martes, 31 de marzo de 2009

Con otro color (y 3)


43 Con especial dedicación a Aires de crisol - sin que el jefe se entere-, sale a luz...











Con otro color (y 3)
.../...Viene de "Con otro color (2)"

Fiel a su semáforo no lo abandonaba nunca en circunstancias normales, parecía como si le hubiesen atado a aquellas columna de por vida, pero dejándose llevar por su generosidad, accedió a cambiar de lugar por hacerle un favor a un compañero. Y en ese nuevo emplazamiento, en una de las pasadas de los deportivos conducidos por sus hermanos, clavó sus ojos en una de las elegantes señoritas que solían acompañarlos y se quedó clavado en el asfalto. El vehículo se detiene un poco más adelante y aquella señorita vuelve la cara y mira por un instante a Michel. El vehículo arranca y Michel abre su robusta boca para lanzar un alarido que se confunde con el infernal ruido de la calle. Comienza a correr tirando por los aires el montoncito de soplanapias que con tanto esmero llevaba en la palma de la mano; vuela su gorra en la carrera, sortea unos cuantos coches y gana la acera sin perder de vista aquel deportivo que se alejaba cada vez más y más. Es un milagro que no tumbe a nadie en sus zancadas, pero su objetivo termina por difuminarse entre la maraña urbana y Michel acaba arrodillado en el suelo jadeando sin consuelo.
A sus amigos les cuenta lo sucedido, pero ninguno se atreve a hablar. Saben las condiciones en la que están, los favores que deben y la inseguridad de sus movimientos, así que será él solo quien tenga que sacar conclusiones. Ya no hay nadie al otro lado del hilo telefónico, nadie responde a sus llamadas al continente africano.
No le interesa el semáforo donde le dijeron que tenía que trabajar, ni tampoco ningún otro; se vuelve indisciplinado, nadie cree lo que cuenta de la chica del deportivo. No recauda dinero, no tiene con qué pagar el alquiler, la comida o los chicles con sabor a fresa que de vez en cuando se compraba en el kiosco de la esquina. Vaga todo el día, a veces no regresa de noche a su casa, se habitúa a sumarse a la cola del comedor gratuito y se hace amigo de un banco de la Avenida, al que raras veces abandona y donde le van pasando los días sin que acierte a saber qué hace allí. Su cabeza rapada es ahora una maraña de tirabuzones negros que empiezan a confundirse con la barba como esas hiedras que están a su lado y que se atreven a lanzar sus pequeñas raíces en los raídos pantalones de Michel. Cada vez son más las horas que pasa pegado al banco, tendido de costado, con las rodillas flexionadas sobre su pecho, en plena calle, a la luz de miles de ciudadanos que pasan junto a él. Comienza a confundirse con el color del banco, recubierto todo el conjunto con una capa gris que levanta el incesante tráfico y junto a él, siempre presente, un tetrabrik de vino de mesa con el cartel sobreimpresionado de “oferta del día”.

lunes, 30 de marzo de 2009

La lírica nos invade

42 ¿Qué ha pasado con tus versos heptasílabos, Gon?, pues que ya me he aclarado que por ahí debe ir la línea creativa, creo que es el verso que más me convence, y yo que pensaba que en el verso libre no se tenía en cuenta la métrica, eso pensaba yo también y de hecho si te paras a contar, pocos son lo que lo hacen, pero me han convencido y espero que después del trabajo que me está costando aclararme con este asunto, los resultados sean favorables, de todas maneras, Gon, la poesía ha ido siempre un poco por libre, es como más liberal en sus formas, si, pero lo malo es llegar al lector, para uno mismo puede quedar muy bien, pero como no midas y tengas en cuenta el ritmo y la musicalidad, veo difícil que llegues a ningún sitio, te creo, porque lo dices tú Gon, pero me cuesta asimilar, pues cuando quieras cambiamos los trabajos, ya verás como me entenderás mejor, ¡No,.no!, vamos a dejarlo como está que yo estoy bien como estoy, por cierto Alba ¿aún sigo viendo una foto de más en el pasillo?, y lo que te queda, yo no sé como la han puesto el personal de mantenimiento, pero me da la impresión de que debe ser con un superglue de alta numeración porque no hay manera, y mira que lo he intentado, pues nada o la dejamos o tengo que coger un martillo y un cincel y dejar un hueco en la pared, ¡No!, es lo mismo Alba, mejor es no cambiar nada, que siempre pasará más desapercibido que un desconchón nada más entrar en la casa. Así, son las cosas, Gon, así con las cosas.

