miércoles, 27 de mayo de 2009

Despuntaba



68 Procuraremos portarnos bien para que tanto Marisa como Antonio puedan quedar satisfechos con nuestro trabajo, estoy contigo Alba, así que para ellos, por su reciente visita, vayan estos versos:

Despuntaba el canto del mirlo
mientras yo me hallaba preso
de tus sonrosados labios,
era la brisa marina,
viajera tierra adentro,
la que aliviaba el sopor
de una noche de torso desnudo
y tú seguías ahí, enmudecida,
apretando tu mano contra la mía.
Charles Chaplin miraba
por el ojo de la cerradura,
de repente un martilleo
- sonido de latón concentrado
en una esfera –
me deja tragando moscas
y oliendo a pelo de gato.
¿Dónde estoy?
¿Soy aquel o éste?
¿Tengo que pisar tierra firme
o continuar navegando
por recónditos océanos?
¿Porqué a las sieteimedia
he de contar sobres descafeinados
hoy que ejerzo de
Peter Pam y no de Capitán Garfio?
Con mi mano, la apretada,
palpo el borde de mis labios
- sabor a corcho -,
luces y sombras se pelean
por el dominio de la estancia.

martes, 26 de mayo de 2009

Seguimos con la poesía

67 Y el jefe que no para, Gon, ayer con motivo de la jornada de puertas abiertas convocadas por Anonio, coincidió con un poeta –algo misterioso- que sigue una línea más mística y que lee a gente que por mucho que me lo quiso explicar el jefe, yo no conseguí quedarme con casi nada, ya te contaré, ¡vamos que no era el cangrejo pistolero!, ¡que va, que va!, esa gente es otra cosa, nos hicieron pasar un rato muy agradable en la feria del libro, con esa “manifestación poética” donde literalmente cogieron sus pancartas y se fueron por la feria de manifestación, la rifa y la copita de vino; se leyó poca poesía, pero nos lo pasamos muy bien, que tampoco está mal, Alba, por supuesto Gon, todo no va a ser seriedad a la hora de afrontar un texto, la letra impresa ahí queda y todo el mundo la puede leer y sacar sus conclusiones, la puesta en escena, es otra cosa: cada cual se lo monta como puede o quiere y no por eso va a ser menos importante lo que se transmita, ya lo creo Alba, y hablando del jefe ¿sabes que me ha encargado?, lo ignoro, pues otra vuelta de tuerca sobre la novela Aves, que ahora quiere enviarla a las islas canarias, ¿a las Canarias?, digo yo que será por aquello del símil, ¿qué símil Alba?, ya sabes: las aves, las plumas, los canarios…¡Aahh, ya lo pillo!, pues no lo sé, lo cierto es que ahí me tiene preparando el material para su envío, bueno en ese caso, mejor será que nos pongamos con la tarea, que ya mismo está apareciendo por las puertas y no sabemos con qué pié se habrá levantado hoy, vamonos Gon que ya vamos tarde.

lunes, 25 de mayo de 2009

¡Siete seguidores!

66 Gon, hoy es uno de esos días por los que merece la pena dedicarse a este oficio, ¿Qué ha ocurrido, que tan contento te tiene Alba?, pues que en este fin de semana hemos tenido dos visitas, ¿dos?, como lo oyes, por una parte una poeta a la que hemos devuelto la visita, que tiene una casa preciosa, ¿cómo se llama?, Marisa y espero que tengamos una buena relación de vecindad porque me ha gustado mucho mi primera visita, me alegro Alba ¿y la segunda visita?, bueno, esta ya ha venido un tanto por decantación, ¿qué quieres decir?, pues que ya hace tiempo que estaba por la labor de visitar su casa, hemos coincidido en algunos actos y ya por último con motivo de la feria del libro de este año, nos hemos visto las caras, ¿de quien me estás hablando?, de una persona que representa a un grupo muy interesante: él se llama Antonio G. Villararán y el grupo que representa “El cangrejo pistolero”, ¡Ah, ya sé quién es!, me lo imagino puesto que no es la primera vez que lo sacamos a colación por aquí, y supongo, Alba, que habrás colocado sus fotografías en el lugar correspondiente, por supuesto, Gon, así están en el pasillo de nuestra querida casa, que si bien nos dio trabajo al principio, lo cierto es que poco a poco nos está proporcionando grandes satisfacciones, bonita manera de comenzar la semana, ¡ya lo creo Gon! Espero que continúe de la misma manera, mientras tanto ahí estaremos dando el callo, sembrando Gon, sembrando, que los frutos ya llegarán.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Cafetería Estepona (y2)



