jueves, 7 de enero de 2016

Por los campos de mi Andalucía


Siguiendo con el balance de 2015, han aparecido por este sitio lugares tan emblemáticos para mí como:

Paymogo: ese mágico pueblo del andévalo onubense en el que tuve la fortuna de venir al mundo. Una y otra vez a lo largo del año recorro, sólo o en compañía de buenos amigos su rivera del Chanza, límite natural con la vecina Portugal, recordando los avatares de lo que esa raya significa. Luchas, contrabando, molienda de trigo, baños, excursiones, mar de estrellas. Y dos publicaciones, gracias a El País del Mago: A la sombra de la Encina Gorda y Aves.
 

Cortes de la Frontera: Lugar simbólico de la asociación Driades, no en vano hemos pisado sus montes en varias ocasiones, teniendo siempre como premisa el senderismo y la convivencia con excelentes amigos. El desfiladero de los Gaitanes lo llevo impreso en mi mente.
 

Los Royos: En la Sierra del Segura, provincia de Jaén. En una casa de campo, dónde al margen de la convivencia con los demás me hice amigo de una ardilla que me ayudó a comprobar como funciona un teleobjetivo en una cámara fotográfica. Y la lluvia, siempre la grandeza de la lluvia contemplada desde un buen traje de agua.


La Sauceda: Entre los límites de Málaga y Cádiz. Conserva el sabor de la tierruca, en esas cabañas de tierra sin las comodidades de la vida moderna. Dormí en el suelo o en un camastro, con la chimenea calentando el ambiente. Galopar por su crestería en todo un lujo en días limpios de nubes. El impresionante Parque de Los Alcornocales hace el resto.


Viznar: Santo y Seña en la vida de las ninfas de Driades. Allí nació el grupo y allí disfrutó con toda su grandeza de la nieve granadina. El albergue juvenil goza de la infraestructura necesaria para que un grupo pueda encontrar todo lo que necesita para aprovechar el tiempo libre.


Baza: El agua, la montaña, los parajes rebuscados o rescatados por la mano del hombre en pro del disfrute comunitario. Sitios un tanto alejados del mundo ruidoso y los malos humos. Una casa con capacidad suficiente para albergar a un grupo, rodeada de bosques. Caminos, multitud de caminos por los que transitar.  La compañía adecuada resulta imprescindible.
En fin, todo un abanico de posibilidades de la inmensa Andalucía, para gozar, para dejar correr la imaginación y para enamorarse aún más, si cabe, de la Naturaleza. No lo desaprovechen.

6 comentarios:

  1. Habrá que conocer Paymogo como cuna del poeta, soy un inculto en cuanto a pueblos de Andalucía se refiere. Me apunto todos, aunque Baza creo que lo conozco.

    Un saludo, José.

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    1. Serás bien recibido, Rafael. He pateado mucho lo más cercano, o sea las tierras andaluzas, eso me da mucha fuerza a la hora de enfrentarse al folio en blanco.- Un abrazo

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  2. Hola J. R. antes de nada ''FELIZ AÑO!! Tu entrada me ha encantado, como andaluza que soy estoy enamorada de ella. Yo este año para mayo quiero ir a Córdoba y Granada.

    Un abrazo.

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    1. Hola, Conchi, que tengas un feliz año tú también. Ya sabía que te iba a gustar la entrada. Si algún día tus desplazamientos incluyen a Sevilla, no dudes en decírmelo.- Un abrazo

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  3. Lugares con encanto, sin duda.
    Tu Paymogo es un lugar entrañable, bien lo sé.
    Viznar me trajo recuerdos.

    Abrazo!!!

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    1. Gracias, Vero, por la visita. Som tan sólo una pequeña muestra de lo mucho y bueno que tenemos a dos pasos de nuestra casa.- Besos

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