martes, 31 de mayo de 2011

Autorretrato (y 4)



252 Menuda se ha liado, Gon, ¿con qué?, con que va ser con los cookies, blogger, el caché y toda esa zarandaja de cachivaches, ¡ah, yo no sé nada!, yo he estado trabajando para colgar la siguiente entrega del relato, charlé un rato con Ananda, saludé al vencejo que ha vuelto a despertarse…¡ya!, tú a lo tuyo, pues nada hijo, cuelga, cuelga…


AUTORRETRATO (y 4)





.../...Viene de Autorretrato (3)

A mí me tocó doblarme sobre mi eje y meterme en un sobre tamaño cuartilla con destino a la otra punta de España: todo muy misterioso, eso si, porque salvo el nombre que es lo único que no me han cambiado – pero todo puede suceder -, lo demás es pura fantasía; se oculta mi edad, mi lugar de nacimiento y hasta es una incógnita saber quien fue la criatura que me ayudó en el parto. He viajado junto con un montón de gente, dando saltos de un lado para otro y cambiado de vehículos casi sin parar, algo mareado de tanto dar vueltas, aquí me hallo a la dulce espera de saber mi destino. Llevo impresa en la piel unos cuantos sellos identificativos, y ya he pegado algún que otro tropezón sin consecuencias para mi integridad física. Los nervios me tienen que no vivo, y las noticias que me llegan de unos y otros no pueden ser más negativas: que si el doble espacio, que si no se cuantos caracteres por página, que si el tamaño de la fuente, que si DIN A-4, que si quintuplicado ejemplar, ¿habrá puesto bien el NIF la mano que sostiene la pluma?, ¿estaré perfectamente paginado?,duración de lectura de quince minutos aproximadamente, ¿se declarará desierto el premio?,...las partes se someten a los Juzgados y Tribunales de.... y uno aquí de novato pensando que a lo mejor ni siquiera se digna nadie a escucharte. ¡Con tantas reglas no me extraña! Pero es que no puede ser, ¿qué será más importante una línea más o menos o el contenido del folio? Lo que cuenta es lo que uno piensa, digo yo, no la forma que tenga. De acuerdo que tiene que haber alguna medida, pero que sea más flexible, es que si no te dan ni una oportunidad de expresarte, como va uno a poder demostrar nada.
Aquí estoy dándole vueltas a todo este lío, que en la vida me he visto en otra más gorda. Tengo presente lo de los clones, pero en este momento la responsabilidad es mía, y en las próximas horas puede que haya dado un paso de gigante e inmortalizado mi nombre – aunque sea figurado – o pasar a convertirme en unos gramos de ceniza por no pensar en la reencarnación que puede que sea hasta más doloroso. ¡Que nervios! Creo que hay movimiento, tengo que dejar de pensar en transmitir ideas y centrarme en lo que vaya a venir; no importan los acontecimientos, sea para bien o para mal, estoy dispuesto. Si no volvemos a comunicar, ya sabe todo el mundo cual ha sido mi destino, y si volvemos a vernos estaré plenamente agradecido por haber confiado en mis posibilidades.
¡Hasta siempre!

lunes, 23 de mayo de 2011

Feria del Libro

251 Lunes de resaca, Gon, otra vez no, Alba, la Feria ya hace tiempo que pasó, me refiero a la resaca política, ¡ah, eso!, mejor hablamos de la Reina de los Mares, ¿qué me cuentas, Gon?, te cuento que hemos tenido dos visitas en estos días, con fotito incluida y una de ellas lleva por nombre eso que has escuchado, ya veo que no quieres entrar al trapo, está bien ¿y quién más ha estado por aquí?, además de la Reina que mandó sólo el cuadro, también llegó a tiempo para probar las pastas, sedemiuqse, Gon, me lo estás poniendo muy difícil para una vez que te dejo encargado de recibir al personal, ¿es que lo he hecho mal?, a ver, repíteme ese nombre que no me he enterado bien, sedemiuqse, ¿sé de qué?, sedemiuqse Alba, leche, ya no lo repito más, ¡vale, vale!, no te enfades, es que el nombrecito, por cierto Gon ¿le dijiste a Ananda que te aclarase lo de los enlaces?, sí, ya la llamé y se lo dije, ¿y que regase el loto?, ¡ah! pero ¿lo lotos se riegan?, ¡ja,ja,ja!, desde luego Gon hay veces que pareces caído de un guindo, ¡anda, déjalo!, ¿quién más ha estado por aquí?, Miuris, piel sensible esa chica ¿verdad Gon?¿cómo llevas lo de conejo?, ah, muy bien, ya casi lo tengo terminado, vaya tela el Urdike como era describiendo, no se le escapa ni una, no lo conocía Gon, así que todo lo que me digas me lo voy a creer, ¡ah, muchas gracias por confiar en mí!, no me queda otra, ¿oye y de la Feria del Libro no me dices nada?, es que con esto de las elecciones aún no me ha dado lugar, pues yo pienso ir esta tarde, allí nos veremos Alba, de acuerdo pues allí nos veremos Gon.