viernes, 27 de marzo de 2009

Aumenta el album fotográfico

41Dime Alba, ¿qué ha ocurrido con los seguidores?, ¡No me hables que estoy cabreadísimo! ¿por qué pondrán tan difíciles las cosas?, a lo mejor es que somos muy torpes, Alba, ¡déjate de guasa que no se me ha pasado el sofoco!, pero lo cierto es que tenemos una nueva foto en el pasillo de la casa, y eso es muy importante para nuestros intereses, ¿nuestros intereses?, si, para nuestros intereses literarios, que son los que al fin y a la postre nos importan, porque este nuevo amigo llegado de la Argentina tiene una excelente carta de presentación, ¿y cómo dices que se llama?, aún no lo he dicho Alba, ¡perdona,perdona! Es que estoy todavía metido en los entresijos del escritorio tratando de averiguar como se ha podido colar nuestra foto institucional y lo que es peor, que no hay manera de quitarla, está bien Alba, a lo que iba, este nuevo amigo se llama Pablo Giordano y ya le iremos conociendo poco a poco, además Aires de crisol – que lindo nombre- está esperando que le termines de contar qué le pasará a Michel al que has dejado trabajando en el semáforo, lo sé, lo sé Gon, pero es que llevo unos días algo ajetreados y no paro de un sitio a otro, que si cursillos de formación, que si ensayos en no sé que situaciones, que si el jefe quiere ver resultados, pues si yo te contara mis peleas con los versos heptasílabos, ¡no!, no me lo cuentes Gon, déjame respirar que al fin y al cabo hoy es…¡viernes Alba!, hoy es viernes.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Con otro color (2)



40 Menudo lío se ha formado con las reformas de la calle Megustaescribir, allí no hay quien se aclare, así que vamos a centrarnos en la tarea, y hoy nos corresponde colgar la segunda parte de…


Con otro color (2)

Viene de "Con otro color" (1)

