174 Comenzaba a preguntarme donde se había metido Fernando, pero ya veo que estuvo por aquí ayer por la tarde, pues claro Alba ¿qué creías?, anda cuelga ya el poema que hoy tenemos poco tiempo…
Vivimos en un mar inmenso
que rompe en grises amaneceres
y termina tornasolando el horizonte,
nuestras horas están sumidas
en cambios bruscos de marea,
por eso ayer te dije
que tu mente debe fijar el timón
en el arco iris,
en el viento que eleva la cometa,
en el minuto que iluminó tu cara,
mañana de nuevo amanecerá gris
y tendremos la misma ventana abierta
cuando encendamos el ordenador.
A mí
me ayudaron las ninfas del bosque
- las driades –
y cada vez que el mar se encrespa
apareces tú,
oigo tu respirar, respiro tu mirada
saboreo tu voz,
envío el minuto a su rincón,
a veces me convierto
en capitán de navío pisoteando biodramina
y me dejo envolver en el roce
de tu carne contra mi carne.
No hay adoquín en el mundo
que pueda rasgar el cristal
que rodea
mi urna secreta.
Me meto donde puedo y como buenamente puedo.
ResponderEliminarPor el momento... Y ya veremos.
Vivimos... es algo más que una conjugación verbal, ¿verdad?
Carpe diem.
Van apareciendo grises en bellos tonos. Saborear la mirada me encanta.
ResponderEliminarUn besito a Gon y Alba. A Don José y a Fernando.
Risas y besos a N.
El leitmotiv del mar me encanta en cualquier poesía o escrito. Es curioso ver cómo cada uno lo interpreta a su manera, le da sus valores...
ResponderEliminarBueno, una cosa que tachar de la lista, el pasarme por el blog de Arruillo. Hago lo que puedo :P
¡Un saludete!
Bello...bello poema! màs quisiera yo me dijeran eso de:
ResponderEliminar...y cada vez que el mar se encrespa
apareces tú,
oigo tu respirar, respiro tu mirada
saboreo tu voz,...
Estoy un poco cachonda hoy, Gon y Alba ;0)
Besotes!