martes, 22 de junio de 2021

Afanásiev

 

                                                       Imagen tomada de la red

Los tres reinos es un libro de literatura infantil, del autor ruso Nikoláievich Afanásiev, que cayó en mis manos de casualidad, pero que me sirvió para introducirme en la obra de este escritor, que a partir de 1850 revolucionó el mundo de la literatura, con una recopilación de cuentos populares rusos, de más de seiscientos textos, y que la trasmisión oral se había encargado de hacerlos imperecederos. De los que leí tan solo me era familiar el cuento de la raposa y la grulla, que se repitió en más de una ocasión en mi infancia, cuando la vida discurría en torno a la mesa de camilla, así que a la hora de afrontar su lectura la carga sentimental estaba presente. Ahora hago Una parada obligatoria y me deleito con esos relatos, que con los tiempos que corren han adquirido mayor prestigio si cabe con las ilustraciones, que los hacen más atractivos para pequeños y mayores.
Según se cuenta en Internet, Afanasiev, consigue conducir al lector a un mundo de princesas encantadas, héroes sobrehumanos, caballos habladores, duendes, demonios y tesoros, ingenuos campesinos y mujeres encantadas, islas maravillosas y cuevas infernales, que conserva toda la magia de los mitos ancestrales y de las creencias rurales de la vieja Rusia. Materia más que suficiente para que sirvan de inspiración a los amantes de la lectura y escritura de relatos.
Afanásiev tuvo que realizar un duro trabajo de recopilación, ya que los cuentos eslavos al igual que los celtas irlandeses, no se dejaron por escrito, eran exclusivamente de tradición oral. Hecho agravado por las reformas del zar Pedro I el Grande, que dejó de lado la Rusia tradicional ortodoxo-eslava para introducir en las frías estepas el código de vida europeo. Los boyardos fueron sustituidos por los duques y marqueses y el lenguaje ruso se vio reducido a las clases media-baja de la sociedad rusa, pasando la nobleza a hablar en francés.
Murió pobre y con tan solo 45 años, pero qué gran legado nos dejó.

4 comentarios:

¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?