miércoles, 25 de marzo de 2020

Adiós, arbolitos, adiós



En estos momentos tan cruciales como estamos viviendo, en los que la especie humana está por encima de todo, no me es posible dejar de acordarme de ellos: los árboles. No hace mucho en mi localidad de residencia se han talado dos ejemplares grandiosos de eucaliptos -somos conscientes que no son autóctonos-, que habían alcanzado la mayoría de edad y tan solo se procuraba que las ramas no causaran ningún desperfecto en vehículos y viandantes; lo que viene siendo una poda de toda la vida. Pero no, en esta ocasión se ha procedido a su mutilación completa: un equipo de profesionales se ha encargado de encaramarse a sus ramas y a base de motosierra los ha ido despojando de sus ramas, de su tronco, hasta que ha quedado un círculo marrón a ras del suelo. Qué pena da, después de haberlos estado viendo allí desde siempre. Uno casi podía rendirse a sus pies, por su porte, su olor, su sombra...pero claro, estaban en el lugar equivocado: en su momento, en lugar de haberlos dejado dentro de una glorieta, se decidió construir a su lado nada más y nada menos que un ambulatorio. Las consecuencias las ha traído el paso del tiempo: se extienden sus raíces centenarias y dañan la estructura del edificio mucho más reciente en su diseño. No aprenderemos, un árbol no es una maceta que se puede trasladar de sitio cuando nos parezca oportuno. Respetémoslos. Hagamos un esfuerzo que seguro que con eso ganará la comunidad completa, incluida la humana.

4 comentarios:

  1. Es una lástima que hayan tenido que quitar el árbol Arruillo, seguro que si hubieran planificado bien podían haber hecho un parquecito y el ambulatorio en otro lugar.

    Abrazos.

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  2. Hola, Conchi, así es. Lamentable planificación, y los árboles como no protestan, pagan el pato. Gracias por tu comentario y espero que te vaya bien en este trance que estamos atravesando. Fuerte abrazo.

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  3. Hola, Conchi, así es. Lamentable planificación, y los árboles como no protestan, pagan el pato. Gracias por tu comentario y espero que te vaya bien en este trance que estamos atravesando. Fuerte abrazo.

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  4. Hola, Conchi, así es. Lamentable planificación, y los árboles como no protestan, pagan el pato. Gracias por tu comentario y espero que te vaya bien en este trance que estamos atravesando. Fuerte abrazo.

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¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?