65 Gon, imagino que estarás contento con la irrupción de Aires de crisol, a la que creías desaparecida, ¡Por supuesto Alba, muy contento!, yo que me alegro, pero ahora a lo que vamos: final del último relato que teníamos pendiente…





CAFETERÍA ESTEPONA (y2) 
.../...Viene de Cafetería Estepona (1)

Lo que parece una madre y un hijo hacen acto de presencia por entre las mesas, suplicando unas monedas para dar de comer a algún familiar y seguramente a ellos mismos. Ella es la que chapurrea algunas palabras sueltas en español, mientras que el mozo – algo desaliñado – teclea un instrumento musical del que salen unas notas enlatadas que suena a popular. No obtienen demasiado éxito, pero a ellos les gusta pasar por este Café, porque aquí no hay camareros que le recriminen su actitud, invitándoles a que dejen a la clientela en paz. Han llegado de centroeuropa, pero aún no consiguieron encontrar un trabajo regular que les permita abandonar la tarea de mendigar. La gente en el Café Estepona entra y sale con los vasos en la mano, y tan sólo de vez en cuando una muchacha de origen indio viene con la prisa reflejada en su rostro recogiendo las mesas, depositando todo el menaje en un barreño de plástico, y pasando a velocidad de rayo una bayeta amarilla por la mesa de turno.
Aunque el cielo amenaza lluvia, la clientela permanece en su sitio cada cual enfrascado en la conversación que corresponda; si finalmente apareciera el agua, ya habrá tiempo de levantar el campo y dejar la charla para mañana, que tampoco es cosa de solucionar todos los problemas en una tarde, y además si lo hablan todo hoy ¿qué van a dejar para mañana?
En una de las puertas de acceso a la cafetería existe un caballito mecánico que de vez en cuando relincha, al tiempo que se encienden unas luces de colores en la base donde se apoya su tronco, acompañando de fondo el sonido de un galope vigoroso, que deja con la boca abierta a un crío vestido de blanco y verde, mientras su madre mece el carrito donde duerme su hermano menor. No se pierde detalles de los movimientos del brioso corcel de mirada azucarada, y junto a él una niña de color, con la cabeza llena de tirabuzones hábilmente sujetos por cintas de arco iris, parece que se le van a salir los ojos de las órbitas. Dos metros más allá una mujer de piel oscura, vestido de tubo y tocado en la cabeza a base de una especie de turbante colorista, la vigila sin parar de hablar en agudo, con otra mujer de su misma raza, que lleva en la mano una bolsa del Lydl.
Un grupito de peruanos espera en la puerta de la cafetería, la llegada de dos mujeres cargadas con grandes bolsas, de esas que luego abren magistralmente en cualquier esquina y ofrecen sus jerséis, gorros, bufandas y ponchos de llamativo colorido. Lo que más llama la atención de ellos es su estatura, son bajitos de tez tan morena como si se hubiesen pasado toda la vida a pleno sol. Se les nota moverse como con miedo y sus voces apenas son perceptibles, salvo que uno se encuentre muy cerca de ellos.
“La Cafetería Estepona de hace unos años no se parece en nada a ésta de hoy en día; antaño se hablaba español, con acento andaluz, por cada una de las mesas y de vez en cuando aparecía una gitana con el niño en la faldiquera ofreciéndote una ramita de romero, que verá usté la suerte que le va a dá” – le dice Joaquín a su amigo José María, saboreando un delicioso farias -. “Ya lo desía yo hase trej verano: daquí unoj año Ejpaña ej Africa” – responde José María acomodado gracilmente en una copa de coñac.
Como el agua no acaba de llegar, el bullicio va en aumento en torno a las mesas y en el interior, tras de la barra sudan como cosacos los tres camareros que son sutilmente controlados por la dueña del negocio, sentada junto a la caja y con unas lentes bifocales colocadas a media nariz.
El caniche termina por zafarse de su atadura, y en su veloz carrera tras de los chiquillos asusta a la niña de color, que sin saber que hacer se precipita al filo de la calzada, en el preciso momento en que los jóvenes motoristas ejecutan una de sus cabriolas. El alboroto, los gritos y la confusión convierten a ese punto de la calle en un hormiguero. Al poco uno de los marroquíes corre calle arriba con el cuerpo de la niña cruzada en sus brazos, mientras las cintas de arco iris son pisoteadas por la multitud.

