jueves, 20 de junio de 2019

VI Encuentro Internacional de Poesía en Úbeda



Un año más nos encontramos en esta hermosa ciudad que nos acoge por tercera vez para celebrar una serie de actos dónde la poesía ha sido la principal protagonista. Siempre es un placer reencontrarse con compañeros de ediciones anteriores así como conocer voces nuevas venidas algunas de allén de los mares. Ya en el camino de ida coincidimos con Inma J. Ferrero, una de las organizadoras que llevaba de la mano al poeta italiano Nicola Foti, una de las novedades de esta edición. Al llegar al hotel comenzamos con la rueda de reconocimientos para desplazarnos más tarde hasta el Museo Arqueológico donde tendría lugar el acto de bienvenida. Todos recibimos un ejemplar del libro comunitario que en esta ocasión presenta una edición de muy buena calidad; compartirlo con los demás es un lujo De allí nos acercamos hasta el tradicional recital en La Sinagoga del Agua, lugar encantador, lleno de magia. Pilar Andújar nos estuvo acompañando a la guitarra. Una cena de camaradería y a la mañana siguiente nos desplazamos hasta la ciudad de Baeza en la que vamos a homenajear nada más y nada menos que a D. Antonio Machado, visitando el aula donde impartió sus clases y pasando más tarde a una ronda de poetas en el Paraninfo de la Universidad. Seguimos con lo nuestro, con la poesía, y en las paredes resuenan el eco de los versos que unos y otros nos empeñamos en componer para que la literatura siga presente y para que nos demos cuenta de la diversidad de nuestras voces, de las que siempre se aprende algo nuevo. Las sensaciones son de pura vida. Importante el papel desempeñado por los acompañantes que cada uno de nosotros aporta porque nos hace sentirnos más arropados si cabe.





La música de Juan Adolfo de La Torre y de José Pedro Jiménez nos deleitó una vez más Una comida que se alarga en el tiempo entre charla entretenida para pasar al primero de los actos de la tarte consistente en un taller de haikus, impartido por una de nuestras compañeras, Yolanda Martínez, y luego al aire libre, en la Plaza Juan de Valencia, donde otro compañero, Richard  Clarke, nos ofreció un recital sobre el sonido de los cuencos tibetanos. Poco más de si dio esta tarde de sábado, salvo la tradicional cena en el hotel. La mañana del domingo estuvo dedicada a una nueva ronda de poetas, en esta ocasión en el Centro de interpretación Andrés de Vandelvira, donde nos hicimos las últimas fotos para despedirnos y volver a coger el autobús de vuelta a casa. Isabel, Inma , gracias por hacernos compartir momentos así.

                                      
 

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