jueves, 26 de mayo de 2016

Homilía del transterrado


Homilía del transterrado
Nº 19
Selección de poemas del libro Homilía del transterrado, accésit del Premio BARRO de poesía del año 1982.
En el mismo año este libro recibió el Premio Ciudad de Alcorcón.
Se trata de una homilía dedicada a Luis Rosales.
La palabra
Siempre una puerta está cerrada.
                                                   Y alguien
entra. Pregunta por las cosas. Dice
después que no había nadie. Tiembla como
si regresase en el propio cadáver.
Una palabra habita tras la puerta:
es fantasmal, sin tiempo, desprovista
de ligazón. Probablemente, pura.
Recorre las estancias como un sueño.
Se codea con el tiempo. Vive
igual que una respiración asmática.
Busca las cosas que no están. Y dice
la esencia misma del misterio.

Hay que entrar, sorprenderla
entre las caries del a niebla
y extraerla, henchida, aún con sangre
espectral de tinieblas aurorales.
Después, hacerla parte, desabismo,
piedra pastosa entre las manos;
y que circule,   
                      una moneda
de transacción diaria, especulable
para la provisión del alma.

Entrando. Únicamente, entrando.
Desnudos y totales,
                                una llave
que gira en la entrañas y hace un ruido
de vacío angustiado,
de oscuridad que se levanta
como un Lázaro mudo de su polvo.

Edad
¿De qué ciencia me habláis?...
                                                 Atravesé                                      
el abismo.
                Junté un montón de muerte.
Puse las manos en el fuego.
                                            Di
de comer a la tierra.
                                Tuve hijos.
¿De qué temblor se asustan las campanas?...

Consejos
No os recomiendo la distancia, el fuego
de la añoranza. Haced la lejanía
con una mano, dentro de un capullo
de aliento. No busquéis la otra orilla,
la caída aglomérica del mundo.
Buscad el sitio en la práctica misma,
en el rincón más céntrico del polvo,
en la resignación de cada atardecida.
Iros hasta la puerta a ver el aire
que viene y trae acentos de otras cimas,
pero quedaos con el oloroso
umbral húmedo de la casa en ruinas.

Ni poséis el suelo prometido
y abismal de las largas despedidas:
la sangre está en un ojo y se va al otro
porque no sale nunca de su herida.
No trabajéis el polvo como un duro
metal, como una desligada cifra:
en cada pie que no se mueve, está
del misterio el desalojado enigma.
Iros hasta la mesa, haced del pan
y el agua los tranquilos buenos días,
poned el corazón en tierra como
si una parva reuniese a la familia;
pero no os aventéis, porque la atmósfera
más silex, más cristal, el polvo lija.

Hay una silla para cada estancia,
una lámpara para cada vida,
y un pedazo de voz que se reparte
como si fuera un manantial de miga.
Huid de los espejos: la nostalgia
—lo confieso— no tiene bienvenidas:
uno se va y con él va todo el frío
que en su profundidad lleva la huida.
Calentaros el cuerpo con los leños
tibios de la pobreza merecida.
Hablad los unos con los otros.
                                                      Solo
así Dios es una presencia íntima.


jueves, 19 de mayo de 2016

Festival de cortos


Estuve el lunes pasado en el arranque del III Festival de cortos y Salud mental que en esta ocasión lo hace bajo el lema de No me dejes mudo. En el acto hubo intervención de tres consejerías de la Junta de Andalucía, con lo cual parece que se lo van a tomar en serio. Pero centrándome en el cine, que es a lo que iba, tengo que decir que se pasó en sala la película El chico de Charles Chaplin, toda una joya de la historia del celuloide y que tuvimos música en directo para que la sesión fuese por todo lo alto. Tocaron Dan Kaplan y su Banda, encargándose de la proyección la AsociaciónCultural Linterna Mágica. Todo un éxito de crítica y público.



