sábado, 22 de junio de 2019

Círculos concéntricos




Los niños jugaban en la calle formando un corro cogidos de la mano. En el centro otro círculo más pequeño giraba y cantaba una canción ancestral de la sabana africana; utilizaban un dialecto de difícil comprensión. Los de fuera respondían a lo que  parecían preguntas llenas de musicalidad. En un momento dado se produce un intercambio de niños de dentro afuera y cambia la música; ahora tiene aires sudamericanos. Se entiende. Sigue el juego de las preguntas y nuevo intercambio, ahora hasta de cinco que pasan al círculo interior. Suenan aires de sevillanas. Todos se sueltan de las manos y bailan en parejas sin perder el sitio en los círculos. La letra implica pregunta, que al responder conlleva un nuevo trasiego de niños de fuera para adentro. Las voces se vuelven toscas, rudas y marciales, con los brazos entrelazados bailan como si estuviesen en la estepa rusa. Una voz sobresale y en un momento dado forman una piña multicolor, que se desgrana en un mar de risas. Suena el silbato de uno de los monitores y corren bulliciosos hasta la puerta del bus escolar. Hora de regresar a casa.

5 comentarios:

¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?