Los niños jugaban en la calle formando un corro cogidos de la mano. En el centro otro círculo más pequeño giraba y cantaba una canción ancestral de la sabana africana; utilizaban un dialecto de difícil comprensión. Los de fuera respondían a lo que parecían preguntas llenas de musicalidad. En un momento dado se produce un intercambio de niños de dentro afuera y cambia la música; ahora tiene aires sudamericanos. Se entiende. Sigue el juego de las preguntas y nuevo intercambio, ahora hasta de cinco que pasan al círculo interior. Suenan aires de sevillanas. Todos se sueltan de las manos y bailan en parejas sin perder el sitio en los círculos. La letra implica pregunta, que al responder conlleva un nuevo trasiego de niños de fuera para adentro. Las voces se vuelven toscas, rudas y marciales, con los brazos entrelazados bailan como si estuviesen en la estepa rusa. Una voz sobresale y en un momento dado forman una piña multicolor, que se desgrana en un mar de risas. Suena el silbato de uno de los monitores y corren bulliciosos hasta la puerta del bus escolar. Hora de regresar a casa.

Volvemos a la rutina,. Sombras de nubes dejan caer agua, sólo gotas de cera en el adoquinado recuerdan con su presencia que la ciudad estuvo llena de pasos y turistas. Un abrazo.
ResponderEliminarMe vino a la mente una piña de pingüinos rotando de fuera hacia dentro
ResponderEliminarpara soportar el frío.
Es maravilloso que la danza de los niños acabe en cálidas risas .
Un gran abrazo
Es impresionante José que para los juegos de los niños los idiomas, las fronteras y la diversidad de todo tipo no sean obstáculo ni motivo de incomprensión o discriminación. Por lo visto el juego es universal verdad? Me ha gustado mucho tu micro. Abrazos cariñosos.
ResponderEliminarUna vuelta al cole muy divertida para esos niños que se divierten cantando y bailando en idioma universal para ellos. La foto muy bonita, si mal no recuerdo es Zaragoza ¿verdad?.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
Los niños unidos sin distinciones.
ResponderEliminarTodos iguales en el juego y la inocencia de la infancia.
Abrazos