Michel se tragaba la teoría cada noche antes de cenar, como si se tratase de un rezo budista imprescindible para poder ingerir los alimentos. Miraba a su amigo con ojos de lechuza y engullía las viandas del plato sin hacer asco ni a lo uno ni a lo otro; entre lo que encontraban de oferta y lo que les regalaban, apañaban unas comidas medio decentes, porque los céntimos había que mirarlos con lupa; no podía faltar el envío semanal, luego había que acudir al locutorio al menos cada diez días para saber si el dinero estaba llegando, si todo seguía igual allá por su país, si había algún problema de salud en su extensa familia, y si podía ahorrar algo para poder hacerles una visita, si es que llegaba ese momento.
El quería haber terminado sus estudios de medicina, y tener un profesión con la que poder labrarse un buen futuro en su querida tierra, pero las guerras próximas, los cambios políticos y el olvido del mundo exterior, hicieron que se quedara sin beca, sin trabajo y sin posibilidad de graduarse, con lo cual entraba en el continente blanco con los bolsillos vacíos y un dominio del inglés que de poco le estaba sirviendo en la rotonda que le había caído en suerte. Eso si, en el fondo ha tenido suerte, de entrar en un momento en el cual todo está perfectamente organizado: horario de trabajo, descanso semanal, vacaciones de verano y no ingerencias competitivas por parte de wistoneros o gitanos de cubito y esponja, desaparecidos todos de la ciudad, como si se los hubiese tragado la tierra.
A Michel no le explicaron demasiadas cosas, y él tenía mucha hambre como para entrar en detalles, por eso apenas se fija en sus hermanos de piel, que de vez en cuando pasan por el semáforo a lomos de lujosos deportivos, ensortijados, con chupas de cuero y elegantes señoritas en el asiento del copiloto; además el cielo de Sevilla tiene un azul tan intenso, que es difícil imaginarse esta ciudad en otro lugar del mundo.
Pasaron otros diez meses y otros y otros y Michel seguía en el semáforo mostrando su perfecta dentadura a todo el que quisiera pararse con él un instante, pero sus ojos ya no eran los mismos; en ellos se adivinaba que algo no marchaba bien en el interior de aquel cuerpo bonachón, que se había granjeado la amistad de tantos y tantos automovilistas. Michel ya no estaba seguro de donde estaba mandando su dinero, tampoco llegaba el momento de volver a ver a su familia, casi no sabía nada de sus hijos y empezaba a notar que sus amigos le ocultaban algo, era como si quisieran hacerle algún planteamiento importante, pero nadie se atrevía a dar el paso, nadie le hablaba claro: ni en su idioma natal, ni en inglés, ni en el idioma español, que cada vez entendía mejor.
Hasta que un día…
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martes, 24 de marzo de 2009

La calle Megustaescribir

39El amigo Delfos nos hizo una visita ayer y nos contaba su sorpresa por el cambio que ha experimentado el inmueble de la calle Megustaescribir, supongo, Gon que tu incursión en el grupo de poetas habrá tenido algo que ver en eso ¿no?, tampoco es para exponerlo así, Alba, con nosotros están teniendo un trato especial por nuestras aportaciones en la etapa anterior y además nos piden ayuda para que el nuevo proyecto tome forma de una vez y la gente participe más y esas cosas, pero nada más, ¿nada más?, pues si, nada más porque yo me quiero centrar en hacer del grupo de poesía un lugar donde nos trasmitamos lo que llevamos dentro a través de los versos que vayamos leyendo, y que la gente hable y se comunique ¿no es cierto?, claro Alba, para eso se abren esos foros, además espero ver tu aportación, tranquilo Gon, tranquilo que ya me vale con atender las exigencias del jefe, que sin ir más lejos ayer me hizo trabajar en un nuevo envío –en esta ocasión a Letralia-, ¿y eso que es?, pues una página de allén de los mares donde se puede participar y tú ya sabes que donde se pueda entrar, allá está D. José poniendo una plica, pues nada Alba ya veremos si no terminamos cruzando el océano y todo, no lo creo Gon, hoy en día esas cosas ya no son necesarias, lo sé, Alba, lo decía por hacer una gracia, que nunca está de más, Gon, nunca está de más.

