

Ignacio Aldecoa


 

Hago Una parada obligatoria en el País Vasco para encontrarme con un gran escritor de la literatura de posguerra: Ignacio Aldecoa.
De él he leído:

CUENTOS COMPLETOS Llegado por casualidad, Aldecoa ha sido un grato descubrimiento de un contador de historias español y no clásico. Un denso volumen de cuentos completos me ha servido para adentrarme en su literatura, que en líneas generales me gusta, aunque me parece algo repetitiva. He visto con claridad la necesidad de escribir relatando el día a día, las vivencias actuales; si en el futuro, alguien -como me ha ocurrido a mí-, tropieza con un autor desconocido, siempre tendrá el encanto de saber como era la vida en otros tiempos contada de manos de alguien que no está en los escaparates de las librerías. Buena lectura 

EL VIENTO DE SOLANO En su día vi la película, pero no recordaba bien ni el transcurso de la misma ni su final, así que ha sido una gozada dejarse llevar por Aldecoa, o más bien por Sebastián Vázquez –curiosa similitud con un conocido de su mismo nombre-, en esos días de Julio en los que discurre la acción.- Obra dialogada en el noventa por ciento, don preciosismo sin igual en las descripciones y con una carga de valores humanos en sus páginas que no es extrañar la buena valoración que tiene en los círculos literarios.- Magnífico. 

CUENTOS Las veinte ediciones de este libro que sacó a la luz Josefina Rodríguez dicen mucho de la trascendencia de los escritos de Aldecoa.- Dividido en cinco tramos: El trabajo, la guerra, la burguesía, los viejos y los niños y los seres libres, podemos encontrar toda una gama de relatos con los que el autor nos acerca a la realidad del momento.- En todos ellos predomina el diálogo por encima de todo, dentro de esa prosa sencilla que llega incluso a hacer uso de ciertos modismos de la época.- Percibo no obstante en esta selección de títulos cierto alejamiento del autor hacia el Sur, parece que no le caen demasiado bien la gente de esta parte de la geografía española, a veces cayendo en el tópico de la flojera y otras con ciertos remilgos al acercarse por aquí.- El último de los relatos, Ave del paraíso, es el que presenta rasgos distintos con respecto a los demás; es más largo y además está escrito en un tono diferente, poniendo un poco en entredicho a la gente bien, a la buena vida, al libertinaje.- Con todo ello estamos ante una buena muestra de la obra de Aldecoa, en la que no faltan sus referencias al mundo rural. 

GRAN SOL Con el diálogo como base Aldecoa construye una trama que discurre en alta mar. La relación entre sus personajes, las tareas de a bordo y la obediencia debida discurren página a página lo mismo que las olas chapotean en el casco del navío. La mano del autor refleja su bien hacer narrativo, con una pega, una única pega que para los neófitos del mar nos va hundiendo conforme avanzamos en su lectura. A mi entender hay demasiados términos técnicos, demasiada jerga marinera, que sin acotaciones a pie de página o sin apéndices explicativos me hace quedarme con la miel en los labios, con no poder saborear a gusto la lectura.- Gran Sol no es una historia, son muchas historias, la de cada personaje, pero no llego a confraternizar con ellos porque me falta el condimento de marinería necesario. La crudeza del mar, la muerte incluso están ahí, sin duda. Aldecoa es un gran narrador, lo sé, pero Gran Sol no llegó a empapar mis entrañas y eso que terminé de leer el libro a las orillas del mar Mediterráneo, en este caso en…El Rincón de la Victoria. 

LA TIERRA DE NADIE Y OTROS RELATOS La sencillez de la pluma de Ignacio Aldecoa hace que al encontrarnos con algunos de sus textos, nos metamos de inmediato en la historia. Se base es el diálogo. Parece como si sus personajes no tuviesen mejor cosa que hacer que hablar. Y en parte es así, porque los escenarios en los que se desenvuelven son míseros. Son gente que la mayor parte de las veces s tienen que buscar la vida como pueden, y malviven. Ellos hablan entre ellos y con nosotros, los lectores que acudimos a los textos de Aldecoa, buscando al ser humano que hay entre las páginas de sus cuentos. No es la primera vez que leo historias de Aldecoa, ni será la última, porque a pesar de la tragedia que significa el malvivir, en el fondo está el hombre y su manera de enfrentarse al destino que le tocó en suerte. Y eso es más enriquecedor, para mí como escritor y como persona a la que no pasan desapercibidos los acontecimientos de la vida real, del día a día. No todo son historias de pobres, también aparecen personajes a los que la vida les trató mejor, pero claro, esto se me antoja como mero contraste para poner a cada cual en su sitio. La España de colorines de la que ahora disfrutamos tuvo un antecedente en blanco y negro, y eso lo retrata a la perfección Ignacio Aldecoa.

3 comentarios:

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  2. Hola Arruillo, nunca he leído nada de Aldecoa, has despertado algo mi curiosidad, buscaré en la biblioteca. Gracias.
    Un abrazo.

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  3. Hola, Conchi. Gracias por la visita. Si tienes oportunidad no dejes de hacerte de cualquiera de los relatos de Aldecoa. No te van a defraudar. Un abrazo

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