lunes, 16 de mayo de 2011

Te con pastas

250
—¿Gon, ha llegado ya la gente?
—Por aquí está Ananda, que dice que haber cuando vienes.
—¡Ya voy, es que tengo al teléfono a Stella que está en un atasco y que la perdonemos si tarda. ¡Ah, mira ahí veo entrar a Xrisstinah! ¡Hola Xriss!
—Date prisa Alba, ya verás que osito de peluche nos ha traído Miruis.
—¿Un osito?¿De Dónde?
—De donde va a ser, Alba, de la Feria…pero ¡date prisa!
—Ya voy, ¡ah! ¡hola Belkis!, enseguida estoy con vosotros.
—Dame un abrazo, hija, vaya tela lo de Lorca ¡qué putada!
—¡¡Gon, que te estoy escuchando!!
—Vamos allá, Alba, que eres igual que los equinos, una oreja en cada sitio.
—¿Con quién me has comparado?
—Con los…¡déjate de regañinas y vente ya para acá!
—Enseguida estoy, Stella me ha dicho que a ella tampoco le gusta tirar nada a la papelera.
—Será posible esta criatura…¡Alba, por favor!, Ananda se va a mosquear como no estés aquí en dos segundos y no te va a contar ni un secreto más.
—¿Secretos?, ¡qué graciocillo estás hoy Gon, como se nota que estuviste anoche de fiesta de ascenso a Primera!...estoy preparando el te, así que dile a Ananda que tenga a punto su kipu que ya estoy allí.
—Xrisstinah, por favor, dile algo a Alba porque se ve que a mí no me hace ni caso.
—¡¡Alba, o vienes a sentarte o te mando al loro para que juegue con las bolas de tus ojos!!
—¡Xriss, por dios, que estoy cogiendo las pastas!
—Ya lo has oído Alba, además Miuris me está soplando que tiene algo de prisa porque ha de entregar un trabajo y…
—Si yo no he dicho nada…
—¡Ssiiihh!, ¡calla, calla!, que es para meterle bulla, ya nos vamos conociendo.
—Gon, que me estoy enterando.
—¡Din,don, dindo!
—¡Gon, llaman a la puerta, ve a abrir que debe ser Stella!
—Ya voy, perdonadme todas, pero es que tengo que estar en todo…¡¡joder Don José!!...
—¿Qué está pasando aquí? ¿A qué huele?...

lunes, 9 de mayo de 2011

Autorretrato (3)