lunes, 23 de marzo de 2009

Tenemos nueva fachada

38 Querida Aires, nuestro jefe es severo, que aunque rima con negrero, no es lo mismo ¿verdad Gon?, tienes razón Alba, la rima es perfecta, ¡Gon!, me refiero al fondo, no a la forma, ¡Ah, el fondo!, si, en el fondo es buena gente, lo que pasa es que va mucho a lo suyo, ¡Está bien, Gon! Mejor será que lo dejemos, que alegría da recibir noticias de nuestra amigo Lilia, siempre tan gentil en sus comentarios, aunque nos gustaría que se prodigase más con sus escritos porque es un placer leerla, ¿verdad Gon?, tienes razón Alba, aún recuerdo aquel quijote que se nos perdió en el otro inmueble y que tan bien encaminado iba, es cierto, tenía su punto de gracia y además nos introducía muy bien en el mundo de la poesía, pero las mudanzas es lo que tienen, que se pierden muchos personajes por el camino, puestos en ese plan ¿cuántos habremos perdido nosotros en lo últimos meses?, ni se sabe, Gon, ni se sabe, pero ¡que le vamos a hacer! Sería su destino, de nada nos vale lamentarnos, por cierto, me he dado cuenta que en Megustaescribir se ha formado un grupo para tratar del mundo de la poesía ¿te has apuntado ya Gon?, me han apuntado Alba, que no es lo mismo, pero a ti te gusta ese mundo ¿no?, si claro que me gusta, pero un poquito más relajado, eso de andar de casa en casa ya no me gusta tanto, pero aquello va a ser el no va más, ¡qué cambios!, fachada nueva, ventanitas de colores, gente asomada y promesas, muchas promesas, y mucho trabajo, Alba, mucho trabajo. ¡Calla, calla, que llega el jefe!, pues hala, al teclado, ahí estamos Gon, ahí estamos.

jueves, 19 de marzo de 2009

Con otro color (1)


37 El jefe se ha puesto de mal humor porque dice que charlamos demasiado, pero D. José ¿habrá que atender a las visitas, no?, ¡Alba, lo primero es lo primero!, está bien como usted diga D. José.
Así que ahí va…

Con otro color(1)

Tiene unos labios que destacan sobremanera dentro de su cara de niño. Pero Michel mide uno ochenta y es padre de dos criaturas, que no ve desde hace diez meses. En lo alto de la bicicleta parece el pato Donald africano, con esas dos enormes bolsas del cortinglés, que le hacen tambalear el manillar y de las que sobresale los montoncitos de papel soplanapias que ha encontrado de oferta en la tienda de todo a sesenta céntimos. Se pasa el día pegado al semáforo de la rotonda, esperando que paren los coches para pedir a los automovilistas que le compren su oferta; las tres palabras que le enseñaron a decir en español, son las imprescindibles para que la mayoría de la gente le diga que no, pero él insiste y pone cara de alegría y no cesa de chapurrear buena suerte, como punto final a cada una de sus plegarias, lo mismo le da que le miren con cara de asco, con desprecio, con sonrisas, o que no lo miren. Es hermoso desear buena suerte a todo el mundo, esté o no colaborando a ganarse ese sustento, que cada semana ha de enviar puntualmente a su familia, para que puedan sobrevivir, allá en ese punto del mapa ligeramente escorado hacia el Sur, una vez salvado el cabo Trafalgar. Se pasa tanto tiempo pegado al semáforo, que está deseando llegar al piso, que comparte con otros colegas venidos antes que él, para echarse a dormir como un lirón, cosa que le entusiasma. Uno de ellos es su amigo que le trajo a España, le animó a dar el gran salto y le instruye sobre todo lo que debe hacer o decir en esta tierra, en la que espera poder sacar lo suficiente para paliar la pobreza de su familia, por eso Michel no se mueve de su puesto junto a la rotonda, y apenas conoce otro camino que el que le conduce al piso donde habita y a la zona comercial donde encuentra la oferta del día.
A veces son periódicos, otras abanicos, lo que a él le dan para que lo ofrezca en su puesto de trabajo, él lo muestra, a excepción de los soplanapias que a esos les tiene cogido el punto.
Llegó a España con tanta precariedad de papeles, que no se atreve a hacer otra cosa que no esté previamente calculada. Sabe que fracasar es dejar a su familia sin la posibilidad de salir de su país, para incorporarse a este otro continente donde todo parece tan distinto.
Michel viste bien, no va desaliñado y usa zapatos cómodos, no es que esté de compras por las tiendas de moda, lo que tiene son donativos de oenegés que él sabe rentabilizar y cuidar. La imagen es importante a la hora de conseguir el euro de los automovilistas – eso también se lo ha dicho su amigo –, y los buenos modos todavía es más importante aún. Da igual que éste no quiera colaborar, detrás hay otro y otro y otro más, un semáforo es una fuente continua de automóviles, furgonetas, camiones y no se cuantos vehículos más, potencialmente disponibles, y un mal gesto, una mala cara o un improperio, aunque sea en su lengua vernácula, puede dar lugar a que ten de lado, te pases toda la mañana pasmado de frío, y no saques ni para pagar los pañuelos, por muy de ofertas que estén.
“El cliente es muy exigente y en estas condiciones más; ten en cuenta que ellos no vienen a ti, eres tú quien se acerca a ellos”.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Aires, K, Gon y Alba

