jueves, 29 de abril de 2010

Entramos en Mayo


178 ¡Qué alegría Gon!, por fin hemos vuelto a colgar un cuadro en el pasillo, creía que habíamos llegado a un techo insuperable, ¿quién se ha dignado cedernos su foto?, se trata de una asturiana de Mieres, que siguiendo la estela de un vencejo a entrado por la ventana y ha encontrado una grieta donde alojarse, esperemos que por mucho tiempo Alba, bien sabes que eso depende de nosotros, ¿sólo?, y de las circunstancias y del jefe, por cierto Alba, hablando del jefe ¿qué le ha pasado que tiene esa cara tan reluciente y los ojillos brillantes?, no lo sé, debe ser cosa de Nerea, tú sabes que él…, no sé no sé, me da la impresión que soplan los vientos de otro costado, ¡ah si tu sabes!, no quiero hablar Alba, está bien, como desee vuestra majestad ¿qué te ha contado Nora?, ¿¿quién??, no te hagas el sordo que ya sé que estuviste hablando con ella, ah bueno, nada, nada…¡suelta por esa boquita!..., está bien, aparte de lo bien que la vi. me decía que tuviese cuidado con el brazo, no sabía que te lo hubiese lastimado, ¡ya! Pero puede suceder, porque lo que no sabe nuestra amiga es que en breve comienza la romería del Rocío, donde se junta la fiesta con la devoción y todo ello en el medio natural, que ya sabes que es lo mío, a mí que me vas a contar, no a ti no, Alba, se lo contaba a ella, que como es de aguas allá no entiende, a quien echo de menos es a Fernando, según sé ha estado muy ocupado con el día del libro, así que cualquier tarde se nos deja caer por aquí a contarnos algunas cosas, espero Gon que no eches en saco roto “Cuatro gotas”, Izaskun te colgaría si eso sucediese, ni hablar, sigo en ello y a su tiempo llegará la siguiente entrega, no te preocupes, ¿qué tal Dickens?, cada día me gusta más Alba y a ti como te va con Los Miserables, encantado también Gon, ¡ea! Pues mira qué bien, aquí todo el mundo encantado, y que lo digas Gon, hasta el mismo D. José.


lunes, 26 de abril de 2010

Cuatro gotas (1)


177 Ya ves Izaskun, ahí estamos en la tarea: Gon, que está de lunes de resaca, ha enviado otra de sus historias…







CUATRO GOTAS (1)
El sargento Bueno regresaba a casa luego de una dura jornada de trabajo en el puesto de control, porque los días que caían una o dos gotas, ya se sabe, como no estamos acostumbrados al agua, enseguida se atascan los usillos, se desprenden ramas que no tendrían porque desprenderse y dejan de funcionar algunos semáforos en el momento más inoportuno. Un caos, como diría el cabo Benítez, que para eso de las definiciones se las pintaba como nadie. La señora del sargento Bueno oía el relato de su esposo con un ojo en sus explicaciones, para que no dijese que nunca le echaba cuenta, y otro en la perola del arroz, que como le diese por pegarse si que la teníamos ya formada, porque el sargento pasaba por cualquier cosa, menos por comer su plato favorito con olor a quemado o pasado de cochura. La verdad es que en la televisión se habían colado con tanto meter miedo con la velocidad del viento, y que no se cogiera la bicicleta a menos que fuese imprescindible, o incluso que la gente se quedase en sus casas. ¡Pero si estamos en el sur!, y aquí las cosas son siempre diferentes, los huracanes terminan convirtiéndose en ligera brisa, si es que alguna vez llegan por aquí. ¿Qué han conseguido? Colapsar los transportes públicos que ya no están preparados para tanta avalancha de gente,” porque a trabajar habrá que ir – decía él –“, que los niños no vayan al cole soluciona más bien poco, al contrario ponen más nerviosos a los padres que se encuentran en una situación de desamparo doméstico: a ver a quien le toca sacrificarse y quedarse en casa cuidando a los niños, en cuanto nos rompen la rutina diaria por una situación inesperada ya no damos pies con bola. Total que se sale a la calle y se multiplican los problemas de tráfico, porque ya nos parece que no vamos a llegar a ningún sitio. Además hoy tendrá también que acudir por la tarde al puesto de control, porque no se fía demasiado del personal de turno, y como no esté presente le pueden liar una que para qué queremos más. Corresponde comida ligera, siestecita rápida y pare usted de contar; lo del himeneo puede esperar a otro momento a pesar de que hoy tocaba, y luego la parienta se pone de un humor imposible, pero la obligación está por encima de todas las cosas que para eso lo juró él con la mano en la Constitución y el rabillo del ojo puesto en su Benita, que como ella habrá pocas en como aguanta y sobrelleva los inconvenientes del servicio. Uniforme nuevo, impermeable para los grandes aguaceros y muchas dosis de paciencia para que no se le nuble la vista a la hora de tomar decisiones. Por lo que a él concierne no quedará en mal lugar el sistema de movilidad de la ciudad que lo vio nacer, ni perdería ni un solo punto en el balance trimestral de funcionamiento de las grandes ciudades habitables y libres de humo (GCHLH). Delante del panel central del puesto de control, se convertía en un superhéroe que cada diez minutos sacaba de una situación desesperada a alguien, o dejaba expedita una vía que parpadeaba en rojo (señal de atasco), iluminando toda la estancia:
— ¿Qué pasa con la V9, Fernández, que hace un rato que la estoy viendo con poco movimiento?
—Nada, mi sargento, que en la intersección con la V25 se ha producido un accidente que dificulta el tránsito.
— ¿Nivel?
—4,67
—Pues meta bulla, Fernández, ya tenía que estar solucionado.
—A la orden mi sargento.
.../...Continúa en Cuatro gotas (2)