249 Terminó la Feria Gon, supongo que estarás echo polvo, procura hablarme bajito Alba y a poder ser poco, como quieras, me imagino que habrás sacado tiempo para colgar…¡sí, sí!, y no me digas nada de nadie…ya hablaremos, está bien, pues ya hablaremos.
AUTORRETRATO (3)
Los folios tan perfectamente alineados volvieron a ser un galimatías de letras, frases y remiendos que no los conocía ya ni la Packard  que los parió. Volví a tomarme la justicia por mi mano e intervine en algunas palabras para que no se reconociese su significado, aprovechándose de la precariedad del traje de segunda puesta: siempre hay algún agujero o alguna descomposición en la tinta para salirme con la mía. En la siguiente ocasión que tuve que vérmelas con mis compañeros de la computadora, la cosa ya había cambiado y se me trataba de otra forma mucho más honrosa para todo escrito que se precie. Era como un acicalamiento premeditado y mirado al detalle: una coma por aquí, un espacio por allí, un gazapo que intenta colarse, un acento que se escapaba. Me dejan en definitiva en perfecto estado de revista, para que otros ojos me miren y otras manos me acaricien. Orgulloso como un pavo en celo paso a formar parte de un listado, en el que se me asigna un número y se me coloca en una especie de lista de espera. En ese momento nacen en mí serias dudas sobre el estado físico en el que me encontraría la próxima vez, que alguien se digne acordarse de mí, ¿para qué tanta guapura? A lo mejor cuando lo hagan, estaré tan pachucho, que casi será necesario reescribirme de nuevo. Pero en fin, dentro de la ignorancia que me invadía no me quedaba otro remedio que tener paciencia, y esperar que de esta columna de folios tan bien ordenados y numerados no pasara a hacerle una visita al contenedor azul, que es donde dicen que acabamos la mayoría de las veces, una vez que el color de la piel se va volviendo amarillenta. La esperanza que me quedaba es que como no dejaba de ser un clon, puede que alguno de mis semejantes alcance la meta para la que fui concebido, porque ¡vamos a hablar claro!, que uno ya va siendo mayorcito: a mí me decían de peque que yo era el producto de un pensamiento, de una idea, y que la mano trazaba el diseño de mi ilustre figura para satisfacer un deseo interior, una forma de comunicación entre semejantes, no importaba cual fuese el destino final de lo que se hubiese parido. ¡Ja!. ¡Eso no me lo creo yo ni harto de tinta! Si esos folios no terminan pasando por una imprenta y no ven la luz del día cobijados por dos buenas cubiertas, déjame de satisfacciones, que es lo mismo que si no hubiesen nacido. Esa es la vida, esa es la lucha por sobrevivir y esa es la realidad y lo demás son cuentas que nunca salen. Por eso yo tenía y tengo fe en lo de la clonación, sea por acierto, por lo que uno pueda valer, o porque alguna vez tenía que ser, cualquiera de las copias que andan por ahí buscándose la vida, puede dar el golpe de gracia y pasar del anonimato a la fama en un abrir y cerrar de páginas. Nuestra vida puede ser corta, excesivamente corta, pero también puede ser eterna y ahí está la fuerza de la que nos valemos para seguir emborronando folios. En la actualidad yo no soy nadie, no paso de ser un mero espectador del mundo que me rodea, pero viajo, navego por las ondas, y tengo las maletas siempre dispuestas por si algún día llega ese momento que se me grabó en el mismo instante de nacer.

martes, 3 de mayo de 2011

Ya huele a Feria

248 Vaya como se ha puesto el patio, Gon, ¿de qué me hablas Alba?, de qué va a ser, de qué va a ser, de lo de Bim Ladem, menos mal que yo había cruzado ya el Estrecho que si no, no me dejan salir, exageras, bien, ya veo que este tema no te interesa, mejor háblame de la Feria, no es que no me interese Alba, compréndelo, estamos en feria, fue la noche del “pescaito”, me acosté hace un instante, no sé si anda por ahí D. José o no y encima me vienes con asuntos de ese porte, ¿tú sabes como tengo yo ahora la cabeza?, me lo imagino ¿te pasaste con el rebujito?, no creas, más bien se pasó él conmigo, tanto monta Gon, en fin a lo que iba, ¿sabes que ha estado por aquí Krust?, ¿de quién me hablas?, de una persona que se ha dignado charlar conmigo un rato, mientras tú te reponías o hacías el intento, de tus noches de juerga, ¡eeeehh, sin pasarse colega!, que es la primera noche que piso el real, pues vaya unas ojeras que tienes, no te preocupes que sacaré adelante mi trabajo ¿quieres que hablemos del perfume?, pues mira no está mal porque seguro que la obra de Süskind se debe ver muy reflejada en una caseta atiborrada de gente, ¿por qué?, por qué va a ser Gon, por el olor que tienen que despedir tantos sudores, ¡ya!, por si no lo sabes las muchachas huelen a rosas y los caballeros a gloria bendita, menos mal porque antes sólo olían a humo, ¡vale, vale Alba!, no me esfuerces demasiado que me chirrían las orejas, ¡ah, si!, pues escucha: Ananda y Stella se alegran que llueva, les gusta la lluvia, el olor a tierra mojada, ¡y dale con los olores!, que yo estaba bajo la lona de la caseta y no me mojaba Alba, que no te enteras, por fuera Gon, por fuera, ¡anda, déjame!, que tengo mucho trabajo, vete con dios, Gon, vete con dios.