36A tu amiga K la traemos loca con tanta casa que visitar, Gon, locos vamos a acabar nosotros como el jefe siga abriendo sucursales, pero a lo que vamos ¿qué me dices de las lecturas de K?, ¡qué te voy a decir!, lo mismo que a ella, en su momento le agradecí que colgara el poema “El Cuervo” de Poe, porque mire usted por donde aún no lo había leído y ya ves tú la importancia que tuvo para el mundo de la literatura, ya lo creo, Alba Poe es todo un genio y un motivo para que nos sigamos peleando con el alfabeto y la composición literaria, por cierto, también le tenemos que agradecer a Aires sus comentarios sobre la poética, porque –como muy bien dice ella-, lo importante es lo que se dice, pero claro al ponerse ante la composición poética, queremos hacerlo bien y para ello el esqueleto ¡ay el esqueleto! tiene que ser perfecto sino le sobran mangas al traje, también tiene razón con que debe haber algo que enganche, como la primera impresión al mirar un cuadro y ahí puede que juguemos con las imágenes, pues no sé si te entiendo, Alba, ya sabes que lo mío es la prosa, lo sé, lo sé Gon, pero es que estas cosas no se las puedo contar al jefe, ¿por qué?, porque no me escucha, él sólo va a lo suyo, al negocio: ¡hale! ¡a publicar, a publicar!, como si fuésemos churreros, ¡háblalo con alguien más entendido, hay más compañeros!,¿es que me niegas tu interlocución?, ¡No,no! Ni mucho menos, Alba, ya sabes que aquí estoy para lo que gustes, pues entonces, te aguantas y me escuchas, ¡está bien, Alba, como quieras!

martes, 17 de marzo de 2009

Literatura libre

35¿Qué me dices de tu lectura de Unamuno, Gon?, pues que me ha encantado esa forma de construir los diálogos, “Nada menos que todo un hombre” me ha dejado un tanto transpuesto, desde el principio hasta el final todo es diálogo y es una maravilla como se resuelve la historia, ¿y de qué va?, es lo de menos, Alba, está tan bien contada que te metes dentro de los personajes en poco tiempo y la vives ¿entiendes, la vives?, ya veo, ya que te ha entusiasmado, pues yo tengo algo que contarte también, más de cocina, de cosas nuestras: el jefe está poniendo su mirada en otra página donde pronto nos hará trabajar, ¿Cuál es?, una que nos llega desde México, Literatura libre y por lo que sé te va a tocar a ti la faena, ¡que le vamos a hacer! Para eso estamos, Alba, y otra cosa, ¿otra?, si, pero ahora es sólo para informarte porque el trabajo ya está echo: acabo de colgar en Megustaescribir un nuevo post de la serie viajes, ¡qué rapidez!, si que has empezado con fuerza el día, para eso estamos, Gon, para eso estamos.

lunes, 16 de marzo de 2009

¿Que es poesía?