viernes, 23 de abril de 2010

Emociones


176 Este año estamos teniendo una primavera de las de antes, Gon, ¿cómo eran las de antes Alba?, que siguiendo los iconos del tiempo en una semana, hoy aparece un Sol, mañana unas nubes con agua, pasado un Sol y una nube, ya te entiendo, así tengo yo el cuerpo, tú tienes el cuerpo que tienes por las nochecitas que te pasas, no me vengas con historias, pero vamos a no enredarnos ¡que voz tan bonita la de Nora! ¿te has dado cuenta lo distinto que es leer un poema o escuchar un poema?, hace tiempo que sabía distinguir ese matiz, Alba, pero si te empeñas prestaré más atención en el futuro, lo que si me he dado cuenta es de los piropos que te ha lanzado ¿estarás feliz?, ya sabes que eso siempre viene bien de cara a la creación literaria, pero lo importante es el trabajo, no te confundas Gon, no te confundas, el amigo Delfos también estuvo por aquí y nos dejó su tarjeta, por cierto que las cosas por Megustaescribir parece que no andan demasiado bien, eso he escuchado decir a D. José, tendremos que abandonar, eso no puede seguir así, como no lo remedie Reference, el proyecto se viene abajo, ¡Ah! Izaskun también estuvo ayer, preguntó por ti, pero tú claro: en la feria, ¿qué quieres Alba? habrá que aprovecharse, la semana que viene…¡si claro, la semana que viene! Y mientras tanto nos la vemos y deseamos, ¿tan importante soy?, pues sí, esto no puede parar ¿cómo llevas a Dickens?, me está encantando lo que llevo leído, qué fácil es leer cuando se escribe con esa claridad, bueno ya seguiremos hablando de eso, la semana que viene como tú dices, tenemos que ponernos en el tajo, pero dime ¿sabes que le han respondido al jefe de la última editorial a la que mandamos “Quise volar contigo”?, me lo imagino, desde esta editorial estamos convencidos de que usted no tendrá dificultades para publicar esta obra en otras editoriales, ¡qué quieres que te diga Alba!, nada Gon, igual nos vemos en la feria.