martes, 19 de mayo de 2009

En memoria

64 ¿Qué te pareció ayer la intervención de la asociación ApoloyBaco en la Feria del Libro, Gon?, salí encantado Alba, sobre todo con el final de fiesta que nunca me imaginé que fuese a durar tanto ¡qué maravilla el yazz!, ¿Y sobre el optimismo de las participantes en la charla?, ¿optimismo?, ¡si!, cuando hicieron mención a los premios literarios, ¡claro Alba!, ellas que iban a decir si las dos habían ganado premios, eso no quita un ápice sobre la leyenda negra en torno a ese asunto, puesto que hay mucha trampa, lo que si parece interesante es lo que dijeron en otra “mesa” algunos editores, en que una forma de selección natural, una criba que suelen utilizar ellos es tener en cuenta los mejores de esos premios, estoy de acuerdo, Gon, así que tendremos que convencer al jefe para que se anime a mandar originales a los concursos, ¡¡nosotros!!, bastante tenemos con llevar a cabo todas sus ocurrencias, como para pensar por él, ¡me niego!,
está bien Gon, no te alteres, era tan sólo una idea, por cierto se nos está olvidando dejar plasmado un pequeño recuerdo para Mario Benedetti, del que también se habló ayer, como era lógico, en un acto que estaba dedicado a Cortázar, así es Alba, bonita noche la de ayer, llena de magia, de esas que dan ganas que no se acaben nunca, lo sé Gon, pero todo llega a su fin, como nuestra charla, que se nos está acabando, porque nos espera la dura realidad, y esa si que no espera Gon, esa si que no espera.

lunes, 18 de mayo de 2009

La Feria del Libro

63 Llegó la Feria del Libro a Sevilla y allí que nos vamos todos los vecinos de esta casa para tratar de ponernos al día en unas cuantas cosas, al jefe lo he visto arrimado a la sombra de los editores buscando ese resquicio por donde colocar algún que otro escrito reivindicativo, porque lo que son textos literarios, ya no sabe con que carta quedarse, a Gon, amén de verlo pegado a las librerías más festivas y viajeras, también me lo encontré en esa charla donde trataban de explicarnos que hay que hacer para escribir y los lugares que contamos es esta ciudad para poder desenvolvernos y no hacer demasiado el ridículo cuando lancemos algunas estrofas al aire, otros compañeros los vi disfrutando como niños con los cuentacuentos, esa modalidad escenificada de llevar el relato a los más pequeños, se habló de narraluces, de Antonio Machado y de un sin fin de actos más en los que me gustaría estar, pero que no se puede abarcar físicamente. Hasta el día 24 este será el plan general de esta casa, por lo que me temo que poco nos vamos a ver las caras, porque entre la tarea diaria y el deambular de gente, tratando de arañar tiempo para estar en algún que otro acto, esto es una locura. Y en medio, un encuentro con gente de Bublelandia, del que aún no nos ha informado de nada el jefe, pero que espero que en algún momento lo haga. En fin, de locura, ya digo, de locura.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Cafetería Estepona (1)