34Se va aclarando la situación y sabemos donde visitar a Aires, aunque tengamos que desplazarnos, puesto que de momento sigue en otro barrio, pero según parece pronto estará más cerca. ¿Oye Gon, dime, tú como ves eso de la métrica en la poesía?, ¿Qué quieres que te diga, Alba, es tu especialidad? Si, pero dentro de eso; ¿tú ves bien que haya que estar contando las sílabas para conseguir un buen poema?, ¡Yo no las cuento!, ¡Ya!, ¡Claro Alba, porque creo que lo importante es lo que se dice!, ¡Si de acuerdo, pero hay que darle musicalidad, de lo contrario no estaríamos hablando de poesía!, ¿Y eso depende de si un verso es heptasílabo o monosílabo?, según dicen los expertos no se pueden mezclar los versos pares con los impares, no suenan bien, ¡Ya, pero dependerá de algo más que de contar sílabas!, si, de utilizar las palabras adecuadas, porque no todas tienen la misma sonoridad, pues ¿qué quieres que te diga Alba?, yo creía que escribir un poema era decir cosas bonitas sin llegar al final de folio, ¡Y que peguen!, No Alba, ya sé lo que es el verso libre, hasta ahí llego, pero lo que dices ya me pone un poco fuera de sitio, ya te digo que no es mi especialidad, tú siempre has sido más poeta que yo y aunque de vez en cuando he tenido que trabajar el poema, por circunstancias puntuales, al que de verdad se le da esto bien es a ti, ¡de acuerdo Gon!, sólo quería intercambiar impresiones contigo, perdona si…¡No, no hay nada que perdonar! En el fondo a mí me gusta aprender, todo es necesario, ya sabes, por si algún día me toca a mí trabajar en esa sección, visto así tiene otro color la charla Gon, en fin ¿te ha servido para algo mi opinión? Claro, claro, siempre es clarificador charlar contigo, pues yo que me alegro, ¿nos ponemos a la tarea?, ¡Vamos a ella, Gon!, vamos a ella.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Como un susurro


33 Aires de crisol nos ha hecho una visita muy linda, que aún no le hemos podido devolver porque no damos con la puerta de su domicilio, pero insistiremos ¡eh!, para eso somos especialmente cansinos ¿verdad Gon?, ¡y que lo digas, Alba!, gracias por esas palabras, Aires de crisol, y ahora a la tarea: hoy toca una pincelada poética, que además nos llega suave, muy suave…

COMO UN SUSURRO

Como un susurro
de brizna azul
llega tenue a mis sentidos
tu majestuosa voz.
Busca sitio en mi huesudo armazón,
se codea con cualquier leucocito
y lo inunda todo.
Si alguna sombra me oculta
o si la neurona de guardia dejó
de pensar en ti,
la primera sílaba que surge
de tu garganta, voltea,
supera el eclipse lunar.
Ondas hertzianas que sin saberlo
llevan impreso tu nombre, me
acarician el tímpano y
dejan unos gramos de plumón
flotando en el ambiente.
Un día quemaba malas ideas,
los músculos no respondían,
saltó la chicharra
y se inundaron mis poros
del canto angelical – bálsamo inesperado –
que se grabó en el disco duro
fortaleciendo
la fe en un mañanade despertar
diferente
bajo un aire estepeño
con el móvil fuera de cobertura.

martes, 10 de marzo de 2009

Trece días


32 Hoy si que está contento el jefe, Gon, ¡por fin! le han echado cuenta y la novela “Trece días” figura en la parrilla de salida de Publicatuslibros, todo un acontecimiento para los que trabajamos en esta empresa ¿verdad Alba?, ahora lo que hace falta es que surja efecto la estrategia y a la vuelta de unos días, o unas semanas veamos los resultados, así es Gon, porque resulta tan difícil la publicación por otros caminos, que habrá que apostar por intené, al menos eso es lo que dice el jefe, que para eso se estruja la sesera buscando salida al negocio, claro que sí, Alba, porque a pesar de las palabras de ánimo del amigo Delfos, por la casa donde nos conocimos andan más liados que el moño de una loca, ¿sabes lo último?, pues no, que una vez más nos han dejado sin subir a la parrilla de salida el último trabajo que le entregamos ¿Cuál el del algarrobo?, el mismo, la madre que…, es igual Alba, no te sofoques porque es para nada, ¡que ganitas tengo de que seamos autónomos!, ¡Hui, pues eso si que es difícil, Alba!, no veo yo a nuestro querido jefe en disposición, así que más vale que celebremos hoy lo que tenemos, que saldremos ganando, pues si Gon, tienes razón, disfrutemos aunque sólo sean trece días, pues eso Alba, disfrutemos.