martes, 20 de abril de 2010

Feria de Abril


175 Vaya unas ojeras que traes esta mañana Gon, háblame bajito que estoy que no me tengo, claro Gon, tanto pescaito, tanta sevillana, y sobre todo Alba, tan pocas horas de sueño, ¡qué duro es ser feriante!, ¿duro?, eso lo será para las personas que están allí currando, pero tú que sólo vas a beber, comer y bailar ¿de qué te quejas?, no me quejo de nada Alba, todo está muy bien, por favor háblame flojito, ¡ya! ¿y el domingo qué? Te quedaste sin la salida de senderismo, ¿salida? Con la que estaba cayendo, se ve que este año san Pedro la ha tomado con nosotros, ¿san Pedro?, bueno vale, a las nubes les ha dado por descargar todo su furor con esta bendita tierra, así está mejor Gon, sé consecuente con tu fe, pues yo me estoy preparando mis vacaciones veraniegas, ¡no me digas! ¿Y a dónde piensas ir Alba?, voy a intentar irme con los arrieros, ¿eso qué es?, un grupo de gente muy enrollada que todos los veranos hacen peregrinación con apoyo de burros y carros, mejor me lo cuentas otro día, porque hoy no estoy para forzar mucho la cabeza, ¿cuánto rebujito ingeriste ayer?, no lo sé, pero tuvo que ser mucho, porque no se si la pantalla del ordenador está a la derecha o a la izquierda, es más me da la sensación de que se mueve de un lado para otro, ¡como eres!, dime antes de que caigas redondo si te gustó el acto homenaje a Delibes de la semana pasada, ¡ah si!, ¡qué bonito! ¡qué emotivo!, es curioso Alba, ¿qué es curioso?, como suena un texto de distinto dependiendo de quien lo lea y sobre todo lo interesante que resulta escucharlo de viva voz cuando estás acostumbrado tan sólo a leerlo, ¡vaya! Pues a pesar de tu estado has sido capaz de hilvanar algo coherente y con sentido común ¿esta noche otra vez a la feria?, pues claro, además mañana es festivo, así que hay que aprovecharse, pues ten cuidado con las tormentas, que aún no se han ido del todo, en el real me da lo mismo que llueva como que relampaguee, adios hijo, ¡qué disfrutes!

jueves, 15 de abril de 2010

Vivimos


174 Comenzaba a preguntarme donde se había metido Fernando, pero ya veo que estuvo por aquí ayer por la tarde, pues claro Alba ¿qué creías?, anda cuelga ya el poema que hoy tenemos poco tiempo…




Vivimos en un mar inmenso

que rompe en grises amaneceres

y termina tornasolando el horizonte,

nuestras horas están sumidas

en cambios bruscos de marea,

por eso ayer te dije

que tu mente debe fijar el timón

en el arco iris,

en el viento que eleva la cometa,

en el minuto que iluminó tu cara,

mañana de nuevo amanecerá gris

y tendremos la misma ventana abierta

cuando encendamos el ordenador.

A mí

me ayudaron las ninfas del bosque

- las driades –

y cada vez que el mar se encrespa

apareces tú,

oigo tu respirar, respiro tu mirada

saboreo tu voz,

envío el minuto a su rincón,

a veces me convierto

en capitán de navío pisoteando biodramina

y me dejo envolver en el roce

de tu carne contra mi carne.

No hay adoquín en el mundo

que pueda rasgar el cristal

que rodea

mi urna secreta.


lunes, 12 de abril de 2010

El nombre de la rosa


173 A Izaskun le ha llamado la atención ese dios en pequeñita, es una deformación Alba, como se dice sin pensarlo, tampoco se sabe si nos estamos acordando del Ser Superior, creador del Cielo y de la Tierra, tienes razón Gon, yo al menos no pienso en Él, pero si crees en Él, ahí me pones en un aprieto Gon, aunque tengo que reconocerte, que siento el tirón, yo en cambio soy de una línea más evolucionista, aquí no hay varita mágica: partimos de esa sopa inicial y hemos llegado a lo podemos contemplar hoy día, así que a pesar de haber sido sin querer ese dios en minúscula para mí está muy bien puesto, no es ninguna errata, de acuerdo Gon, ahí lo dejamos ¿te gustó “El nombre del a rosa”?, si que me ha gustado, no conocía a Eco y la verdad es que es una obra de las grandes, tenía razón D. José, había que leerla y sobre todo, Alba leer lo que cuenta el autor a propósito de ese libro, claro Gon, si tuviésemos la oportunidad de que el autor nos contara detalles de las obras que leemos, seguro, seguro que la fachada de esta casa reluciría de otra manera, la de esta casa y las de las otras Alba, no te olvide que aunque estemos centrado en esta, de vez en cuando nos toca asomarnos por Bublelandia o Megustaescribir, lo sé Gon, pero hablo de ésta porque es donde más horas paso, por cierto Gon ¿qué te parece la crítica hacia Gris? ¿tú ves que haya demasiados nombres?, yo no le veo Alba, lo que pasa es que juego con ventajas porque me sé casi toda la historia, la duda es la de siempre ¿de los personajes que entran en escena a cuántos hay que nombrarlos y a cuántos tenerlos en cuanta por su profesión o echo de estar allí?, ¿y los párrafos largos?, eso si tiene arreglo Alba, se acortan, se ponen más puntos y aparte, y…, ¡ya está Alba!, que vamos a dejarlo demasiado claro, como quieras, el miércoles seguiremos investigando, eso déjalo para el miércoles, ¡hala! Pues ahí te quedas.