62 En fin Gon, tengo algunas cosas que contarte, pero las vamos a dejar para otro momento, ahora vamos a la tarea…


CAFETERÍA ESTEPONA


Tiene las mesas de plástico, de esas patrocinadas por la Coca –Cola, que al llegar las nueve de la noche se apilan unas encima de otras y se les ata con una gran cadena a la reja de una de las ventanas de la cafetería. Sillas de plástico de un tono azulado patrocinadas por Kas y que una vez apiladas son retiradas al interior del recinto, porque estas son ya más apetitosas que las mesas, y alguien podría pensar en sacarle más rendimiento lejos de allí. Es invierno, pero da igual, en el Sur a la temperatura se le combate desde todos los frentes, con tal de respirar aire de la calle y los clientes prefieren pasar algo de frío en la amplia acera exterior, que permanecer en el interior donde las palabras revocan en las paredes y columnas, se mezclan unas con otras y al final se produce un galimatías, que muchas veces no sabe uno si está en la conversación que está o en la de la mesa de al lado. Además este invierno el café tiene la novedad, de unas estufas de butano con un sombrero a modo de paraguas, que te dejan la cocorota como si llevases un gorro de lana. En la mesa más cercana al aparcamiento de coches, y próximo a un aligustre que aún conserva el vástago que le ayudó a crecer, se sienta un hombre mayor enfundado en su abrigo y con un cigarro entre sus dedos. Un café con leche humea en la mesa junto a un servilletero de plástico patrocinado por la Pepsi. En las servilletas en uno de sus ángulos puede leerse “Café Estepona, gracias por su visita”. Más allá tres marroquíes parlamentan en torno a un refresco y unas cuantas pastas de coco; a veces da la sensación de que están peleándose por lo altisonante de sus voces, pero fijándose en sus rostros enseguida se ve que uno de ellos sonríe, con lo cual debe ser la forma de hablar. En otra mesa dos ciudadanos bielorrusos se muestran papeles uno a otro, y parecen estar rellenando una solicitud o algo por el estilo. Los mofletes destacan enrojecidos sobre su clara piel de muñecas de escaparate. Visten bien y los modales parecen finos. A su lado una reunión más amplia que ocupan dos mesas repletas de vasos y tazas, ríen a carcajadas ante las ocurrencias de una señora entradita en carnes, que no sabe cuanto tiene que abrir la boca para que le entre de una vez una suculenta mojama. El caballero que tiene frente a ella y que se presume su marido, zapatea con sus botas de media caña, dándole más énfasis si cabe a sus ganas de partirse de risa; tiene poco pelo pero una graciosa trenza rubia le cuelga desde la nuca sobre su chupa de cuero. Unos cuantos chiquillos corretean alrededor del grupo irritando sobremanera al caniche, que permanece atado a una de las sillas y que ladra como un condenado cada vez que pasan cerca de él. Dos jóvenes retan las leyes físicas, a lomos de una moto de pequeña cilindrada, con la que procuran hacer el mayor ruido posible, pasando una y otra vez por la proximidad de las mesas. Otras señoras muy metidas dentro de sus abrigos y bufandas, saborean el café mientras se tocan con las manos aquella parte de su anatomía donde tienen ese dolor clavado desde hace un mes por lo menos, y la cita del especialista sin llegar. “Puede que sea cosa del correo”, apostilla una de ellas, pero las demás niegan con un gesto. La otra dice que ya se ha acostumbrado, y que lo peor es arrancar por las mañanas en frío, pero luego una vez que baja para buscar el pan, parece que se va calmando y hasta el otro día. Cuatro sudafricanos entretienen su tiempo en torno a unas bebidas de vasos largos y móviles de última generación. Cuando abren la boca se perfilan los dientes nacarados y la sonrosada lengua; llevan ropa elegante y zapatos de puntera fina, uno de ellos cubre su cabeza con una gorra de cuero negro. Hablan con sonidos graves, rápidos y en un idioma que ninguno de los convecinos de café logra entenderlos.


.../...Continúa en Cafetería Estepona (y 2)