lunes, 9 de marzo de 2009

Alba se preocupa

31 Si quieres que te diga la verdad, Gon, la espantada de Cornelio de Megustaescribir me parece lógica, porque ya sabes que antes que él, nuestro jefe ya manifestó la intención de hacerlo, lo que ocurre es que al final ha cambiado el punto de vista respecto al sitio y creo recordar haberte dicho, que se ha convertido en un almacén.
Si que me lo has dicho, Alba, menos mal que no le hemos perdido la pista del todo y aunque sea con cambio de nombre lo tenemos aquí cerquita, en nuestro mismo bloque, así es ahora lo que hace falta es que no perdamos la pista, por cierto Gon ¿estuviste el jueves pasado con el jefe en la feria de la cultura? ¿qué feria? Aquella en la que iba a estar presente la editorial con la que está en contacto el jefe, ¡Ah la de Publicatuslisbros!
Si, esa ¿y qué? Pues nada, un poco de todo, ni frío ni caliente, ni fú ni fa, o sea que el futuro no lo ves claro. ¡Si, pero no!, ¡¡Gon!! ¡Haz el favor de aclararte, leche! Lo que te quiero decir, querido compañero, es que puede que el futuro vaya por ahí, pero será el futuro, el presente aún no se sabe demasiado bien como lo resolveremos, por lo que pude enterarme, el jefe pretende seguir insistiendo en las ediciones tipo papel, pero cada vez más abierto a interné, que no nos va a faltar trabajo ¡verdad Gon!, no te preocupes que no te faltará, ni siquiera con la crisis, ni aún así Alba, ni aún así.

miércoles, 4 de marzo de 2009

La rebelión (y3)


30 Delfos ha llegado a nuestra casa con su foto bajo el brazo, así que lo hemos colocado en el lugar correspondiente para que vea que aquí estamos por la colaboración, y que nos alegrará mucho verle de nuevo sumergido en la Bruma. Mientras tanto, ahí dejamos la tercera y última parte de “La rebelión” para que salgamos de dudas sobre la suerte de esos intrépidos pajarillos.

.../...Viene de La rebelión (2)

Reservaron las aves hasta un trozo para tapar la chimenea en el último momento, cuando ya hubiesen terminado su faena, pero aún les quedaba una parte importante, tenían que volver a entrar en la casa y llegar hasta la habitación donde dormían los homínidos.
De todo el proceso que contra ellos utilizaban, a los pájaros les quedaban de por vida una anilla colocada en sus patas, como si de un grillete se tratase, porque desde luego lo que no era es ningún anillo de compromiso, puesto que ellos no se habían comprometido a nada. Les habían colocado aquello a pura fuerza, por el mero hecho de ser pájaros, tener plumas, alas y capacidad de vuelo para ir y venir hasta los confines del mundo. Algo muy duro, la verdad, así que ya no querían ser por más tiempo esclavos ni conejillos de India, y se lo iban a demostrar a esos engreídos, que se creen que todo lo pueden conseguir, porque han estudiado mucho y son muy listos. Pues ahora se iban a enterar. El señor mirlo, la señora abubilla, el señor martín y el señor mosquitero introdujeron por la chimenea una ristra de zarzas que fueron colocando por toda la habitación, de tal manera que por muy habilidosos que fueran los homínidos, no era posible salir de allí, ni de la cama siquiera, sin enredarse con las zarzas.
Pero faltaba un último detalle, y era el factor sorpresa. No podían esperar a que alguno de ellos se levantase y alertase a los demás. Así que se las ingeniaron para provocar un buen escándalo antes que amaneciera y en una operación dirigida por la señora abubilla, dejaron caer todo cuanto cacharro era susceptible de ello; tanto en la cocina-comedor como en las distintas habitaciones por las que se habían colado. Ello unido al ruido exterior en el que los gorriones se encargaron de picotear las ventanas, hizo que la gente se levantara sobresaltada casi al unísono.
Y ahí comenzó su calvario…
En alguna parte de su anatomía quedarían marcados durante una buena temporada, y seguro que acordándose de los pájaros de la dehesa. Felices y contentos, estos se retiraron a sus lugares de descanso, dando por finalizada la operación anillamiento de la temporada otoño invierno del año dos mil cinco.