miércoles, 7 de abril de 2010

Entre fiestas


172 Como te digo Gon, en la orilla del mar se estaba para haberse quedado allí todo el mes, y mientras tanto yo con los pies reventados de tanto dar vueltas, y no te he contado lo mejor, ¡ah si! ¿y qué es?, que me encontré con D. José, ¡no me digas!, te digo, ¿en traje de baño?, no Gon, no me seas de tu pueblo, se estaba muy bien en la playa, pero D. José iba en chándal, me lo encontré en la arena jugando con Nerea, ¡ah si! ¿y cómo está?, ¡lindísima!, con unas ganas de ponerse en pie y corretear por allí con el resto de los niños, con unos mofletes redonditos y llenos de color y unos chillidos que daba, y…¡bueno, bueno Alba!, ¿a quién se le cae la baba?, no te pases Gon, es que ante una cosa así es para enternecerse, lástima que luego crecen, así es la vida Alba, ¿se lo has contado a Izaskun?, pues no, ya sé que estuvo preguntado por ella –como siempre-, pero hasta ahora no había tenido oportunidad, pues no lo dejes que se va a alegrar, seguro, y ahora Gon ¿a prepararte para la Feria?, ya mismo estará aquí, pero no me hables ahora de fiestas, que estoy molido, es que Abril es mucho Abril en Sevilla, por cierto Gon esta tarde tenemos Tertulia y se hablará de “Gris”, eso creo, según he leído en el tablón de anuncios, pero no veo demasiado ambiente, ya veremos en que queda la cosa, por mi parte s puedo decirte, Alba, que me estoy dejando el pellejo en el proyecto, ¡el lenguaje Gon, el lenguaje!, ¿qué quieres que diga, la piel?, pues en mi pueblo se dice el pellejo, ¡ya!, pero no estamos en tu pueblo y o me des mucha vara que no estoy para nada, ¿mucha qué?, ¡anda!, me voy que me estás poniendo…, ja,ja,ja…vete con dios Gon, vete con dios.

lunes, 5 de abril de 2010

Atascados (y 3)


171 A pesar de las fiestas, Gon no ha querido faltar a su cita y me acaba de remitir la tercera y última parte de…






ATASCADOS (y 3)

Viene de Atascados (2)

El comisionado de la Peña se dio cuenta enseguida que la pelota estaba en el tejado de la señora Julia – dicho sea sin segunda intención -, así que volcó todo su esfuerzo en darle coba y procurar seguir los pasos que ella le indicase, pero sin dejarla de la mano. Habló con su hijo, llegaron a un acuerdo verbal de romper primero en el segundo para descartar todas las posibilidades, ya que del tercero para arriba, gracias a un agujero de épocas anteriores se pudo comprobar que todo estaba perfecto y no había ninguna fuga de aguas ni sucias ni limpias, para eso el Melli se las gastaba solo, allí donde metía la nariz era difícil que se equivocara en el pronóstico. El circulo se estrechaba cada vez más y a la señora Julia se le ponía el asunto feo: recurrió al seguro de su casa y estos le dijeron que se podía intentar arreglarlo desde abajo, o sea desde el local. Los socios temblaron ante la noticia, pero el Melli se mantuvo firme en su posicionamiento y aunque tuvieran que desmantelar por unas horas todo el andamiaje que habían construido, los representantes de la vecina del primero ce, tuvieron que agachar la cabeza y reconocer que boca arriba se corría un serio riesgo de tragarte toda la mierda de esa ala del bloque.

