No contéis la vida tal cual es, porque la realidad puede parecer una ficción exagerada Ángeles Caso
Viernes
Volví en mí al escuchar el sonido de la ducha. Poco
a poco me fui dando cuenta de dónde me encontraba. La noche había sido
tumultuosa y por tanto si no estaba en mi casa, ni aquella era mi cama, lo más
probable es que lo que oía fuese a mi compañero de habitación que estaba
preparándose para iniciar la jornada.
Miré el reloj y me dio tiempo a calcular los siguientes movimientos para que a
las nueve pudiese estar ya dando buena cuenta de una sabrosa tostada de pueblo.
—Amigo Núñez, no tengo yo muy claro que seamos capaces de sacar adelante el
Encuentro.
—Samuel, por favor, permíteme que me de una ducha, que estoy aún con los
sudores de la sábana y un montón de gente dando vueltas en mi cabeza.
—Cómo no, compañero. Si te digo la verdad, acepté tu invitación porque hacía
mucho que no me acercaba a estos lugares, pero soy bastante escéptico con este
tipo de reuniones de sabihondos.
—Insisto, Samuel, en unos minutos podré conversar contigo, pero ahora no.
—Pasa, pasa, no hay prisa.
Me demoré todo lo que pude en la ducha para ver si se aburría y terminaba
bajando a la cafetería.
—Además, creo que Diego y Enrique piensan cómo yo —le escuchaba decir cerca de
la puerta —. ¿Me oyes, Núñez?
— ¡Sí, sí! —le grité—. No tardo en salir.
—Si bien es cierto que la obra de nuestros seleccionados… ¿de verdad que están
todos?... ha sido muy estudiada…José Luis Sampedro, por ejemplo:
.../...
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