miércoles, 24 de abril de 2024

Melojar de la Cañada Real del Robledo

 


        Foto tomada de la red

Árboles y arboledas singulares de Andalucía

Melojar de la Cañada Real del Robledo
Singularidad

De nuevo los robles melojos aparecen aquí asociados a las tradiciones del campo. El Melojar de la Cañada Real del Robledo sigue siendo testigo del paso del ganado y el pastoreo, actividad ancestral que configura el paisaje adehesado del entorno. 
Al contrario que los del Cerro Negrillo estos melojos son más antiguos, hecho que indican sus perímetros y las alturas de la mayoría. Así pues uno de los ejemplares posee una longitud de circunferencia en el fuste de 2,85 metros y una altura de 19 metros. Desde la cruz emergen varias ramas principales, pero existe una central que alcanza mayor altura Otros llegan hasta los 21 metros de altura con perímetros troncales similares. Las copas, en general, están muy bien equilibradas y tienen una forma oval.
Caracterización
Alineados dentro de la Cañada Real del Robledo, este grupo de melojos (Quercus pyrenaica) se extiende unos 600 metros paralelos a dicha vía pecuaria. Algunos quejigos (Quercus faginea) se mezclan con los robles pero son escasos. A un lado del camino existe un pastizal en el que destacan algunos quejigos dispersos mientras que al otro aparece un cultivo de olivos (Olea europaea var. europaea). 
En el sustrato arcilloso donde se desarrollan, los encharcamientos son frecuentes durante la época de lluvias, de ahí el nombre del paraje próximo: Los Navazos (de nava o terreno encharcadizo). Entre los arbustos que crecen aquí destacan la jara pringosa (Cistus ladanifer) y la zarza (Rubus ulmifolius).
También se observan matas de hinojo (Foeniculum vulgare) y en primavera brotan peonías (Paeonia broteroi) dando mayor colorido al entorno.
Los primeros robles que aparecen son de pequeño porte pero conforme se avanza en la vía pecuaria estos se presentan más separados y son de mayor entidad. Casi al final existe un ensanchamiento de la cañada, a modo de descansadero, donde se concentran más. La altura media está en torno a los 16 metros pero algunos alcanzan los 21.

LOCALIZACIÓN
Paraje: Cañada Real del Robledo, Finca de las 80 has
Término municipal: Constantina 
Espacio Natural Protegido: Parque Natural Sierra Norte de Sevilla
PROPIEDAD Pública
ESPECIES INTEGRANTES Quercus pirenaica Quercus faginea
EXTENSIÓN 2,2 ha

jueves, 18 de abril de 2024

Magdalena Sánchez González


 

 Traigo a este rincón a la poeta ecuatoriana Magdalena Sánchez González, a la que he tenido el placer de prologar su libro: Linderos de nostalgia.

Hablar de Magdalena Sánchez González es hacerlo de alguien que lleva la poesía en sus entrañas. La concibe como algo tan natural que le basta un atisbo de luz para situarse delante de su cuaderno y esbozar un poema, que pocas tachaduras necesita. No hay rima, no hay marcha atrás, la música surge de su interior y el entramado de imágenes y lírica queda compuesto para la presentación del poema.

Sus versos rezuman poesía desde el mismo instante en que los concibe:
“Mi vida es un sonido de lluvias matinales”, “Tengo una metáfora que está quemando mi alma”, “Voy a cruzar al otro lado del miedo”… No hay tema que se le resista, aunque es el alma, la voz, la Naturaleza quienes más se asoman al pretil de su ventana.

Su amor al flamenco también le hace decir: “Quiero bailar la Soleá / como bailan los gitanos”.

Este libro esté lleno de momento sublimes, que no muestran sino el sentir de los versos, si no de la misma manera que lo hace la autora, si al menos de una forma que a ella le gustaría que sucediese.

Termina su aportación a las letras, en este libro, con un último poema dedicado ¡cómo no! a Simón Bolívar, el Libertador.
Sea pues bienvenido este poemario para el engrandecimiento de la propia poesía.

martes, 16 de abril de 2024

Provocación

 


 

Así comienza esta historia que se halla en el libro Bajo la luz de mi plaza Otoño/Invierno 

La vida solo adquieres sentido por el amor.

Es decir, cuánto más amor y capacidad de entrega poseamos, tanto más sentido tendrá nuestra vida.

Hermann Hesse

 

Todas las mañanas a la hora del desayuno Joselu sacaba de su nevera portátil la comida y sentado en unos ladrillos junto a sus compañeros, departía con ellos unos minutos de calma, lejos de la rutina de la obra… aunque en los últimos días, algo le llamaba la atención. A través de una fina tela agujereada que lo separaba del mundo exterior, aprovechaba para contemplar a una chica rubia que, descalza, daba vueltas alrededor de la fuente, sintiendo en la planta de los pies un reconfortante masaje al contacto con los chinos del suelo. Joselu no perdía detalle: su porte, sus delicadas manos, la finura de su piel; todo era para él atractivo, no había nada que le disgustase de ella. Aquel instante duraba el tiempo que sus compañeros se dedicaban a fumar, luego conectaban la radio y se producía el reencuentro del palustre con el ladrillo tabiquero. Pasados unos minutos la muchacha quedaba apoyada en el borde de la fuente contemplando el tibio fluir del agua.

A la sombra de un naranjo, un pintor sentado delante de su caballete, ataviado con ropa clara y sombrero de paja, trazaba líneas en un lienzo. Por momentos soltaba el pincel y tomaba una potente cámara de fotos para captar la expresión de los rostros de los descuidados transeúntes.

Por las inmediaciones de la fuente, desfilaba una hilera de turistas tras las huellas de un guía que a través de un micrófono los tenía informados sobre el lugar donde se encontraban. Algunos entraban en las tiendas, otros optaban por sentarse en los bancos de azulejos y otros tomaban agua para refrescarse. Joselu aprovechaba cualquier momento de asueto en su tarea para extasiarse con la contemplación de Jeannette. Ella abría los brazos, mostraba la blancura de su tez y parecía flotar entre nubes. En ocasiones, sonaba la música de una flauta, a cuyo son bailaba Jeannette. Desde un balcón cercano, un hombre con acento cubano charlaba con los camareros, dirigía sus operaciones ante la perspectiva que le daba la altura y procuraba sacarles una sonrisa, que nunca viene mal de cara a la clientela, que aunque no entendía el idioma, si que se fijaba en la expresión de la cara de quienes les atendían.

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miércoles, 10 de abril de 2024

Sinopsis de La Casa Deshabitada

 


Novela que narra la azarosa vida de un aspirante a escritor.
Con motivo de un Congreso de Escritores tiene lugar, en un apartado rincón de la geografía española, el encuentro de dos personas predestinadas a vivir momentos inolvidables, aunque el destino les tenía reservado algo con lo que no contaban.
Un gran elenco de escritores españoles y su influencia en la narrativa rural desfilan por las páginas de este libro, en un equilibrio entre ficción y realidad que debe convertirlo en algo atractivo para el lector.