Polvorientos parajes, transitada
senda ⸺calor incipiente⸺, confiésame
tú que lo sabes, ¿por qué hueles a pésame?
senda ⸺calor incipiente⸺, confiésame
tú que lo sabes, ¿por qué hueles a pésame?
Sobre tu faz caprichosa, marcada
queda la huella ⸺cándida, resignada⸺
de ruedas, alpargatas, cascos. Bésame
amargamente la sien, gime y césame
como cantor; más dime antes que nada:
queda la huella ⸺cándida, resignada⸺
de ruedas, alpargatas, cascos. Bésame
amargamente la sien, gime y césame
como cantor; más dime antes que nada:
¿dónde marchó el alegre campesino?
¿dónde la abubilla guardó su trino?
Respóndeme senda cuál será el sino
de esta aridez ondulada. Concede
licencia a mi entendimiento; él no puede
comprender y ha de saber qué sucede.
de esta aridez ondulada. Concede
licencia a mi entendimiento; él no puede
comprender y ha de saber qué sucede.
Fascinante tus letras
ResponderEliminarme gusta venir
sentarme cerca tuyo
y leerte
gracias
un beso
Un placer siempre leerte, amigo mío, me gusta leerte entre versos.
ResponderEliminarTe pido disculpas por no haber podido venir antes a tu blog.
Besos, mi admirado Poeta.
Lamentando no haber pasar antes por tu
ResponderEliminarblog,quedo fascinada por es tas maravillosas letras.
Abrazos,