martes, 12 de mayo de 2009

Cuestión de tiempo

61 Gon, me he enterado que se está fraguando un encuentro de vecinos residentes en Bublelandia y además es de forma inminente, así que algo gordo se está cociendo, ¡ah! Pues yo no me he enterado de nada, ya veremos a quien le toca cubrir esa información, porque en los últimos tiempos tampoco es que haya demasiada actividad por allí, no la tendrás tú, porque a mí si que me encargan hacer visitas y dejar comentarios, ¡ah! Puede que sea eso, por cierto tú que andas más por allí, ¿no habrás visto a Aires de crisol, que la tengo últimamente desubicada?, tienes razón Gon, ahora que lo dices es cierto que hace algún tiempo que no sabemos nada de ella, espero que no sea nada malo, tan sólo el dichoso avance del reloj que nos tiene a todos sin tiempo material para nada, otra cosa Alba, he terminado de leer “Cartas Antología” de Juan Ramón Jiménez y me ha sorprendido la cantidad de relaciones sociales que tenía este hombre, a pesar de esa cara tan seria que se nos presenta en las fotos oficiales, ¿y que tiene que ver la cara con su forma de ser?, como dicen que estaba algo loco, ¿y quién no lo está Gon? ¿quién no lo está?, lo que pasa es que era un hipocondríaco y estaba obsesionado con los médicos, siempre quería tener uno cerca, pero ¿te ha gustado el libro o no?, ¡si,si! por supuesto, es muy interesante, es que eso de escribir cartas es una buena forma de conocer a las personas, por eso yo no escribo ninguna Gon, porque no quiero que me conozcan, de lo tuyo más vale no hablar Alba, mejor seguimos con Juan Ramón, ¿Qué más quieres saber?, ¡no, nada! Es que me acuerdo del verano pasado, cuando disfrutamos de sus versos en ese inigualable Parque del Alamillo, ¡que bien sonaba aquello mezclado con la guitarra y el cante de esas jóvenes promesas!, es verdad Gon, pero de eso hace tanto que ya debemos pensar más bien en la sorpresa que tendremos para este verano que se aproxima, así que vamos al tajo que ya se nos está pasando el tiempo.

lunes, 11 de mayo de 2009

Me gusta escribir

60 La actividad por la casa de Megustaescribir se está haciendo cada día más vibrante, la gente se está animando a participar y están surgiendo temas para todos los gustos relacionados con el mundo literario. ¡Magnífico! Lo que esperamos todos los que por allí andamos es que los caseros respondan a la demanda y puedan tener un buen servicio de mantenimiento para que no empiecen a surgirle desconchones a las paredes; por aquí hemos vuelto a tener noticias del amigo Migue, que se nos está portando como un gran informador de asuntos relacionados con el mundo editorial y que el jefe, en persona, le ha propuesto una entrevista porque le parece alguien muy interesante, y ya sabes Gon, que donde el jefe pone el ojo, es que hay posibilidades de negocio ¡seguro!. También nos visitó este fin de semana Delfos, que anda el hombre muy liado con los exámenes, el curro y todas esas cosas en la que te vas metiendo y cuando te vienes a dar cuenta, no sabes por donde cogerlas, pues yo me he dedicado este par de días a comenzar los preparativos del Rocío que tenemos ya a la vuelta de la esquina, ¡eso que no nos falte de nada!, ¿qué quieres Alba?, alguien tiene que estar dispuesto para que las cosas funcionen, no vamos a estar siempre dándole vueltas al currelo, que también hay que divertirse ¡digo yo!, y dices bien Gon, adelante, disfruta tú que puedes, lo que pasa es que a mí me gusta otro tipo de existencia: más relajadita, más de meditación, son formas de enfocar los acontecimientos, porque ellos están ahí, Alba, eres tú quien decide participar o no, tienes razón Gon, no voy a llevarte la contraria, tienes razón.

jueves, 7 de mayo de 2009

Oscuridad repetida



59 ¡Sí Don José! ¡Lo que usted diga Don José!, ahora mismo pongo el poema y perdone usted el descuido, tenía que haber salido ayer, pero no pudo ser por circunstancias…



OSCURIDAD REPETIDA

Oscuridad repetida por la
ausencia
que transborda de galaxia.
Lujosos libros forman un muro
donde generaciones carcomidas
clavan sus uñas.
Desesperación
por míseros granos de arena,
cuerpos desnudos de maniquís
que dejan al descubierto
los vacíos interglaciares.
No es mi mundo.
Manzana primigenia reconvertida
en dulce compota
por el resorte de una muñeca.
Amor ¿dónde estás?. En que jaula
de metacrilato te destinaron
que no puedo tocarte.
Mi mano
no es tu mano. Lloro tras
poseerte, busco en mis bolsillos
agujereados
y sigo ahí. No me he movido
Veo la salida. La luz de
la salvación,
pero el lodo me está tragando,
se acabarán los granos de arena,
y quedaré pegado en el album
con el gesto descolorido

También se dice que somos conejillos de indias, que experimentan con nosotros los nuevos juguetes de guerra. Otra justificación injustificable. Cuarenta años en la misma empresa sin dejar de freír patatas, tiene que se algo más que alienante. Pobres árboles ¿qué culpa tendrán ellos de la invención de la cerilla?. Una sonrisa a tiempo bordeada por labios femeninos ¡que buena forma de iniciar una jornada de trabajo!

