lunes, 30 de septiembre de 2013

Sólo busco tu presencia


  361 Hoy te voy a presentar, querido compañero, un poema que espero que te guste, lo leeré con atención, Alba,  y espero que también les guste a Trini, Araminta, María José y María
las cuales –dicho sea de paso, Alba- tienen distintos criterios con respecto al otoño, como tiene que ser, Gon, pero no me enredes, ahí va el poema:





Sólo busco tu presencia
cuando desafío al destino,
girando el panel indicador, barreneando.
Si tus besos son ausencia,
tus caricias vocablo que aspira
                   al diccionario oficial,
quédeme el Sol que alumbra
para hacer sombra con tu cuerpo.
Quise aspirar aroma de jara
manchándome con tus manos,
contar la arena de la playa
mientras te veía danzar con
las ninfas un vals tornasolado,
pisar con tus pies descalzos
el verde, la butaca, el aire.
              Tendré
que subir al oráculo la bendición divina
de la vida laboral.
Hirundo, tú que atraviesas
con facilidad los mares,
aprovecha esta corriente de amor
y trínale posada en su hombro
este trasiego de morfemas,
ella puede que adorne la mejilla
con alguna perla fugaz,
pero oirá encantada el mensaje
y hasta alisará tus alas.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Recién estrenado el otoño


360 Bueno Gon, se nos ha venido encima todo el trabajo del mundo, es lo que tiene el otoño Alba, así que yo me aplico el cuento y ahí estoy dejándome las pestañas para que esa primera revisión de la novela sea la definitiva, ya veo Gon, ya veo, de lo contrario tendrás el jefe comiéndote la moral, por cierto Alba, ¿viste a Trini?, no estaba en ese momento aquí, pero me alegra un montón verla de nuevo ¿como está?, creo que bien, Joâo también anduvo por aquí, y te felicitó por tus “Huellas”, cosa que es de agradecer, Alba, aunque el que parece algo más que entusiasmado es el tocayo del jefe, ¿cuál de de ellos?, el argentino, o sea, José Romano, que la verdad sea dicha me ha sacado los colores por sus grandilocuentes palabras, o sea, Gon, que seguimos bien: el jefe está contento, nuestros amigos nos siguen visitando y el calor parece que se aleja, no está mal, Alba, lo malo es que tendré que ponerme unas pestañas postizas, gajes del oficio, Gon, en fin…hablemos de lecturas ¿qué tal el primer día de Tertulia?, como suele ocurrir todos los otoños, lleno hasta la bandera, luego vendrá el tío Paco con las rebajas, como lo sabes, Gon, yo me he leído “Historia de España contada para escépticos” de Eslava Galán y la verdad es que hacía tiempo que tenía ganas de que cayera en mis manos un texto tan clarividente como éste, habrá que leerlo, Alba, a mí como sabes me tocó “La trama nupcial” de Jeffrey Eugenides, por aquello de la Tertulia y me he tenido que chupar más de quinientas páginas, ¿y qué?, no está mal, pero a mí me ha sobrado medio libro, yo estoy por la compresión de la escritura, es cierto que el libro trata grandes temas en profundidad, pero tal vez se extiende demasiado en otros, pues a mí me ha llegado un libro de poesía del amigo Casiano Cerrillo “Forastero en el umbral de los crepúsculos”, que aún no he leído y por tanto lo hablaremos en otro momento, pero es que como estamos como estamos, ¡qué quieres que te diga, Alba!, mejor no digas nada ¡hale!, vamos al curro…

martes, 17 de septiembre de 2013

Huellas

359 ¡Qué movida, Gon! ¡Qué de gente!, es que D. José estuvo sembrado, y que lo digas, Gon, se deja ver poco, pero cuando lo hace, en fin, Alba, ¿que nos traes?, otro micro, ¡Ah, por cierto ha vuelto Vero!, ¡no me digas!.. voy a ver si la veo...
HUELLAS

Tan humano es sentirse joven como andar por el mundo reflejando en el rostro el paso del tiempo. Su caminar es pesado, ¿porque las varices no perdonan o porque dejó  en la cama al hijo que aún hay que mantener? Viste chaqueta de cuero, pantalón de felpa y bufanda de lana reliada al cuello; pasa junto a la falsa acacia y parece tener clavadas cada una de las espinas que el árbol despliega de forma airosa. ¿Cuánto tiempo hace ya desde que el marido quedó postrado en la silla? Sus manos están descuidadas, pudieran ser las de un varón si las sacásemos de contexto –observándolas lejos del brazo-. ¿Qué quiere decir la radio con eso del día de la mujer trabajadora? Mañana cambian la hora, pero es mentira, al día siguiente volverán a ser veinticuatro y le seguirá faltando una para poder llegar a fin de mes.