martes, 3 de marzo de 2009

Tenemos movida

29 Mientras Gon sigue ensimismado con la llegada de K y le prepara una respuesta a su último comentario, yo quiero hacer referencia a otro buen amigo de Megustaescribir, que ha terminado por aburrirse y dejar el sitio, porque la verdad es que no le falta razón, y de echo el jefe a punto estuvo de sacarnos a todos de allí, pero luego le ha dado la vuelta a la tortilla y al final estamos usando aquella casa como una especie de almacén, a pesar de que siempre, hay que dejar un resquicio a la esperanza –como yo le he dicho.
De hecho hay un nuevo inquilino allí con el que estamos tratando de entendernos, pero como siempre hay que darle tiempo al tiempo.
Otro factor favorable es que parece que entramos en una época de bonanza en la oficina, puesto que llevamos dos días encendiendo el ordenador y ¡funciona a la primera!, por tanto nos podemos centrar más en lo que interesa que es la transmisión de las creaciones literarias y en la preparación del material necesario para cuando sea hay que ponerlo a la luz. Y para que todo no sea perfecto, el jefe está echando humos porque no le acaban de poner el perfil adecuado en la editorial con la que anda en negociaciones, habiéndole puesto que es sevilano, cuando todo el mundo sabe que es paymoguero, ¡y a mucha honra! –me lanzó a voz en grito al verse retratado en la web. Y en la calle lloviendo, que al menos nos da para dejar de hablar de la sequía durante dos años, que no quiero terminar el post dejando mal sabor de boca.

lunes, 2 de marzo de 2009

K

28 ¡¡Alba, Alba! ¡Qué alegría! Han preguntado por mí, ¿Qué me dices Gon?, lo que oyes, ha sido una persona que pasó el otro día por aquí y dejó su tarjeta de visita, me alegro mucho Gon ¿y cómo se llama?, K, ¿Cómo?, lo que oyes, K, es todo cuanto sé,¿nada más?, bueno también que es una escritora muy interesante y que se mueve por España, ¿Y tú que le has dicho respecto a ti?, Pues…de momento nada, Alba, es que estoy más cortado que un pavo, pues háblale de los Carnavales, ¡déjate de guasa Alba, que los carnavales ya pasaron! Además, Alba, me he dado cuenta que ya nos tiene colgados en el pasillo de su casa, ¡Otra buena noticia, Gon!, esta mañana estás iluminado.
Pues mira, mientras tú estabas con tu entusiasmo en K, acabo de darme una vuelta por Bublelandia y allí he puesto una nueva entrada, que ya sabes que estamos en el mes de los gurumelos, que no todo van a ser carnavales ¿entiendes Gon?, ahora que lo dices, fue desde Bublelandia de donde me llegó la referencia de K, ¡Y dale!, ¡Qué quieres Alba si me ha hecho mucha ilusión que me nombren!, bien pensado tampoco está mal, no siempre va a ser el jefe el que se lleve los laureles, luego que nosotros cargamos con todo el trabajo, llevas razón Alba, como casi siempre Gon, como casi siempre.