jueves, 23 de junio de 2016

In memoriam


Hoy se ha ido un amigo. Ha tomado el sendero en el que un día volveremos a encontrarnos. Se ha tronchado una de las tres patas del germen de Driades. Con él caminamos tanto, recorrimos tantas veredas que sería imposible su enumeración.
Recuerdo el momento, a mediados de los ochenta, en que escuché por primera vez su radiofónica voz, llamando a la Asociación Andalus, interesándose por participar en sus actividades. Viajero impenitente, llegó de la mano de su amada Loly y siempre permanecieron juntos allá por donde fuésemos. Tantos rincones de las tierras andaluzas, de media España, de la vecina Portugal e incluso París dónde compartimos unas vivencias que dan  para toda una eternidad. Eduardo siempre fue una persona en la que confiar, con la que se podía contar para cualquier proyecto que se emprendiese puesto que siempre estaba dispuesto a prestar una mano al amigo. Con su ayuda le dimos forma a esa asociación que aún hoy sigue en activo, a pesar de los años transcurridos, con su ayuda trabajamos en hacer un mundo más habitable para nosotros y para los que vienen detrás, con su ayuda conseguimos superar algunas dificultades de los que la vida nos tiene reservadas y con su ayuda esbozábamos una sonrisa restauradora porque su carácter así lo exigía. Sevilla, Matalascañas, Paymogo y Fuenteheridos fueron mudos testigos de nuestras reuniones, de nuestros encuentros con los demás amigos, bien sea en aras de consensuar acuerdos o de una mera charla distendida sobre asuntos muy dispares. Quedará un vacío, pero tu presencia estará siempre presente en cada una de las situaciones en las que tu figura era habitual. No hay olvido, no puede haberlo luego de tantos años de compartir tanto. Querido amigo, aquella copa que compartimos en los pinares de Oromana del pasado Diciembre no fue más que un brindis por todas las que seguiremos compartiendo estés donde estés. Va por ti, Eduardo.

2 comentarios:

  1. Hola J. R. Siento la perdida de tu gran amigo y compañero Eduardo. Aunque se haya marchado, siempre permanecerá en vuestros corazones.

    Un abrazo.

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    1. Gracias, Conchi. Era de esas personas que de verdad se echan de menos.- Un abrazo

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¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?