miércoles, 6 de mayo de 2009

Saludamos a Miguel Angel

58 ¡Qué bien te explicas Alba! No hay más que ver el resultado de tus palabras, ¿por qué lo dices Gon?, por la visita que tuvimos ayer, ¿te ha quedado claro cómo es el mundo editorial?, Gon, tenía ligera idea del asunto, así que las palabras de Miguel Angel Maya no han hecho más que ratificar mis creencias, si te digo la verdad, más que por nosotros, lo siento por Guajars, que se ha tomado muy en serio el rechazo que recibió su obra: “Los hijos del Matuesto”, por cierto Alba, ahora tenemos una deuda contraída con Miguel Angel, ¿por qué?, pues porque quiere saber nuestra opinión sobre su participación en Eñe, eso es cosa tuya Gon, te recuerdo que eres el especialista en relatos y además ya hace unos días que acabó la feria, ¡de acuerdo! He entendido el mensaje, me preocuparé del caso y lo sacaré en estas páginas, así es Gon, no sólo de ferias vive el hombre, también hay que darle al callo de vez en cuando, ¡joder Alba! ¿te han prometido algún ascenso en los últimos días? Ni mucho menos, pero cada cosa por su sitio, no te enfades que no es para tanto, ¿sabes algo del tarado ese que nos está mandando mensajes falsos a todas las entradas que hacemos en Megustaescribir? De eso mejor hablamos otro día, ¡ah bueno, como quieras!, vamos a dejarlo aquí que está llegando el momento del desayuno.

martes, 5 de mayo de 2009

Un asunto de moral

57 Hay un compañero nuestro, Gon, que se queja amargamente del rechazo que sufre un relato suyo al que le ha dedicado sangre, sudor y lágrimas, que le dicen que está bien escrito, pero que no tiene cabida en la editorial ¿te suena?, ¡menos mal que se inventaron los blogs, Alba! Porque de lo contrario no sé cual sería nuestro paño de lágrimas, además quiero añadirte algo más: acabo de leer el último número de la revista Eñe y es para echarse a llorar, mira que me gusta esa revista, pues nada hay que ser un fuera de serie, y te añado algo a lo que dices, Gon, como sabes el jefe nos ha hecho mandar trabajos a no sé cuantos sitios de la red y la verdad es que nadie nos ha tenido en cuenta, así que al final trataremos de tener limpia nuestra casa para cuanta visita se precie de llamar a la puerta, que lo demás, si quiera venir que venga, te entiendo Alba, pero es que la moral se te cae por los suelos, por eso reconozco cómo se puede sentir ese compañero del que me hablas, pero lo importante ¿qué es?, que no nos falte el trabajo, supongo, ¡pues ya está Gon!, no te preocupes que en cualquiera de las situaciones que te puedas imaginar, a nosotros no nos faltará el trabajo, así que a ellos vamos, Gon, a ello vamos.

lunes, 4 de mayo de 2009

Pasó la feria

56 Como habrás visto, Gon, nuestra amiga IssisGabriel no ha parado de lanzarnos piropos por nuestro trabajo, ¿IssisGabriel nos ha comentado algo?, ¡Ah, perdona!, me olvidaba de la feria, si, claro que nos ha escrito, pero no a esta dirección, sino a la de Megustaescribir que es donde tú tienes colgado el último relato, el del amigo que le busca novia a otro ¿recuerdas?, ¿el amigo?, ¡ah ya, el amigo!, ya veo que sigues aún con los fuegos artificiales de anoche pegados en la frente, disculpa Alba, pero es que ya sabes, ha sido una semana muy ajetreada, por cierto Gon, también nos ha hecho un comentario sobre el poema “Oscuridad repetida”, ¿Y eso donde estaba?, en el mismo sitio, te estoy hablando de Megustaescribir ¿te sitúas?, lo intento, Alba, pero la verdad es que me cuesta trabajo situarme, debes entender que el rebujito, los ojos rajaos, los volantes…¡ya!, pues más vale que no te tropieces con Don José, que te va dar poca tregua por mucho que trates de explicarle lo del rebujito, etcétera, etcétera, me voy a mi mesa, a ver si consigo poner orden en algo, si, ve y relájate y procura ponerte música apropiada al momento, ve y relájate, Gon.