La prueba del segundo ce, dio negativa para los intereses de la señora Julia y el comisionado Paco Pepe cada vez veía más cerca el ansiado momento en el que el Melli y su ayudante traspasasen el umbral de aquella casa con el martillo en la mano. Lo que no se esperaba es que a la señora se le ocurriese una penúltima jugada, y así cuando aparentemente había dicho que sí, resultó ser que todavía no. Cuando esa mañana a las nueve en punto, el comisionado se pone en contacto con el Melli según el procedimiento habitual, éste – sin enojarse demasiado -, le transmite la desagradable noticia de que no le han dejado entrar en la casa, con todo lo que él tiene que hacer y la de gente que tiene pendiente para que le solucione sus asuntos, y hay que ver el porculo que está dando la dichosa Peña, y tu verás cuando pase la factura porque ya se ha tenido que desplazar más veces de lo previsto, y todo está muy caro y él se mueve en furgoneta, que no sólo es cuestión de tiempo, ahí hay un gasto añadido de gasolina, desgaste, kilometraje e incentivos para el personal subalterno que a ver quien va a pagar luego todo eso, que él con la comunidad no quiere líos, usted me ha llamado y usted me tiene que soltar los cuartos, no vayamos a tenerla. Paco Pepe le convence de que en ese sentido esté tranquilo, que si quiere un anticipo puede pasar a recogerlo que ya se las arreglaran ellos con la comunidad, el asunto es muy sencillo, con no pagar hasta amortizar la trampa, listos. Pero como es posible que esa señora le haya hecho esa jugada, si él lo tenía apalabrado con su hijo y ya le había comunicado que el segundo ce, estaba perfectamente, por lo tanto era en su piso donde estaba el problema y ella así lo había reconocido en vista de las pruebas aportadas por el comisionado. Esto era para volverse loco, consultó con el Melli la posibilidad de taponar en el bajo la salida del bajante, a ver si de esa manera reventaba por la casa de la Julia y se enteraba de una vez por todas donde estaba la avería. El peligro que se corría es que ésta pidiese daños y perjuicios por haber bloqueado la salida normal del desagüe. Hicieron la prueba con tan mala fortuna que reventó más abajo del objetivo buscado, se puso a llover materialmente por el techo del local y menos mal que reaccionaron a tiempo quitando el tapón y encima la señora Julia no resultó afectada en lo más mínimo.

Pero un buen día Paco Pepe recibe una llamada en su móvil nada más menos que de la señora del primero ce, indicándole que cuando quiera puede enviar los albañiles, que ella lo ha estado hablando con su hijo, con su abogado y con la compañía de seguros y le han aconsejado que lo mejor es que se descubra por su cocina. Al comisionado se le encendieron todas las luces y dio hasta un brinco de alegría. Esta vez se personaría él mismo en el primero ce al frente de la comitiva a ver si era capaz la susodicha de volverle a cambiar el discurso. Todo amabilidad son recibidos por la señora y el albañil procede con total diligencia, a romper por donde es menester para tener acceso al bajante y poder llevar a cabo la reparación oportuna, si es que daba con la avería y si es que era cosa de su oficio porque en lo tocante a las cañerías ya tendría que venir el Melli. Para sorpresa de algunos de los presentes – allí estaban un representante de la compañía de seguros, el hijo de la señora Julia, el albañil, Paco Pepe y la vecina de enfrente que en el fondo estaba del lado de la Julia - , se da con suma facilidad con la causa de todos los males y el operario extrae del hueco pertinente un ladrillo caravista, como prueba número uno del delito perpetrado. Ayudados con una linterna van pasando todos los presentes a mirar por el agujero y a comprobar el tremendo boquete que el caravista había ocasionado en el bajante de pvc, justamente en un codo que se encontraba sobre el techo del local. Se miran unos a otros, se intercambian algunas opiniones y se llega a la conclusión de que la causa de la avería, y por tanto del derrame del semilíquido fluido, es el impacto de la prueba número uno sobre el consabido bajante. Allí mismo y en caliente se especula sobre el origen del ladrillo, y las dos vecinas coinciden en que proviene de cuando la Mari Carmen arregló su cocina, porque entre los restos de escombros había aparecido también una trozo de azulejo de los que ella tenía antes de hacer la obra. La cara de la señora Julia relucía como nunca, la mueca de su sonrisa era un hueco recién descubierto y el verbo que emanaba de sus labios parecía el de un doblaje de artista televisiva. Los demás, incluido Paco Pepe, eran meros espectadores que poco o nada tenían que decir ante prueba tan irrefutable. Ahora si que estaba la pelota en otro tejado, ninguno de los allí concentrados se preguntó por las facilidades para dar con la causa del estropicio luego de tantos meses de marear la perdiz. Tampoco le interesaba a ninguno, así que a buscar al Melli, a cambiar las tuberías y a guardar como oro en paño las pruebas número uno y dos (el azulejo) de cara a la próxima reunión de comunidad o a una negociación de buenas maneras, con la presidenta del bloque, a ver que se podía hacer por recobrar aquella melodiosa voz que se escuchaba por el ojo del patio pregonando la prenda que había caído, sólo que a partir de ahora tendría que ser la vecina del segundo ce, la encargada de tan meritoria tarea.