El martes, con cambio de escenario, tuve ocasión de presenciar los cinco primeros cortos, todos ellos cargados de un inmenso valor, que posteriormente fueron analizados en una mesa de debate. Canta conmigo, Bastion, Agustín, Lo cantaba Nina Simone y A Special Guest, fueron los cortos. Voté por Bastión.El cine al servicio de la salud y eso es siempre una buena noticia. Enhorabuena a toda la organización.
El miércoles, muy a mi pesar, no pude estar presente.
Hoy jueves continúa el espectáculo. Es para no perdérselo.

jueves, 12 de mayo de 2016

Volando voy



MIS PAJARITOS
                                                             Foto tomada de la red

Entornos agrícolas
Garceta común (Egretta garzetta): Yo la conocí en uno de mis ratos de ocio escudriñando con los prismáticos por alguna laguna no muy lejana, lo más probable que en la que conforma el pantano de Paymogo. Las marismas de Doñana y el entorno de la Dehesa de Debajo de Puebla del río terminaron por quedarme con esa imagen de una blanco reluciente que busca su alimento en las orillas de las láminas acuosas. Así la he vivido yo, pero quien no haya tenido la oportunidad de conocerla, aquí les dejo algunas orientaciones:
Avestrazos
Entornos húmedos
Zampullín chico (Tachybapttus ruficollis): Cada vez que lo veo evolucionar en una laguna, no deja de sorprenderme este pequeño buceador que parece estar siempre dispuesto a jugar. Lo he observado en distintos espacios, pero fue en el pantano de Paymogo donde lo descubrí y desde entonces no le he perdido la pista. En Calaméo también hago mención de él.
Esto es lo que dice la SEO al respecto de esta ave. Pincha
Pajaricos nos detalla más.




Mis entornos
Abejaruco común (Merops apiaster): Junto con la carraca es una de las aves más vistosas que pueblan nuestros cielos sureños. La conozco desde hace mucho tiempo, porque desde niño la he podido ver desplazándose con esos sonidos característicos hacia los taludes donde escarban sus nidos. Esa vistosidad fue su cruz durante mucho tiempo porque se perseguía para poder disecarla. En la actualidad está más controlado ese asunto.

                                                                 Foto tomada de la red
Visiten esta página. Merece la pena.
Esta especie esta recogida en el libro Aves, Una aproximación a la avifauna de Paymogo, de la Biblioteca País del Mago, del que soy autor.
Abubilla (Upupa epops)
Digamos que mi relación con la bobita —como se dice por mi tierra—, data desde que tengo conciencia de mi existencia. Salía a los alrededores del pueblo y la veía desplazarse a ras de suelo, solitaria y mostrando su penacho de plumas como si de una corona se tratase. Luego habitué mi oído a su pu-pu-put y observé su largo pico con los prismáticos. Un lujo, créanme
Esto nos dice la SEO.



Y en esta página del amigo Fran, podemos ver a la abubilla, amén de admirar el arte de sus pinceles: Avestrazos.
.Y por supuesto también está en guía de aves de Paymogo.

viernes, 6 de mayo de 2016

Cuando la luz no entre


Cuando la luz no entre
por mi ventana
y  los visillos yertos sean
pétreas imágenes, gritaré.
Y no oiré el lamento de los muebles
y  no llorarán las lámparas del techo.
Mi cama, pradera inhóspita de renos,
dormirá conmigo cada atardecer,
pediré iluminar la estancia
pero no hallaré el aroma
ni aquellos labios esparcidos
como mariposas inquietas
restregadas por las paredes.
El silbido del tiempo queriendo
penetrar
por la cristalera.
Sacaré los zapatos al balcón
y  los retiraré el cinco de enero.
Soy el cadáver de mi mismo
la radiografía velada por
una enfermedad inexistente.
Calló el chamarí que cantaba
en el óleo de mi cabecera
y  hasta se rompió aquel retrato
harto de soportar el mismo marco.
Papel de fumar que transpira
pasiones de otra celdilla
noches de insomnio. Lágrimas
secas que calan mi piel.
Sinfonía inacabada.
Tiembla mi brazo al cerrar
la carcomida puerta.