Domingo llegó a su casa y le dijo a su mujer: llego a estas horas porque
estuve ayudando a dos hombres que no sabían dónde vivían; como los bares
estaban cerrados, no pudimos orientarnos y encima el taxista se confundió con
el nombre de la calle, y nos llevó a los tres a la puerta de un pub, dónde me
dejé el móvil, por eso no pude llamarte. Y ella lo creyó.
Toma!!!
ResponderEliminarBesos.
Gracias, Vero, por la visita. Un abrazo
ResponderEliminarJa. Ja. Te aseguró que yo también le uniera creído. He vuelto a abrir mi blog. Invitado quedas.
ResponderEliminarEn este mundo hay gente para todo,je.je. Te visitaré. Un abrazo
ResponderEliminar