martes, 10 de septiembre de 2013

Llegó el día


358 —¡Hola D. José! ¿Qué le trae por aquí?
—¡Qué va a ser, Alba! Aquí traigo una copita de vino y unos langostinos para que brindemos por la buena nueva.
—Que es…
—Ya te lo puedes imaginar, Gon: la publicación de esa novela que tantas ganas teníamos de que viese la luz.
—¡¡Enhorabuena, jefe!! ¡Por fin lo hemos conseguido! Ha costado ¿eh?
—Ya te digo, Gon, años luz.
—No sea usted exagerado, D. José, tan sólo llevaba escrita un par de años.
—¡Ya! Pero las ganas de publicar decentemente datan de los tiempos de MariCastataña.
—Tiene razón el jefe, Alba, que yo desde que llegué a esta empresa estaba oyendo hablar de lo mismo.
—¿Y quién se ha dignado…?
—La editorial Amarante.
—A la que habrá que poner en un altar ¿o no D. José?
—Como lo sabes, Alba, pero… ¡vamos, vamos!, comed y bebed que esto no es un diario.
—Eso ya lo sabemos, jefe, pero no nos quejamos, no crea usted, nosotros estamos a lo nuestro, que para los negocios ya está usted.
—Como debe ser, Gon.
—Pero además, queridos compañeros, en PsP, nos han elegido como protagonistas del mes. ¿Qué os parece?
—¡Joder!..¡Uy, perdón, perdón!, es que este vinillo…
—Gon frena tus ímpetus, aquí D. José, sabe bien jugar sus fichas y por lo tanto no es de extrañar que figuremos en ese recuadro de honor…
—Bueno Alba, digo yo que alguna culpa tendremos nosotros también… con el permiso de usted, claro.
—No te quepa duda, Gon, sin vosotros no sé que sería de mí.
—Y hablando de otra cosa, D. José, permítame que le pregunte por su salud ¿para cuando…?
—¿Cuándo me intervienen?, todavía hay que esperar, Alba, yo calculo que a finales de octubre, principios de noviembre.
—¿Y la publicación?¿No coincidirá con…?
—Puede que si, Gon, pero qué le vamos a hacer, tampoco está mal eso de tener equilibrada la balanza: en un platillo la novela y en el otro el cirujano ¿qué te parece?
—¡No, no! A mí no me parece nada, el pellejo ¡perdón!, el cuerpo es el suyo.
—¡Qué brutito eres, hijo!, mire quienes están ahí: M. José Collado, JoséValle y María ¿habrá que atenderlos, no?
—¡Sí, sí! Enseguida estoy con ellos, pero antes, levanten sus copas y brindemos por esa novela…¡hip, hip…hurra!
—¡Viva Arruillo! ¡Viva D. José! ¡Viva nuestro jefe!
—Goooonn.

martes, 3 de septiembre de 2013

Yo tuve un amor azul

357 Bueno, bueno, Gon ¡cómo se está poniendo esto! ¡cuàntas novedades!, no me digas, Alba, mira son tantas que no voy a contar ninguna, ¿pero?, ¡nada, nada!, saludos para María José Collado, a la que le gusta soñar, para José Romano que disfrutó con el hombre pegado al movil y a María que tiene unn buen enganche con Gala, pero...Alba, ¡que no, Gon!, que casi no puedo hablar, mejor pongo el poema...



YO TUVE UN AMOR AZUL


Yo tuve un amor azul
y sus trenzas envolvieron
la redondez de la luna. Nací
al repique de campanas; besos
manchados en caprichosas tinieblas.
Amé, quise, me embriagué de ojos,
Grabé en mi mente la Ley.
                    Rocé altares, silencioso,
mientras mis huesos se helaban
y el otoño enlozaba jardines,
sepultaba babosas de dos en dos.
Pasaban a trote de caballo
corazones envueltos en tez morena,
cabellos de trigo, manos de pan.
Pasaban, pasaban...
Los muros de la catedral cernían
su sombra sobre mis pasos;
los besos se derramaron sin ser vistos
por la seda de tu piel,
Miles de cirios fueron prendidos,
se atascó el reloj de arena.
Sacudidas bruscas de las entrañas
formaron islas humanas;
Nos desnudamos sin pudor.
Maremotos de días sin horas
nos devolvieron a la playa;
me senté en el brillante alquitrán.
                    Sin cruz de guía
ni horario de domingo
vago en mi isla de manzanos.
Tardía fruta que no se deja
amasar entre mis dedos.