viernes, 9 de agosto de 2024

Sé feliz aunque te intoxiques

 


 

Sé feliz aunque te intoxiques

con la placa de dirección prohibida,

aunque consumamos la arena

inflando test de  inteligencia.

Déjame sentirme partícipe

⸺migajas de mar al caer⸺

de este reflejo de tus ojos.

Son tantos los atardeceres

que acumulo en la nada

que ahora, guardia de tráfico,

hago rechinar el silbato

para que confieras el paso

a un padre con sus dos infantes,

como alguien me enseñó

cuando aún era un niño.

Hay semáforos en la esquina

que codifican tus visitas:

martes y jueves a las cinco,

con sincronía tan fiel

que nunca invierten los colores,

ni dejan de prestar servicio.

Sé feliz, por encima de las multas

que te encuentres soldadas

en el hueso parietal;

yo jabonaré tus heridas

y  pondré mostaza en el pan                                      

 en esta habitación a solas.

Veré pasar las nubes,

compañeras de otros días,

sin recorrido de frenada

ni límites de velocidad                                                          

y percibiré las campanas

punteando el compás del alba,

aquí que no gorjea la abubilla

sino la vibrante sirena

traspasando la línea continua.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?