viernes, 18 de agosto de 2017

Puenting


La hoja del ficus se desprendió de su base y cayó al vacío describiendo sutiles arabescos. La tórtola desplegó el paracaídas y bajó a buscarla antes de que tocase el suelo. Hizo palanca con sus patas y en pocos segundos la hoja estaba de nuevo en la rama. Fue el puenting más vistoso que una hoja realizaría en su vida.

4 comentarios:

¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?